www.cubanet.org |
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente y su autor. |
El buque madre Frank Correa LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) - Tetis, padre de familia residente en el municipio La Lisa, se lanzó al mar el 10 de septiembre por la costa de Jaimanitas, desesperado por su situación económica. Tetis se iba del país en una balsa rústica, con dos amigos más, también de La Lisa. Era de noche cuando lo subieron al buque madre. Lo bañaron, le dieron ropa nueva y lo pusieron a dormir en cubierta. El buque madre estaba recién pintado. Por los cristales se veían a los oficiales y marineros americanos en sus faenas. Había un radar blanco que giraba lentamente. Le trajeron frijoles mexicanos, largos, nadando en agua. Supo que eran de la tierra de María Félix porque se lo dijo un marine de origen mexicano. También le dieron pan y yogurt. No quiso comer los frijoles, botó el plato plástico por la borda. Mojó el pan con el yogurt y lo comió con calma, mientras veía pasar los cayos alumbrados por el reflector. A veces imaginaba ver entre los mangles hombres náufragos luchando por salvarse, pero miraba bien y eran solo las sombras del agua distorsionadas por la luz. Cuando se cansó de ver agua por todas partes se acostó sobre cubierta. Se percató de que yacía sobre una señalización, el lugar de aterrizaje del helicóptero. Lo tomó como un augurio. Miró el cielo estrellado, luego la inmensidad del estrecho de Florida -mucho mayor que lo que indica el mapa-, pensó en sus hijas, en la suerte de estar vivo, y poder regresar a casa. |