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Festivales y sueños de verano Miguel Iturria Savón Dedicada a Cataluña, la XXII Huella de España tuvo momentos atractivos, como el Aché Primavera, de la Asociación Cultural Entretierras (España), que actuó en la Casona de Línea; el Ballet Español de Cuba, dirigido por el coreógrafo Eduardo Veitía, que presentó Éxitos del Ballet Español, el domingo 25 en la Gala del Festival, efectuada en el Gran Teatro de La Habana, donde interpretaron la Suite de Lecuona, con las coreografías Andalucía, Gitanería y Malagueña, a cargo del pianista Daniel Martínez y la actuación especial de la soprano Johanna Simon. En la Sala Roldán, el domingo 25 en horas de la mañana, la Orquesta Sinfónica Nacional ofreció la batuta al director hispano Carlos Fernández Aranzay, que escogió obras de Rossini, Donizetti, Bellini y zarzuelas de Ernesto Lecuona, Roy y Vives. La IX edición del Festival Internacional Corohabana, de frecuencia bianual para agrupaciones corales de la isla e invitados extranjeros (México, Gran Bretaña y Venezuela), estuvo dedicada al Coro Nacional por su cincuentenario, el cual actuó el sábado 24 en la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís. La apertura y clausura tuvieron por escenario el Teatro Auditorio Amadeo Roldán, sede principal del evento, que contó con las actuaciones de los grupos cubanos Entrevoces, el Coro Polifónico de La Habana, Exaudi, la Schola Cantorum Coralina, Vocal Leo, el Ensamble Vocal Luna, y los coros de cámara D’Profundis, Sine Nomine y Música Áurea. Las sedes alternativas fueron el Oratorio San Felipe Neri, el Palacio de las Cariátides y la Iglesia de San Francisco de Paula. Tanto El sueño de una noche de verano, como Josefina la viajera, aún en cartelera al igual que Las desobedientes, de Orietta Medina, directora del teatro Hubert de Blanck, son entregas mayores de 2010. En su montaje de El sueño, Carlos Díaz, director del grupo de teatro El Público, utiliza la versión dramatúrgica de Norge Espinosa, la asesoría de Xenia Cruz (danza) y Bárbara Llanes (música) y jóvenes actores de la Escuela Nacional de Arte que se gradúan con esta obra. La comedia, exhibida en el Trianón, de martes a jueves, refresca la escena insular a pesar del calor de la sala. La introducción de música cubana y algunos cambios en los textos favorecen el atractivo de la entrega, marcada por la simplicidad escenográfica y el balance actoral, sin detrimento del ritmo y la intensidad shakesperiana. Concebida como una fiesta en la corte isabelina, y ambientada entre el palacio del duque y un bosque de una Atenas imposible, El sueño mezcla disímiles referentes que perfilan las pasiones humanas y la confabulación del dramaturgo, que retoma el tema del amor, los equívocos y la música, sin sacrificar la poesía. La otra entrega de Carlos Díaz y Teatro El Público, Josefina la viajera, presentada en la sala Trianón de viernes a domingo, con las actuaciones de Osvaldo Doimeadiós, Laura Hernández, Ángel Ariel González y Rolando Boet, recrea el épico conflicto de Arjuna en La canción del Señor, o Bhagavad-Gita, redivivo con gracia insular y obsesión libertaria. |