Internet
bajo vigilancia : Balance 2004
Reporteros
sin Fronteras, Juno 22 de 2004. Informe
completo.
Cuba
Población : 11.271.000
Internautas : 120.000 (2202)
Precio medio por 20 horas de conexión :
45 euros
DAI* : 0,38
Apreciación** : situación grave
El régimen cubano intenta mantener a sus
ciudadanos al margen de la Red. La compra
de material informático se encuentra estrictamente
regulada, el acceso a Internet controlado
y las comunicaciones electrónicas estrechamente
vigiladas. Las actas de acusación de la
mayoría de los periodistas independientes
encarcelados en marzo de 2003 incluyen referencias
a su actividad en Internet.
La libertad de expresión está proscrita
en Cuba, la mayor cárcel del mundo para
los periodistas. El régimen, demasiado dedicado
al control de la información destilada para
sus ciudadanos, no tolera ninguna prensa
independiente. En relación con Internet,
el gobierno ha adoptado una postura paradójica.
Forma a miles de estudiantes en las nuevas
tecnologías -de fuente oficial, actualmente
se estarían formando cerca de 30.000-, pero
impide a la gran mayoría de la población
acceder a la Red. A veces, las autoridades
presentan el Net como "la gran enfermedad
del siglo XXI", porque surte a los internautas
de informaciones "contrarrevolucionarias".
Pero es también una baza inevitable para
el desarrollo económico del país, como repite
hasta la saciedad González Planas, el Ministro
de Telecomunicaciones cubano.
Cuba es hoy uno de los diez países más
represivos del mundo con la libertad de
expresión en la Red. Este medio de comunicación
se reserva para una élite cercana al poder.
Pero, incluso esos pocos privilegiados frecuentemente
solo acceden a una Intranet, especialmente
concebida y filtrada por las autoridades.
Los cubanos han encontrado medios para
eludir la omnipresente censura del Estado,
comprando el acceso a Internet en el mercado
negro, o compartiendo las pocas conexiones
autorizadas. Sin embargo, el gobierno actúa
severamente contra cualquier utilización
"ilegal" de la Red. Por otra parte, los
tribunales de la isla cada vez usan más
una nueva acusación, la utilización "contrarrevolucionaria"
del Net, para condenar a los disidentes.
La
compra de material se encuentra estrictamente
controlada
Las restricciones
materiales son el principal obstáculo para
una expansión de la Red al público en general.
Por una parte, la densidad telefónica no
pasa de seis líneas por cada cien habitantes.
Por otra, el coste prohibitivo de las comunicaciones
telefónicas internacionales (dos dólares
el minuto con Estados Unidos), y la escasez
de líneas internacionales, concedidas con
criterios políticos y estrictamente vigiladas,
impiden cualquier conexión a través de un
proveedor de acceso situado en el extranjero.
Los equipos
necesarios, incluidos los más recientes,
solo están disponibles en los almacenes
del Estado especializados, a los que únicamente
pueden acceder las personas autorizadas.
Además, desde enero de 2002 una orden del
Ministerio de Comercio Interior prohíbe
la venta a los particulares, en los almacenes
del Estado, "de ordenadores, impresoras,
multicopistas, fotocopiadoras y cualquier
otro instrumento de impresión masiva". Si
se considera indispensable hacer esa compra
hay que solicitar autorización en el Ministerio
de Comercio Interior. Antes de esa fecha
ya estaba prohibida la venta de modems al
público. En esas condiciones, Internet en
Cuba aparece como un fenómeno limitado,
mientras que las empresas informáticas cubanas
demuestran un perfecto dominio de esta nueva
tecnología.
El
acceso a Internet sometido a autorización
El gobierno
ha legislado desde el mismo momento de la
aparición de Internet en la isla. En junio
de 1996, el Decreto-ley 209, titulado "Acceso
desde la República de Cuba a la red informática
global", precisa que su utilización no puede
hacerse "violando los principios morales
de la sociedad cubana o las leyes del país",
y que los mensajes electrónicos no pueden
"comprometer la seguridad nacional".
Para conseguir
la acreditación obligatoria, los cubanos
que quieren disponer de un acceso a Internet,
o utilizar los puntos de acceso abiertos
al público, tienen que dar una "razón válida"
y firmar un contrato de utilización, con
cláusulas restrictivas. Igual que para el
teléfono, el procedimiento requiere el acuerdo
de ETEC SA, único operador de telecomunicaciones
del país, y después el de una comisión local
dependiente del Comité de Defensa de la
Revolución, que evalúa los méritos del demandante.
Según el
Decreto-ley 209, el acceso se concede "en
virtud de reglamentos que dan prioridad
a las entidades e instituciones que puedan
contribuir a la vida y el desarrollo de
la nación". A este título, y al margen de
las embajadas o sociedades extranjeras,
pueden pretenderlo las personalidades políticas,
altos funcionarios, intelectuales, profesores
universitarios, investigadores y periodistas
oficiales ; los cuadros de las empresas
culturales dedicadas a la exportación o
de las empresas informáticas, así como la
jerarquía católica.
El 13 de
enero de 2000 se creó un Ministerio de Informática
y Comunicaciones para "regular, dirigir,
supervisar y controlar la política cubana
en materia de tecnologías de la comunicación,
la informática, las telecomunicaciones,
las redes informáticas, la radiodifusión,
el espectro radioeléctrico, los servicios
postales y la industria electrónica".
Las
mensajerías electrónicas bajo vigilancia
Desde septiembre
de 2001, en los puntos de acceso ETEC SA,
los cubanos pueden acceder a un servicio
de correo electrónico nacional, sin conectarse
a la Web, tras conseguir una dirección de
e-mail personal. Una tarjeta nominativa
de acceso al servicio cuesta 3,5 euros,
para un uso de tres horas (el salario medio
de un cubano está entorno a los 10 euros).
Las tarjetas son nominativas. Cada comprador
tiene que justificar su identidad, rellenar
un formulario detallado, y se registran
sus datos. Así, el proveedor de acceso puede
controlar cualquier correo recibido o enviado,
antes de emitirlo o entregarlo a su destinatario.
Según algunas declaraciones oficiales, Cuba
tendría hoy 480.000 cuentas de e-mail.
Salas
de Internet para acceder...a una Intranet
Los cubanos,
salvo los que disponen de una autorización
formal de las autoridades, no pueden acceder
a Internet a partir de un punto de acceso
público. La Web está únicamente abierta
para los turistas, a una tarifa prohibitiva
(alrededor de 6 euros por hora), en los
hoteles y algunos cibercafés.
El gobierno ha creado salas de Internet,
normalmente en las oficinas de correos,
donde los cubanos acceden a su correo electrónico,
así como a una Intranet, Tu Isla, constituida
por sitios seleccionados por las autoridades.
Tu Isla incluye, entre otras cosas, las
radios y televisiones del Estado, que difunden
sus programas en línea. Para utilizar esos
puntos de acceso públicos es obligatorio
inscribirse en un registro, y enseñar un
documento de identidad.
El
Net en el mercado negro
Aunque restringida,
la difusión de las nuevas tecnologías y
de los accesos a Internet ha generado un
pequeño mercado negro de la Web, todavía
marginal pero ya organizado. Algunos de
los que tienen derecho alquilan su login
y contraseña, por unos 60 dólares al mes
(el equivalente a seis meses de salario
mínimo). Otros acogen a los internautas
en su propio punto de acceso, y facturan
la conexión por el tiempo empleado. Algunos
empleados de los puntos de acceso ETEC SA
conceden con gusto una secuencia de navegación
a sus amigos y relaciones, en algunos casos
mediante pago. Finalmente, algunos testimonios
afirman que los cubanos han podido introducir
en la isla parabólicas y modems, que les
permiten conectarse por satélite (Starband
o DirectPC), pagando directamente el abono
en Estados Unidos (del orden de 500 dólares
la puesta en servicio, y luego unos 100
dólares al mes).
Ha nacido
un mercado negro de direcciones que disfrutan
los escasos cubanos que disponen de un ordenador.
El 1 de enero de 2001, en el Ministerio
de Informática y Comunicaciones se creó
una Agencia de Control y Supervisión (ACS),
encargada entre otras cosas de dar caza
a quienes hagan "un uso indebido de las
redes informáticas". Citado en un artículo
del diario Gramma publicado
el 23 de abril de 2003, Carlos Martínez
Albuerne, director de la ACS, cuenta que,
en 2002, se adoptaron sanciones contra 31
personas, por ese motivo o "por utilizar
mensajerías electrónicas que no les pertenecían".
El artículo no precisa las "sanciones" adoptadas.
Algunos
periodistas encarcelados por sus escritos
en el Net
En marzo
de 2003 fueron detenidos veintisiete periodistas
independientes, haciendo de la isla la mayor
cárcel del mundo para la profesión. Fueron
condenados a penas que van de 14 a 27 años
de cárcel. La mayor parte de las actas de
acusación incluyen algunas referencias a
su actividad en Internet. En efecto, la
mayoría utilizaba sitios de Internet con
sede en Estados Unidos, para publicar sus
artículos. Entre ellos :
-
Raúl Rivero Castañeda, poeta, periodista
y escritor, acusado entre otras cosas de
publicar textos "contrarrevolucionarios"
en el sitio norteamericano Cubanet
(www.cubanet.org).
Esta condenado a 30 años de cárcel.
- Héctor Maseda Gutiérrez,
periodista, acusado entre otras cosas de
publicar textos en el sitio Cubanet,
y de recibir dinero de ese medio de comunicación.
Está condenado a 20 años de cárcel.
- Adolfo Fernández Sainz,
entre otras cosas acusado de publicar
artículos "contrarrevolucionarios"en el
sitio www.nuevaprensa.org,
para que "sean utilizados, directa o indirectamente,
por el gobierno norteamericano, para continuar
su política de agresión contra Cuba". Está
condenado a 15 años de cárcel.
- Julio César Gálvez Rodríguez,
periodista, acusado entre otras cosas de
haber recibido dinero de sitios de Internet
como Cubanet y Encuentro
en la Red, y de consultar el Net desde
la Sección de Intereses Norteamericanos.
Está condenado a 15 años de cárcel.
Carmelo
Díaz Fernández, director de la Agencia
de Prensa Sindical Independiente
(APSIC), acusado de publicar artículos
en Cubanet, "agencia
de prensa financiada con fondos concedidos
por el Congreso de Estados Unidos, "para
efectuar un trabajo de subversión contra
el gobierno de Cuba". Está condenado a 15
años de cárcel.
La
caza de los internautas "no autorizados"
En enero
de 2004, las autoridades decidieron prohibir
completamente la utilización de la red telefónica
ordinaria para acceder a la Web, con el
fin de luchar contra las conexiones piratas.
Además, el decreto gubernamental pedía a
ETEC SA "que empleara todos los medios técnicos
necesarios que permitan detectar e impedir
el acceso a Internet" a las personas no
autorizadas. El decreto no ha entrado en
vigor todavía.
Telecom.
Italia, accionistas de las telecomunicaciones
cubanas
Telecom.
Italia posee el 29,3% de las acciones de
ETEC SA, el único operador de telecomunicaciones
cubano ; el resto del capital es de
propiedad del Estado. Pero ETEC SA, que
controla enteramente el Internet del país,
es utilizada por el gobierno para censurar
la Web y dar caza a los disidentes políticos.
En el proceso de los periodistas detenidos
en marzo de 2003 el operador cubano facilitó
algunos informes, para probar que los inculpados
habían utilizado la Red de manera "contrarrevolucionaria".
En marzo de 2004, Reporteros sin Fronteras
escribió al presidente del consejo de administración
de Telecom. Italia, para llamar su atención
acerca de las consecuencias de la participación
de su empresa en ETEC SA. La organización
le pidió que "interviniera, para intentar
influir en la política del régimen cubano
respecto al Net, y pedir la liberación de
los 27 periodistas encarcelados".
Sitios
de utilidad
Sitios que
publican artículos de los periodistas independientes
www.cubanet.org,
www.nuevaprensa.org,
www.cubaencuentro.com,
www.cartadecuba.org
Portal
oficial "Internet e Instituciones"
Portal
de la prensa oficial
*
El DAI (Digital Access Index) es un índice
creado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones,
para medir la capacidad de los individuos
de un país dado para acceder a las tecnologías
de la información y la comunicación. Las
notas van de 0 (incapacidad total) a 1 (acceso
perfecto)
**
Las apreciaciones (situación buena, media,
difícil, grave) se han establecido a partir
de siete criterios : ciberdisidentes
o periodistas digitales muertos, encarcelados,
acosados, censura de sitios informativos,
existencia de sitios informativos independientes,
existencia de proveedores de acceso independientes,
coste abusivo de la conexión.
Reporteros
sin Fronteras (RSF) defiende a los periodistas
encarcelados y la libertad de prensa en
el mundo, o sea el derecho de informar y
estar informado, en conformidad con el artículo
19 de la Déclaración Universal
de Derechos Humanos. RSF cuenta con nueve
secciones nacionales (Alemania, Austria,
Bélgica, España, Francia,
Reino Unido, Italia, Suecia y Suiza), con
representaciones en Abidyán, Bangkok,
Buenos Aires, Estambul, Montreal, Moscú,
Nueva York, Tokio, y Washington, y con un
centenar de corresponsales en el mundo.
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