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Integridad y talento no son nociones incompatibles.

Shakira y Ricky Martin nos muestran de qué están hechos.

Rolando D. H. Morelli, Ph. D.

FILADELFIA, Pensilvania, marzo, www.cubanet.org -No sorprende en verdad, a los entusiastas y seguidores de la artista colombiana Shakira —bien que constituye motivo adicional de admiración por ella— su inequívoca adhesión y llamado a favor de las Damas de blanco y la causa que estas mujeres defienden, día a día por las calles de La Habana, sin otra arma a su disposición que su coraje, rodeadas por la hostilidad organizada de un régimen tiránico que no admite el menor cuestionamiento a su existencia, y se aferra con argucias, falsos razonamientos y represión, al poder absoluto que detenta hace más de medio siglo su gerontocracia.

La clase, (o el ángel o duende que dirían otros) cuando se poseen como prenda del carácter, se revela incuestionablemente en los grandes artistas como en los individuos más humildes mediante actos coherentes y decisivos. La exitosa Shakira, o el no menos exitoso Ricky Martin, no requieren de fintas ni esguinces de ninguna índole para ser quienes son, y han llegado a ser por su constancia y talento. Por lo general, además de hacer bien lo suyo, Shakira se ocupa de ayudar a niños desamparados, de facilitar que se construyan escuelas para ellos, y otros empeños tan nobles como imprescindibles. Algo semejante ocurre con el puertorriqueño Martin. A diferencia de otros, no baten el cuero de las causas diz que de la paz universal y otras matracas mientras ignoran a las verdaderas víctimas de la opresión en nombre de generalizaciones interesadas y verdades a medias, que como se sabe, ya son mentiras redondas.

Encomiable, serena, respetuosa y humanista —en el sentido que originalmente se atribuye a la palabra— resalta pues en el panorama de los Juanes, Bosés y alguno otro, la disposición solidaria de Shakira para con las Damas de blanco en Cuba, y con los cubanos del exilio, mediante una declaración tan diáfana como comprometida con la verdad y la justicia.  “Hoy me uno a la convocatoria realizada por Gloria Estefan en apoyo a las damas de blanco, verdaderas heroínas de nuestro tiempo, estandartes de la valentía femenina y víctimas de la represión y la violación de los derechos humanos en Cuba. Que este clamor por la libertad de los presos políticos y el respeto a los derechos humanos se eleve hasta el corazón mismo de los tiranos y que ante todo siembre semillas de libertad en todos los jóvenes del mundo, porque de nosotros depende la justicia”. 

Asimismo se decanta Martin al reclamar libertad para los presos políticos cubanos en su página de internet. A diferencia de lo que declara a su vez Juanes, que presto observa la dirección en que viaja la ola de la opinión pública internacional respecto a Cuba, y ni corto ni dispuesto a perder el pie, re-coloca su tabla con intención de correr ventajosamente la cresta de la misma, Shakira, sobre todo, es categórica en su apoyo al coraje de esas mujeres cubanas tanto como en su condenación al régimen que las reprime. Allí donde Juanes confunde, o busca confundir y manipular las cosas (a menos que se trate de verdadera estulticia e incapacidad de su parte para discernir hechos y circunstancias) Shakira expresa lo que por cualquier parte que se mire no puede ser “interpretado” con arreglo a sofismas de ninguna clase.

Juanes por su parte —sí, el mismo que convocara no hace mucho el llamado Concierto por la paz (de los cementerios, sin dudas) que tuvo lugar en la capital cubana, precedido de toda clase de denuestos al pueblo cubano del exilio, que a diferencia del que radica en Cuba, ha alcanzado la libertad de palabra y opinión al costo de renunciar a su país— clama ahora con su ambigua y equívoca solidaridad por la “libertad para todos los presos políticos de…” y encabezaba la lista de países nada menos que con los Estados Unidos, donde según él hay o debe haber presos políticos. También dice haberlos en su país de origen, Colombia.

Es decir, Juanes coloca en un mismo plano a quienes reclaman meramente el derecho a opinar y expresarse libremente y son víctimas de un estado todopoderoso como el cubano, en posesión de todo y en condiciones de actuar impunemente contra sus ciudadanos, con aquellos que manifiestan o han sido convictos de actos de terrorismo que se cobran la vida de innumerables víctimas, en el nombre de una opinión o ideología que juzgan como la única acertada y aspiran a imponer desde el poder a todos los demás, porque éste es, a fin de cuentas, el propósito declarado de su lucha: imponer por la fuerza sus ideas al resto. ¿Se requiere acaso de poseer un cerebro privilegiado para entender con claridad una ecuación tan simple y claramente planteada por los interesados, de valor igual a? ¿Habrá reflexionado alguna vez este tonto de Juanes, idiota útil de capirote y bolillo, lo que tiene de terriblemente equivocado su razonamiento, si es que se le puede dar a su idiocia la categoría de pensamiento? “Donde quiera que estén… libertad por favor", suplica este predicador de la melcocha envuelta en papel de regalo. El mismo Juanes, sí, que hace unos días insultaba a la madre del dictador venezolano, sin recato alguno ni consideración de ninguna índole por ella, y valiéndose de su twitter. De más está decir que la señora madre de Chávez no puede en justicia ser responsabilizada por los desmanes de su hijo.

Por fortuna, la colombiana Shakira y el puertorriqueño Ricky Martin, hacen contrapeso efectivo y digno con sus declaraciones en apoyo a las Damas de blanco y a los presos políticos cubanos (presos por el mero delito de opinión), a las babosadas de esos artistas y figuras latinoamericanas y españolas afectos a la tiranía siempre que sea del sesgo siniestro, y cómplices voluntarios del régimen cubano cuyas acciones están dispuestos a defender aún a costa de la verdad, con declaraciones y actitudes sinuosas, mintiendo con medias verdades o mentiras absolutas, pero eso sí, con muy buena conciencia y sin perder la sonrisa. En medio de este tétrico y bochornoso panorama, brillan con luz propia y contrastante Shakira y Ricky Martin. ¡Bravo por ellos! ¡Salud y nuevos éxitos!

Durante la concurrida marcha en apoyo a las Damas de blanco, convocada días antes por Gloria Estefan, a lo largo de la calle 8 de la ciudad de Miami pudo comprobarse el apoyo de muchos otros latinoamericanos cuyas enseñas nacionales eran un testimonio de su afecto y solidaridad con los cubanos. En este contexto de verdadera hermandad latinoamericana, pero sobre todo de afinidad en los principios de defensa de la libertad, situamos las declaraciones de Shakira y Ricky Martin a favor de la libertad y el respeto a los derechos humanos en Cuba.

Una vez más: ¡Bravo! ¡Bravo por ellos que nos demuestran que talento e integridad no son necesariamente nociones incompatibles!

Rolando D. H. Morelli, Ph. D.
Escritor, académico e intelectual cubano, reside en Philadelphia. Es también co-fundador de las Ediciones La gota de agua.