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El énfasis de Vincent, y las historias del sujeto: Algunas reflexiones al pie de las evidencias

Rolando Morelli, Ph. D.

FILADELFIA, Pensilvania, marzo, www.cubanet.org -¡Es evidente, e innegable! Los verdugos de La Habana se han sentido contra las cuerdas. Han sido sorprendidos in fraganti con las manos ensangrentadas cuando en un acto más de insolente menosprecio a la opinión pública internacional, provocaron la muerte de Orlando Zapata Tamayo. Por eso acuden al comodín comodán de los voceros presuntamente independientes del patio, al uso de los Ubieta Gómez, periodista del «Granma», y a los amigos de la Revolución (a.k.a. amigos de Cuba), en los diferentes medios de comunicación del mundo libre. En España, se apresuró a saltar de inmediato a los escenarios del escándalo, el actor llamado Willie Toledo —otro sin dudas que busca hacer carrera de la confusión— con la intención de convertir en materia de prensa amarilla lo que en buena ley correspondió a las primeras páginas y titulares de los principales medios noticiosos del mundo: la muerte por huelga de hambre en las cárceles de Cuba de un preso absolutamente indefenso, en momentos en que la izquierda española y el gobierno socialista de Zapatero intentan confundir a la Unión Europea respecto a la situación real de los derechos humanos en Cuba, haciendo pasar gato por liebre desde la presidencia temporal de esta entidad regional. Otro que ya ha entrado en movimiento, desplazándose sinuosamente como es en él su costumbre y naturaleza, es el periodista de El País Mauricio Vincent.

Mientras que el número de los disidentes en huelga de hambre en protesta por la muerte de su compañero Zapata Tamayo ha ido en aumento, Vincent se apresura a declarar a todo trapo que “La disidencia cubana pide que se suspendan las huelgas de hambre”, sin aportar en su trabajo por otra parte, evidencia alguna que respalde su afirmación a priori. La parcialidad franca o solapada de Vincent como corresponsal español en La Habana de los Castro hacia el régimen, es de sobras conocida. Bastaría con re-leer sus crónicas de otros momentos y cotejarlas entre sí para dar con ese hilo de abyección que las une y les proporciona una columna vertebral de la que, de otro modo carecería, pues Vincent no posee obviamente la espina dorsal de un periodista independiente, sino la del saurio que se calienta guardando la sombra.

Fingiendo que se hace eco de las opiniones de algunos disidentes —y es posible que entre ellos los haya de esta opinión— Vincent suscribe la consigna que con urgencia le dicta el régimen. La tiranía no tiene alternativas de producirse una sucesión de huelgas como único recurso de que disponen los presos y sus familiares para protestar y hacerse oír ante el mundo: o los deja morir como ya hicieron antes muchas veces, o los ponen en libertad y de este modo alientan la disensión con todas las consecuencias que esto podría traer a corto plazo para la satrapía cubana. La tiranía corre contra reloj, porque tarde o temprano caerá por su propio peso, pero la diarquía Fidel-Raúl y otros de su entorno se rehúsan a aceptar una verdad que acabará aplastándolos. Los cubanos ya no pueden soportar mucho más tiempo las cadenas que los inmovilizan y aplastan.

Coincidencia de coincidencias, y nada lo es en este asunto, Vincent afirma al dictado lo mismo que declaró Lula durante su visita y lo que ha declarado con supina complicidad el cónclave de obispos de Cuba. ¡No a la huelga de hambre! Estos le llaman pecado por otro nombre, Lula la desaconseja sin que quede claro en sus declaraciones porqué exactamente; Vincent, poniendo en boca de una vaga congregación a la que llama “la disidencia cubana” advierte que “el gobierno [de Cuba] será ‘insensible’ a este tipo de acciones”, es decir, busca asustar. ¡Por favor, hagan algo! Parece decirnos, pero nos sugiere además lo que ese algo debiera ser: persuadir a los desesperados presos que renuncien a su único recurso frente al régimen. ¡No denunciar la intransigencia y la barbarie del régimen, que no empieza por dejar morir de hambre a un preso en huelga, sino por encarcelar precisamente a una persona que no hace más que disentir por la vía pacífica! No. Antes, persuadir a los reacios de que depongan la insensatez que significa una huelga de hambre frente a un régimen duro. Ésta parece tratarse de la misma táctica que aconseja Zapatero, y sobre todo su inefable Moratinos en el sentido de que lo que hay que hacer es concesiones al régimen para endulzarle el carácter y persuadirlo a aflojar un poco la mano de hierro. En realidad, se trata de una estrategia de confusión y contubernio entre los Castro y los socialistas españoles para sembrar el caos e inducir la parálisis en quienes alrededor del mundo aún se rehúsan a concebir que la tiranía no admite otro diálogo que el impuesto mediante sus mazmorras y en sus términos.

“Pese a haber bastante consenso en la oposición de que las huelgas de hambre no son el camino para protestar contra el gobierno, algunos las apoyan”. Escribe Mauricio Vincent hacia el final de su reportaje, sin decirnos quién exactamente ha dicho lo que afirma. Y a continuación pone en boca de Marta Beatriz Roque una declaración de “desacuerdo total” con que los presos se “sigan sacrificando”. La declaración atribuida a la señora Roque, dando por supuesto que en efecto le correspondan la cita y el sentido de la misma, no tienen en sí nada de censurables, pero es cuando menos curioso que vengan como anillo al dedo de la intención de Vincent y las autoridades cubanas de zanjar el asunto de una vez por todas, contando con la desmemoria de la gente o la fatiga que causa en muchos leer u oír durante demasiado tiempo sobre unos hechos que, por más penosos que resulten, no los tocan de la misma manera que cuando se está en Cuba y más concretamente en una de las innumerables cárceles de la tiranía, donde la única realidad es la tortura y la muerte entre el abandono y la complacencia casi universales.

Rolando D. H. Morelli, Ph.D. Escritor, académico e intelectual cubano residente en Philadelphia,
es asimismo el fundador y director de las Ediciones La gota de agua.