Cuando
vuelan las cigüeñas
La manipulación de indicadores
Miguel A. García
Puñales. Centro de Información
y Documentación de Estudios Cubanos.
Distribuído por El
portal católico-cubano (www.cubacatolica.org).
No se asuste el lector, a estas alturas
no trataremos sobre el añejo film
soviético; mas bien sobre la fea
costumbre de un gobierno totalitario que
se empeña en despoblar su territorio
y ¡encima!, Lo presenta como un logro
sanitario "comparable" al de los
países altamente desarrollados. Ese,
es un problema de salud demográfica
que no es precisamente expresión
de desarrollo económico.
Las cigüeñas no se posan en
nuestro suelo, -huyen en balsas- horrorizadas
de la usual práctica cubana para
el control de la natalidad; el aborto, "técnicamente"
rebautizado como interrupción del
embarazo o mejor aún, como regulación
menstrual. Una nota de prensa citada a pie
de artículo reporta la pérdida
de casi cuatro millones de nacimientos en
menos de treinta años, sólo
ateniéndonos a los informes oficiales
del estado cubano sobre envejecimiento de
la población.
La otra noticia, multiplicada en los informes
técnicos de los organismos especializados
de ONU y rebotada con insistencia por cuanto
órgano de prensa sueña aún
con resucitar el viejo mito, no puede quedar
sin respuesta. Porque a fin de cuentas la
tasa de mortalidad infantil cubana de 6,5
por cada mil menores de un año en
2002, promocionada a bombos y platillos,
es en su interpretación tan falsa
como tantas otras aseveraciones de la dictadura.
Sólo que esta, mucho más
técnica es difícil de refutar
desde simples artículos de la prensa
noticiosa. Se necesita de un análisis
especializado, sobre todo si no se relaciona
con otros datos oficiales del estado cubano:
en igual período se produjo un índice
de abortos de 49,8 por cada cien nacidos.
Claro está, sin contabilizar las
regulaciones menstruales, es decir, los
abortos de bajo riesgo realizados teóricamente-
en el término de los primeros 14
días de interrupción del flujo
menstrual, en el ámbito de las propias
policlínicas y sin requisitos adicionales
de protección a las pacientes.
Cuenta el estado cubano para su campaña
con el probablemente- más potente
portal informático especializado
de la Isla; INFOMED, del Centro Nacional
de Información de Ciencias Médicas
de Cuba, -CNICM- miembro de la Red Panamericana
de Ciencias de la Información Médica.
Esta red, auspiciada por la Organización
Panamericana de la Salud OPS- es metodológicamente
una versión tributaria de la National
Library of Medicine NLM-, con sede
en Estados Unidos.
El área latinoamericana de información
científico médica a la que
Cuba pertenece, participa de una subred
en idioma español y portugués
BIREME es su órgano cabecera-
cuya sede se encuentra en la Universidad
de Sao Paulo y con la cual compitió
en su momento el CNICM por la obtención
de la sede sub. Regional, en concurso convocado
por la Organización Panamericana
y ganado por los brasileros.
En la actualidad, INFOMED, es uno de los
centros colaboradores de la red latinoamericana.
El CNICM cuenta además con la Editorial
de Ciencias Médicas ECIMED-
y diferentes servicios especializados que
abarcan todas las esferas del Sistema Nacional
de Salud.
Es por tanto, al margen de su influyente
participación técnica, un
potente centro de divulgación política
del régimen, que ha logrado con desembolsos
relativamente pequeños, situar en
el exterior su propaganda aprovechando los
beneficios de la Sociedad de la Información
y un proyecto financiado por la OPS desde
1997 para la creación de la Biblioteca
Virtual de Medicina en la región
de las Américas.
En la última década y gracias
a esta red, ha logrado el gobierno cubano
situar la producción de literatura
médica cubana y por tanto de
su autopromoción- al alcance de millones
de profesionales fuera de la isla. Especial
fuente de reproducción propagandística,
por cuanto de manera ingenua es común
considerar a la comunidad médica
internacional al margen de partidismos dado
el objeto de su humanitaria labor.
Mediante la fórmula de consultas
en línea en diferentes formatos,
incluidos los e-books, mataron como se dice
dos pájaros de un tiro; es decir,
solucionaron el insalvable problema de situar
las revistas médicas cubanas en el
exterior y recuperar para uso propio la
producción científica extranjera
inalcanzable para Cuba en formatos tradicionales.
Sirviendo de censores a qué deben
o no consultar los profesionales cubanos.
Por otra parte, la muy activa participación
de especialistas y directivos cubanos del
sector en la compleja red de las organizaciones
regionales y globales de la OMS/OPS, facilitan
la labor de las campañas mediáticas,
que mezclando realidades con verdades a
medias y francas mentiras, logran manipular
una buena parte de la opinión pública.
Algo similar ocurre con la participación
oficial en las asociaciones regionales de
bibliotecarios y documentalistas, que son
fuertemente penetrados por la propaganda
del gobierno cubano a través de las
versiones nacionales de tales asociaciones,
esto es, la Asociación Cubana de
Bibliotecarios ASCUBI- y la Sociedad
Cubana de Documentación e Información
Científico Técnica -SOCIT-
verdaderas puntas de lanza contra una parte
importante de la renacida sociedad civil;
las Bibliotecas Independientes(1)
No es extraño por tanto que en
pleno 2004, en medio del renacer de la nueva
ola antiamericana global, sea de encargo
poder presentar ¡indicadores de salud,
¡mejores que los de Estados Unidos!.
Pura verborrea.
A finales de 1990 visitó La Habana
el Dr. Milton Terry, prestigioso salubrista
norteamericano y uno de los teóricos
fundamentales -por aquella época-
de lo que se ha dado en llamar Higiene Social,
Epidemiología Social o incluso Administración
de Salud, en fin; aquella parte de las Ciencias
Aplicadas que se ocupa de la Dirección
de tan complejo universo bio-social.
Su visita en ocasión de un evento
científico internacional organizado
por las autoridades sanitarias cubanas,
coincidió con la publicación
en español de uno de sus textos fundamentales,
precisamente aquél donde definió
el concepto calidad de vida.
El texto, promocionado a bombos y platillos
por la editorial ECIMED tuvo sin embargo
un punto oscuro, algo así como uno
de esos huecos negros que dicen se encuentran
en el espacio intersideral... la conferencia
del distinguido visitante se efectuó
ante un auditorio políticamente seleccionado
y en local especialmente habilitado del
Centro Nacional de Perfeccionamiento Médico.
Y no era para menos, precisamente en el
primer año que el gobierno de la
Isla alardeaba públicamente sobre
indicadores de mortalidad infantil, -"mejores"
que los obtenidos por la capital de Estados
Unidos-, se aparece un teórico de
la sociología médica, americano
por demás, nada más y nada
menos que a conferenciar sobre indicadores
de calidad de vida; el tabú de la
práctica salubrista cubana.
Doce años después aún
pueden leerse en las páginas on line
de las revistas médicas cubanas,
artículos de relleno que parecen
sacados de un manual de adoctrinamiento
político para reclutas de las Fuerzas
Armadas (2)
Y es que el gran fraude cubano sobre evaluación
de indicadores, cuenta con un bien engrasado
aparato mediático que quiérase
o no, tiene permeado incluso al ámbito
científico internacional; al que
cualquier neófito pudiera suponer
libre de influencias políticas o
tendenciosas corrientes ideológicas.
Nada mas lejos de la realidad. Estamos hablando
de sociedad no de biología pura y
en términos sociales, nada ni nadie
escapa al marco político.
Por esa misma época el Supremo Médico
Nacional largaba numerosas horas de discursos
-¡qué extraño!- dedicándose
a pronosticar para el quinquenio siguiente
un incremento de la Esperanza de Vida de
los cubanos hasta los 80-84 años
de edad; para desespero de los bioestadísticos
del MINSAP, conocedores que ese indicador
no equivale a la media de años realmente
vividos por una generación y que
su cálculo estadístico real
no es modificable a voluntad como se empeñaba
en explicar Castro.
Se vio entonces obligado el Ministerio
de Salud a retirar de las bibliotecas médicas
los anuarios estadísticos, editados
ya con el pronóstico demográfico
de Esperanza de Vida hasta 2020 y que contradecían
-por defecto de casi 10 puntos- los anuncios
públicos del jefe de estado.
Y es que en términos de Calidad
de Vida, las estadísticas cubanas
sólo pueden amañarse sobre
la base de un discurso político fraudulento,
estableciendo bases de comparación
cuantitativas, estandarizadas fuera de contexto.
Tal es el caso de realizar el análisis
de las series estadísticas sólo
contra sí mismas o con falsas referencias
comparativas. Trataremos de explicar al
lector de forma sencilla lo que exponemos.
En el quehacer humano y en especial en
términos de salud pública,
-salvo muy raras excepciones del planeta-,
todos los países han mejorado sus
indicadores absolutos de salud. Es decir,
cada país de una larga lista, analizando
sólo sus propias estadísticas
de los últimos 50 años, ha
mejorado el estado de la salud de su población,
salvo claro está, la aparición
de episodios tales como guerras o grandes
cataclismos naturales imprevisibles; han
disminuido los índices de mortalidad
(muerte), de morbilidad (enfermedades) e
incrementado la esperanza de vida al nacer
(posibilidad de vida).
Esto es así por la confluencia de
numerosos factores globales que pueden resumirse
en el término filosófico Progreso
Social y cuyo análisis exhaustivo
no es objeto de este artículo. Muchos
análisis periodísticos que
pretenden hacer ver que el deterioro de
la Salud Pública en el llamado Tercer
Mundo es Absoluto, confunden el análisis
a voluntad con el enfoque Relativo del asunto
y aún este suele calcularse sobre
una base conceptual errónea, es decir
sacando los indicadores fuera de contexto
(3).
Tal y como viene haciendo desde hace 45
años el gobierno cubano. Otra cosa
es que proporcionalmente, la mejoría
del estado de salud de la población
en estos territorios sea inferior a sí
misma, comparativamente a la mejoría
observada en las zonas de mayor desarrollo
del planeta.
Como es perfectamente conocido, Cuba no
era, en desarrollo social y en términos
de salud un país "promedio"
de Latinoamérica, ni comparable con
los estados más pobres de la región.
De más está decir que nada
tenía que ver en términos
socio-económicos con las zonas menos
beneficiadas del planeta. En muchos indicadores
sociales era equiparable a países
europeos de la época; superior en
algunos casos.
Se encontraba, según sus indicadores
a punto de lograr lo que en economía
se denomina "despegue". En la
bibliografía y enlaces a pie de artículo
proporcionamos al lector la posibilidad
de que consulte la extensa información
de organismos internacionales y saque sus
propias conclusiones.
Por lo que situar al país para un
estado comparativo con grupos de países
que siempre estuvieron muy por debajo de
los indicadores cubanos, es como comenzar
una carrera de relevos con una pista de
ventaja. Las estadísticas son sólo
un instrumento de análisis y su manipulación
tendenciosa es bien conocida desde antaño.
Desde el mismo inicio del actual gobierno
se empezaron a establecer estados comparativos
manipulados, escogiendo indicadores que
permitieran justificar los "logros",
con el consiguiente progreso paulatino de
la penetración cubana en los organismos
especializados del sistema de Naciones Unidas,
que reaccionan según la participación
y logros de los países miembros.
En esto ayudó no sólo la
gran capacidad mediática de la propaganda
castrista, sino también y con mucho,
el gran desconocimiento que sobre la Cuba
real se tenía y se tiene- en
gran parte del mundo. Sin referirnos ya
a las dadivosas concesiones de becas y al
lucrativo tráfico de influencias
políticas a largo plazo.
Por eso al establecer estados comparativos
contra indicadores seleccionados, se da
la impresión de un salto que realmente
no se ha producido, es más, aportando
sólo indicadores oficiales del estado
cubano ante organismos internacionales,
es perceptible que el estado de salud de
la población ha empeorado en índices
relativos y en algunos casos, incluso, en
sus índices absolutos.
Situemos el ejemplo de la fecundidad; en
la misma medida en que disminuye nominalmente
la mortalidad infantil, decrece de forma
absoluta la natalidad, observemos:
(Para consultar Tasas
de natalidad envíe un e-mail a ceninfec@hotmail.com
Disponen de gráficos muy detallados)
Tomemos el ejemplo de la incidencia de
parasitosis en la población cubana
de todas las edades. Un difunto salubrista
cubano ya fallecido- que solía
hablar con los ojos cerrados, no se cansaba
de repetir en sus conferencias allá
por 1983, que "... aportan mucha más
salud a la población las obras de
alcantarillado que varias facultades médicas
juntas; Facultades se han hecho muchas,
pero alcantarillados...".
Nuestra población, con un porcentaje
relativamente alto de población urbana
desde mucho antes de 1959, incrementó
ese índice, agravado por el crecimiento
demográfico y el insuficiente, casi
nulo crecimiento habitacional y de obras
de urbanización. Lo que ha traído
consigo, luego del crónico abandono
inversionista y de la disciplina sanitaria
en la colecta de desperdicios, canalización
de residuales y tratamiento de las aguas;
que la población cubana presentara
ya en la década de los 80 índices
de parasitismo, superiores al
85% (4), siendo las parasitosis
de mayor incidencia las amebiasis (amebas)
y las giardiasis (giardias).
Los datos que actualmente aparecen en las
páginas estadísticas cubanas
referentes a parasitismo intestinal son
risibles y evidentemente manipulados si
se tiene un conocimiento mínimo del
estado de la calidad del agua potable y
de la colecta de residuales, insistentemente
denunciados desde fuentes independientes.
Para nada se establecen correlaciones con
los índices de infección por
Lestospira, relacionados con las plagas
rurales y urbanas, frecuentes a pesar de
que el país exporta desde la empresa
estatal Labiofam ingentes cantidades de
productos para la desratización.
Son estos, sencillos indicadores de morbilidad
que no suelen correlacionarse con los indicadores
de mortalidad o de esperanza de vida; no
es conveniente para el análisis del
estado de la salud de la población
con visión triunfalista.
Tampoco suelen hacerse públicos
los índices de algunas patologías,
sobre todo las carenciales; la Osteoporosis,
por ejemplo, de gran incidencia entre las
mujeres mayores de 40 años de edad
y relacionada clínicamente con la
falta de calcio en edades críticas,
que normalmente se obtendría con
una dieta sana, mediante el consumo de leche.
Tampoco progresaría ningún
análisis que intentara establecer
vínculos positivos o no- entre
el incremento de los casos de cáncer
de próstata y el uso indiscriminado
de la bicicleta por la población
masculina cubana en los primeros años
del llamado "período especial";
aunque sí promocionaron por los medios
de difusión masiva las supuestas
"bondades" del "masaje prostático"
que aportaría el sillín del
biciclo, cuando de golpe y porrazo sustituyeron
el ya deficiente transporte urbano por el
asiático medio.
Para nada pueden hacerse estudios sobre
indicadores de suicidio o lesiones auto
infligidas, sin autorización y control
expreso de los censores sanitarios, que
mantienen estos y otros resultados del estado
de salud de la población como información
clasificada. Claro, para evitar su manipulación
por el "enemigo imperialista".
Las siguientes gráficas tomadas
directamente de la Web de la Organización
Mundial de la Salud, demuestran el comportamiento
de este flagelo:
(Para consultar Gráficos
sobre estádisticas de suicidio en
cuba,etc. envíe un e-mail a ceninfec@hotmail.com
disponen de gráficos muy detallados)
Fuente: Anuario 2003.
Organización Mundial de la Salud
Un país donde los hábitos
tóxicos alcanzan niveles alarmantes
y donde el consumo de drogas por la parte
más joven de la población
era un secreto a voces negado oficialmente
por el estado a pesar de las evidencias,
no es precisamente un ejemplo de progreso
en calidad de vida; sobre todo si a ello
se sumaran indicadores tales como la dieta,
salud mental y reproductiva, índices
de divorcialidad, suicidios y muertes violentas.
Para qué referirnos a indicadores
de mayor calidad, tales como contaminación
ambiental, hábitat doméstico
etc.
Con el mito de la salud pública
cubana, sustentado en una mezcla ecléctica
de indicadores reales y amañados,
así como en la formación defectuosa
de miles de médicos en los últimos
15 años, pasará a la larga
como pasó con la visión que
la izquierda europea tuvo de la Isla, se
desvanecerá el mito. De ello se están
encargando los propios profesionales de
la salud que el estado cubano exporta.
Las carencias en actualización farmacológica,
así como serios problemas de aspectos
vinculados a la ética y la deontología
médica, son más que suficientes
para ir abriendo los ojos al mundo, sólo
que lentamente, pues el común de
los medios donde suelen ejercer sigue estando
por debajo de los propios patrones cubanos.
No es lo mismo tomar una decisión
clínica en un estado africano, donde
es fácil encubrir la yatrogenia daño
al paciente- con el error médico
y donde el sistema legal imperante impide
en realidad la reclamación, que en
un país de otro entorno; digamos
por ejemplo, Venezuela.
La realidad es muy terca y se resiste a
ocultarse, al menos durante todo el tiempo.
La indefensión de los pacientes
Son muy graves los problemas puntuales
de salud que presenta la población
cubana y de vez en vez, salen a relucir
a través de epidemias. Más,
su principal problema de salud radica en
la pésima calidad de vida del nacional
isleño.
En las propias estadísticas de la
OMS, se calculan alrededor de 10 años
perdidos a lo largo de la vida del cubano
promedio, producto de las afecciones patológicas,
es decir uno de cada siete años de
vida los dedica a padecer de diferentes
patologías que lastran su calidad
de vida, lo que ha sido dado en llamar el
indicador de Vida en Salud. Ese no es muy
de encargo divulgarlo y eso que todos estos
datos son referentes ¡a sus propias
estadísticas!, Cada vez menos fiables.
De qué serviría vivir más
años si una buena parte de ellos
los vive padeciendo enfermedades que le
acompañan hasta el fin de su existencia;
si el principal vehículo de control
de la natalidad es el aborto indiscriminado,
si la salud mental del cubano es tal que
ya desde principios de los noventa fue necesario
crear en el ámbito de cada municipio
una comisión interdisciplinaria de
salud mental dados los índices de
suicidios, trastornos de la conducta y otros
tantos flagelos que han ido cayendo sobre
la salud psíquica el cubano. Estas
comisiones de formaron bajo el mayor secretismo
y supeditadas al control cruzado del Partido
Comunista, Salud Pública y la Seguridad
del Estado.
Las banderitas de la salud y la educación
siguen siendo casi en exclusiva, los "logros"
en los que suele sustentarse el discurso
oficial cubano. Ambos son moneda falsa,
tan falsa como las supuestas buenas intenciones
de los diseñadores de la tragedia
nacional.
La educación malamente instruye
mientras adoctrina, no cumple ni de lejos
la máxima de preparar el alumno para
la vida, perdón, quise decir para
la vida libre. La salubridad se limita a
mantener con vida a la gran masa de esclavos
en que ha sido convertido un pueblo antaño
altivo; los necesitan para gobernar sobre
ellos, aunque como ya ocurrió en
1962 se esté dispuesto a propiciar
su desaparición en masa con tal de
no ceder en la pugna por el poder.
En más de una oportunidad se oyó
decir a funcionarios de la OPS en La Habana,
que el estado cubano les facilitaba el acceso
a las bases de datos para la verificación
de los datos primarios. ¡Pura falacia!,
Salvo el director de la oficina OPS en La
Habana, que por reglamento de la organización
debe ser extranjero y algún otro
asesor "temporero", todos los
técnicos y especialistas que trabajan
en la institución son cubanos empleados
por el MINSAP, pagados por el MINSAP y que
responden totalmente al gobierno cubano
y su política.
Sin embargo, la trampa está no sólo
en el procesamiento de la información,
sino en la enorme presión que se
ejerce sobre la toma del dato primario.
Es en la base donde abrumadoramente se autocensura
la información, para tratar a toda
costa que los resultados ofrecidos sean
los esperados por los superiores y de paso
evitarles implicaciones directas a estos.
De eso conocen bien los profesores cubanos,
artífices de los cientos por cientos
de promoción escolar; los directores
de empresas y planes especializados etc.
Con sólo observar la estatua de Ubre
Blanca en Isla de Pinos se tendrá
una imagen del disparate nacional popularmente
bautizado como "globo". Cierto
es que no es un aporte cubano, ya de antaño
los soviéticos se habían agenciado
el "estilo" stajanovista de trabajo
y fraudes científicos como los de
Lysenko sentaron cátedra.
Una de las ventajas que ha mantenido durante
decenios el estado cubano, es la inexistencia
de fuentes verdaderamente independientes
para la verificación de los datos
que publicita.
Aunque esta es una práctica no sólo
habitual sino de obligatorio cumplimiento
en cualquier sistema social, los regímenes
comunistas la mimetizan creando supuestas
"organizaciones no gubernamentales",
con participación directa de sus
"cuadros" políticos y administrativos.
Sólo que en los últimos años
la aparición de entidades verdaderamente
independientes que han ido ganando prestigio
en el exterior, comenzó a acorralar
la fantasiosa visión que de sí
mismo da el gobierno cubano, mostrando al
mundo la realidad diaria del habitante de
la Perla del Caribe.
Ya se sabe que la última ola represiva
ha sido el zarpazo a los líderes
de entidades que supieron resistir las campañas
de descrédito, penetraciones y manipulación
del régimen. Es por ello importante
acudir también en el análisis
de la realidad cubana a fuentes externas
de evaluación de los datos; práctica
que parece haber sido desterrada de muchos
organismos internacionales con relación
a Cuba, ante todo por la imposibilidad de
acceder a esas fuentes de la misma forma
que se puede acceder, por ejemplo, en un
estado democrático.
Las invitaciones a la isla, las medallas
concedidas, el "embrujo" de compartir
mesa y palique con el dictador cubano y
el sabroso turismo de visitas oficiales,
pesan más que arriesgarse a la contrastación
real de la realidad que se les vende.
Por considerarla de interés para
el lector y tomada de fuentes independientes,
reproducimos a continuación el fragmento
oficial de un informe de investigación
presentado en 1993 por el ICIODI, Instituto
Cubano de Investigación y Orientación
de la Demanda Interna, dependiente de la
Academia de Ciencias. En este caso sólo
transcribimos un fragmento del mismo, aquél
referente al estado de salud de la población
(5):
"...IV. Relación entre las
condiciones de vida y la salud; condiciones
de vida y situación de salud, 1993
Este trabajo se elaboró reorganizando
las estadísticas de salud según
los requerimientos de la muestra de la investigación
sobre condiciones de vida y necesidades
antes referenciada, intentando relacionar
las variaciones en las condiciones de vida
con las variaciones en la situación
de salud desde el punto de vista epidemiológico.
Los resultados podrían ser indicativos
de lo que se estaba arriesgando de mantener
la política de período especial
planteada. Para identificar la situación
de salud, se determinaron los indicadores
teniendo en cuenta:
a. Preferiblemente pudieran presentar comportamientos
diferentes en el contexto nacional.
b. Presumiblemente pudieran presentar variaciones
en relación con las condiciones de
vida.
c. Se tratase de problemas con cierta relevancia
cuantitativa.
El análisis de composición
de los datos de condiciones de vida y situación
de salud aportó la información
siguiente:
Municipios de Ciudad de La Habana
- En la estructura de la mortalidad por
causas predominan: las enfermedades crónicas,
en especial los accidentes, la mortalidad
por tumores con localizaciones prevenibles
por programas de salud (pulmón).
Existen las mayores tasas de ancianos fallecidos
por caída accidental. Hay sobremortalidad
masculina.
- Baja natalidad y fecundidad. Las curvas
de fecundidad son de cúspide tardía:
no se garantiza el remplazo poblacional.
Se utiliza el aborto como medio de control
de la natalidad.
- En la estructura de morbilidad por enfermedades
trasmisibles se advierte un predominio de
las trasmisibles por vía sexual y
vía digestiva --hay tasas de intoxicación
alimentaria elevadas, que se asocian a deficientes
condiciones higiénicas.
Zonas de Nueva Asimilación Industrial
(ZNAI)
- En la estructura de mortalidad por causas
predominan las enfermedades crónicas
y las evitables por mejoramiento de las
condiciones de vida. un lugar importante
lo ocupan los accidentes asociados a las
características físicas de
la zona y la actividad económica
que se desarrolla. Hay sobremortalidad masculina.
- Se presenta la tasa más alta de
enfermedad perinatal, señalando la
importancia de los servicios de salud para
este grupo de riesgo.
- Las curvas de fecundidad son de cúspide
temprana y el aborto se utiliza como control
de la natalidad.
- La morbilidad presenta predominio de
las enfermedades trasmisibles por vía
sexual y vía respiratoria. En las
trasmisibles por vía digestiva predomina
la intoxicación alimentaria.
- Se hallaron altas tasas de leptospirosis.
Zonas rurales llanas
- La estructura de mortalidad por causas
ocupa un lugar intermedio respecto a las
otras zonas estudiadas, predominan las enfermedades
crónicas, y resaltan las infecciosas
y parasitarias, en el grupo de 1 a 4 años.
En los adultos, el suicidio.
- Con relación a los tumores, los
más frecuentes fueron el de útero
y próstata, que están sujetos
a programas de prevención. También
hay sobremortalidad masculina.
- La cúspide de fecundidad es temprana.
Se evidencia emigración femenina
y utilización del aborto como control
de la natalidad.
- La estructura de morbilidad se caracteriza
por enfermedades trasmisibles por vía
respiratoria, y en los menores de 1 año,
las trasmisibles por vía digestiva.
- Se hallaron altas tasas de hepatitis
y leptospirosis.
Zonas rurales montañosas
- La estructura de la mortalidad se presenta,
en general, con predominio de las enfermedades
crónicas y, en particular, las evitables
por mejoras de las condiciones de vida.
Un lugar importante lo ocupa el suicidio.
Las enfermedades infecciosas y parasitarias
son una causa de muerte importante para
el grupo de edad de 1 a 4 años. En
relación con los tumores, los de
localización prevenible, como útero
y próstata, muestran las tasas más
altas.
- La fecundidad presenta curvas de cúspide
temprana. Se evidencia la emigración
femenina en edades fértiles y se
utiliza el aborto como control de la natalidad.
- La estructura de la morbilidad presenta
predominio en las enfermedades trasmisibles:
hepatitis, leptospirosis y fiebre tifoidea.
En los ancianos de 65 años y más,
las enfermedades trasmisibles por vía
digestiva.
En el informe final se reitera entre las
conclusiones que: el desarrollo de las capacidades
y potencialidades de los individuos (en
Cuba), no guarda relación con las
posibilidades de realización en la
vida material cotidiana, mediatizando el
sentimiento de bienestar y el proceso de
adaptación psicosocial de una parte
de la población. Y se repetía
que era necesario: enfatizar en acciones
dirigidas al mejoramiento de las condiciones
de la vida material cotidiana.
A la fecha de presentación de este
informe la epidemia de neuritis óptica
y periférica estaba en plena efervescencia
Estaban aumentando las muertes por infecciones
debidas a las condiciones higiénicas
ambientales. La anemia funcional ya era
reconocida en voz alta, y había serias
preocupaciones con las secuelas que traería
la ingestión de los nuevos alimentos
inventados para que parecieran lo que no
eran: no estaba bajo control el uso de determinadas
sustancias químicas que se utilizaban
como aglutinantes y conservantes..."
Si una cosa sabe el gobierno cubano y su
Ministerio de Salud es que la opinión
pública posee mala memoria, sólo
recuerda el último bombardeo informativo.
Los afectados por la poli neuropatía
epidémica ya no son recordados por
nadie; miles de ciudadanos afectados permanentemente,
con limitaciones extraordinarias de su calidad
de vida, incluida en muchos casos la ceguera
total. Casi nadie conoce, fuera de determinados
círculos de la Isla, que el estudio
internacional sobre la epidemia concluyó
determinando la alta probabilidad de una
combinación fatal entre carencias
proteicas e intoxicaciones alimentarias
como causa cierta del origen de la epidemia.
Esta fue el resultado del brusco corte
de los abastecimientos, sobre todo en las
provincias occidentales del país,
unido a los experimentos sobre mezclas y
combinaciones de pastas y otros bodrios
alimenticios; así como de la falta
de control sanitario en la transportación
de agentes químicos; en fin una combinación
consistente en la supresión brusca
del consumo de proteínas y factores
tóxicos vinculados al consumo de
sustitutos proteicos en los alimentos tradicionales.
Como quedó demostrado mediante el
envenenamiento colectivo a través
del consumo de pan, en el poblado de Calabazar.
Episodio ocurrido en 1993 a escasos dos
kilómetros del aeropuerto internacional
de La Habana, que se saldó con cientos
de afectados y el silencio oficial de sus
causas, así como con el reparto gratuito
de alimentos "cortesía del Consejo
de Estado", según se informó
a los vecinos.
No se abrió una investigación
pública ni se divulgaron sus resultados.
Muchos recuerdan a varios chivatos de CDR
gritando en las calles "-paredón",
en medio de la movilización popular
y espontánea para trasladar a los
afectados a las instituciones hospitalarias.
Era más fácil pedir sangre
dando por supuesto un acto terrorista inexistente,
que pedir cuentas sobre las causas de una
intoxicación alimentaria. ¡Así
funciona el país!
El Centro Nacional de Información
de Ciencias Médicas, que se dedicó
con particular entusiasmo a promocionar
en sus publicaciones nada más y nada
menos que la sustitución del hilo
de sutura quirúrgico por hilo de
henequén, experimentado en 1991 en
la provincia de Pinar del Río, precisamente
el lugar geográfico del país
donde comenzó la epidemia; nada dijo
de esta, salvo la versión oficial
de Castro que le atribuía su origen
al consumo de tabaco y alcohol, o los infructuosos
intentos de hallarle un origen vírico;
para luego terminar incluyendo al dictador
como co-autor del libro -financiado por
la OPS- (6)
y que ofrecía los resultados de la
comisión médica internacional
que trabajó en la Isla para la determinación
del verdadero origen del problema.
Nadie menciona ya, la atroz política
de exclusión a los pacientes VIH
+ o SIDA, dictada en su momento por la dictadura
y sus Ministerios del Interior y Salubridad,
que llevó a cientos de personas a
confinamientos sanatoriales, estigmatización
pública y persecución policial,
en una política totalmente errada
en la práctica internacional del
control de enfermedades de transmisión
sexual y sanguínea(7).
Para nada se abordan en las revistas científicas
cubanas los aspectos legales de protección
al paciente; encontrándose estos,
totalmente a merced de los errores médicos,
yatrogenias e incluso de verdaderos crímenes
por negligencias, toda vez que no existen
en Cuba los medios jurídicos para
aislar la acción médica de
sus consecuencias legales.
Los pacientes fallecidos son sometidos
a necropsias en los propios departamentos
de Anatomía Patológica de
las instituciones donde fueron atendidos,
sin mediación de representantes legales
de la familia ni criterio médico
independiente que evalúe la verdadera
causa de la defunción, salvo que
se estime homicidio o asesinato, en cuyo
caso pasan al Instituto de Medicina Legal.
Sin contar la práctica establecida
de constituir a todas las entidades hospitalarias
del país como docentes, sin previa
autorización de los pacientes; que
tienen la obligación inconsulta de
admitir prácticas sobre su persona
a personal médico y paramédico
en formación.
Estudiantes que por demás son utilizados
comúnmente como fuerza de trabajo
en las entidades de salud. Si alguien lo
duda, visite una sala hospitalaria cualquiera
en horario nocturno y pruebe a contabilizar
cuántos estudiantes de enfermería
atienden las salas y qué proporción
representan del total de personal calificado
disponible, es muy fácil hacerlo,
el color de sus uniformes los identifica.
Si a indicadores de calidad en la atención
nos referimos, entonces estamos hablando
de un sistema descontrolado. Un estudio
realizado durante todo el año 1997
en dos salas de atención hospitalaria
de la capital y cuyo único objetivo
era validar un sistema fiable de encuestas
para la medición de la calidad de
los servicios, terminó por concluir
una evaluación media de entre 35-52
puntos sobre 100 posibles en indicadores
tales como: cumplimiento de las indicaciones
médicas, higiene del entorno hospitalario,
yatrogenias y satisfacción del paciente,
entre otros (8).
Estos no son aspectos que gusten de publicar,
contradicen su propio discurso y serían,
por qué no, indicadores que ponen
en duda la interpretación del dato
que nos venden como "maravilloso".
Los profesionales de la salud y los científicos
también se autocensuran, la búsqueda
de la verdad pasa por arriesgar el puesto,
quizás la libertad y es más
prudente seguir la corriente.
Por otra parte, en los medios científicos
cubanos pasa como en el resto del país,
rige la Omertá, si alguien no está
familiarizado con el término, no
lo busque en la literatura científica,
se encuentra en todos los diccionarios;
el autor que mejor la ha descrito es Mario
Puzo y su obra tiene como título
El Padrino.
Bibliografía consultada:
Publicaciones científicas
especializadas:
- Estado Mundial de la
Infancia 2002. Capacidad de liderazgo. ISBN
92-806-3669-3. UNICEF, Palais des Nations,
CH- 1211.Ginebra 10, Suiza. www.unicef.org
- Manuel Orozco. Impacto
de la emigración en la región
del Caribe y de la América Central.
FOCAL, Fundación Canadiense para
las Américas. ISBN-1-896301-91-6.
Mayo 2003. www.focal.ca
- Informe sobre la Salud
en el Mundo.2003. Organización Mundial
de la Salud, OMS. 1211 Ginebra 27. Suiza.
www.who.int/en
- Actualización
del programa nacional de la neuropatía
epidémica. MINSAP. Cuba. 1997. http://aps.sid.cu/E/proneuropatia.html
- Estadísticas
de Salud en Cuba. Dirección Nacional
de Estadísticas del MINSAP. Cuba.
http://www.infomed.sld.cu
- Encuesta de Indicadores
Múltiples por Conglomerados. Clúa
Calderín, Ana Mª y colaboradores.
MINSAP. Cuba. 2000. http://www.infomed.sld.cu
Publicaciones de fuentes
independientes:
- Los llamados "Logros"
de la Revolución. Grupo de Trabajo
de la Disidencia Interna. Suplemento especial
al Boletín Nº9.II año.
La Habana. 1998. www.cubanet.org
- Cenit y Eclipse: Condiciones
socio económicas en Cuba, antes de
Castro y al presente. Programas de Información
Internacional. Departamento de Estado de
los Estados Unidos. Revisado en junio de
2002. http://usinfo.state.gov/espanol/
Publicaciones de fuentes
periodísticas:
- El Producto Interno
Bruto cubano, durante la República
y la Cuba de hoy. Bert Corzo. CUBANET. www.cubanet.org
- Record de abortos.
La Razón Digital. España.
7 de enero de 2004. www.noticubainternacional.com
Bibliografía citada:
1. Los
tontos útiles. García Puñales,
Miguel A. La Nueva Cuba. www.lanuevacuba.com
(REGRESAR)
2. La
economía y la Salud Pública
en Cuba en la década de 1960.Arocha
Meriño, Carmen. Revista cubana de
Salud Pública 2000; 24(2): 141-7.
www.infomed.sld.cu (REGRESAR)
3. Niños
que mueren en el Tercer Mundo. Peter Turner.
Libertad Digital. www.libertaddigital.com
(REGRESAR)
4. Encuesta
Nacional de Parasitismo. Documento no publicado.
CNICM/ MINSAP, Cuba .1983 (REGRESAR)
5. Las
condiciones de vida en Cuba. Donate Armada,
Maida. Informe de investigación del
ICIODI.1993. http://lanic.utexas.edu/la/cb/cuba/asce/cuba4/donate.html
(REGRESAR)
6. Poli
neuropatía epidémica en Cuba.
Colectivo de autores. Editorial ECIMED/OPS.
La Habana. Cuba.1996 (REGRESAR)
7. El
Sistema Sanitario cubano. García
Puñales, Miguel A.. Revista Hispano-
Cubana Nº 7. Madrid. 2000. www.revistahc.org
(REGRESAR)
8. Calidad
de los servicios. Informe de estudio. Pérez,
Aurora y colaboradores. Facultad de Ciencias
Médicas "Dr. Enrique Cabrera". La
Habana 1998. (REGRESAR)
Asociación sin ánimo
de lucro. Inscripta con el Nº 170335
Sección 1ª al Registro Nacional
de Asociaciones.
Dirección Postal:
C/ Quintana 20. 2º E. Buzón
de Correos. CP. 28008. Madrid
Fax: (34) 91 141 21 02
Correo electrónico: ceninfec@hotmail.com
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