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La noria

Aleaga Pesant

LA HABANA, Cuba, abril (www.cubanet.org) - Benjamín S. Welles  llegó a La Habana en año 1933, con la intención de mediar entre el aprendiz de dictador, Gerardo Machado, y las  fuerzas de la oposición política, tan violentas como el gobierno.

La inestabilidad de Cuba en medio de la “gran depresión”, se debía al esfuerzo modernizador de las intervenciones norteamericanas, y las políticas liberales de los presidentes que precedieron a Machado. Esa  modernización liberal, por ley, permitió una mayor participación política de los ciudadanos, con el surgimiento de partidos como el comunista y el fortalecimiento del movimiento sindical. 

La revuelta, tenía como base el rechazo a la reelección de Machado para un segundo período presidencial. Las gestiones de Summer Welles resultaron un fracaso. El 12 de agosto, el Ejercito Nacional retiró el apoyo al Presidente, que decidió exilarse.  El 4 de septiembre, sargentos y soldados hicieron un levantamiento militar, se bombardeo el Hotel Nacional y el plano político nacional cambio su estructura.

En marzo de 2009 llegó  a La Habana Luis Michel, alto representante de la Unión Europea. Llega en medio de la crisis de credibilidad del gobierno sucesor, entre la población y los funcionaros luego de  la purga de altos algunos dirigentes, y en vísperas del sexto aniversario de la Primavera Negra. Intenta reiteradamente el aterrizaje suave de la decana de las dictaduras americanas. Lo hace, obviando las violaciones de derechos humanos y los presos políticos y de conciencia.

Recordemos la salida intempestiva de Michel de la isla, por esta fecha, pero en 2008. No fue recibido por Raúl Castro, ni siquiera por Machado Ventura. Las reuniones, fueron con Carlos Lage y Felipe Pérez, Secretario del Consejo de Estado y Canciller, respectivamente. Luego de la purga del 2 de marzo, ambos políticos fueron separados de sus responsabilidades.  Previamente, hicieron pública una renuncia donde entonaban un mea culpa.

Michel se reunió esta vez con Bruno Rodríguez, Canciller, e Isidoro Malmierca, Ministro de Inversión Extranjera; participa en una conferencia con expertos y funcionarios, para abordar asuntos del medio ambiente, investigaciones y desastres naturales y cambios climáticos. De derechos humanos y libertades sólo se conversa si el tema entra en la agenda. La Unión Europea va a reevaluar su posición común.

Si algo se les debe reconocer a ambos políticos, Welles y Michel, salvando las distancias históricas y personales, es la persistencia en tratar de arreglar el problema cubano beneficiando a los dictadores.  Las Damas de Blanco pueden dar su testimonio. Es la tendencia a moverse como la noria del cuento, a partir de intereses de Estado ajenos al problema.

aleagapesant@yahoo.es