CUBA
Informe anual 2006
Reporteros
sin Fronteras.
3 de mayo de 2006.
En 2005 no se registró ninguna mejora
en la situación de la libertad de
prensa en Cuba, sino todo lo contrario.
Una nueva oleada represiva, a lo largo del
verano, tuvo como consecuencia la detención
de otros tres periodistas, cuyos nombres
han venido a sumarse a la lista de los otros
20 encarcelados desde la primavera
negra de marzo de 2003.
Cuba sigue siendo la segunda mayor cárcel
del mundo para los periodistas. A pesar
de que siete de ellos salieron en libertad
en 2004, y otros dos en 2005, el año
transcurrido estuvo sobre todo marcado por
la detención de Oscar Mario González
Pérez, de la agencia independiente
Grupo de Trabajo Decoro, ocurrida el 22
de julio de 2005 en La Habana. Inculpado
con arreglo a la ley 88 de protección
de la independencia nacional y la
economía de Cuba, todavía
no le han juzgado. Pocos días antes
habían encarcelado, por alteración
del orden público, a Roberto
de Jesús Guerra Pérez, colaborador
de los sitios Payolibre y Nueva Prensa Cubana,
así como de la emisora Radio Martí.
El 9 de agosto, Albert Santiago Du Bouchet
Fernández, de la agencia Havana Press,
fue condenado a un año de cárcel,
por desobediencia civil y resistencia
durante su detención. El mismo día,
Lamasiel Gutiérrez Romero, de Nueva
Prensa Cubana, fue condenada a siete meses
de libertad vigilada, que el 11 de octubre
se transformaron en prisión incondicional,
porque la periodista había reanudado
su trabajo.
El estado de salud, física y mental,
de muchos de los 20 periodistas encarcelados
desde la oleada represiva de marzo de 2003
empeoró gravemente, a lo largo del
año pasado. Encerrados en condiciones
deplorables, la mayoría se encuentran
al límite de sus fuerzas. Consciente
de esta situación, Raúl Rivero
tituló Cárceles cubanas
: el único alivio, la muerte
un texto de apoyo publicado en El País.
Víctor Rolando Arroyo Carmona, que
permaneció 25 días en huelga
de hambre, es un ejemplo de la profunda
desesperación que aumenta cada vez
más entre los periodistas detenidos
en Cuba.
Fuera de las cárceles, para el Estado
cubano son válidos todos los medios
para silenciar a los periodistas independientes
: expulsión del domicilio, palizas,
citaciones frecuentes en la comisaría
donde los periodistas, insultados y amenazados
con la cárcel, a veces permanecen
retenidos durante varias horas.
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