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Con sello propio

Valentina Cueto

LA HABANA, Cuba, julio (www.cubanet.org) - La emisoras de radio proponen una programación estandarizada, como casi todas las del mundo: noticieros a la 1 y 7 PM, música variada, farándula, enlaces en cadena para trasmitir las alocuciones del gobierno, donde se repiten las mismas consignas.

Pero hay una excepción: CMBF, Radio Musical Nacional.

Decana de las emisoras cubanas, la sexagenaria CMBF no ha sido uniformada y brinda una programación variada que apunta, en lo fundamental, a la música sinfónica: Radiar la danza, Música antigua y Del arte eterno. Bach,  Beethoven,  Rachmaninov, Mozart, Wagner, y casi todos los grandes maestros de la música de todos los tiempos, es la propuesta de la emisora, aunque no faltan espacios como La esquina del Jazz, donde se divulgan géneros más populares. Lo cierto es que, además de brindar buena música, los directivos de CMBF han logrado que cada programa sea un espacio didáctico.

Sus locutores comunican al oyente lo mejor del arte, la música y la literatura. Se distinguen por su sobriedad y dominio de los temas que abordan. CMBF trasmite una novela, que gira en torno a personalidades prominentes de la cultura mundial.
Actualmente pasan El rey de las octavas, sobre la vida del gran violinista cubano Claudio Brindis de Salas.

En el espacio Del arte eterno, sobresale la sección La frase del día, en la que participan los radioyentes; los ganadores son premiados con entradas para funciones teatrales. Y por si esto fuera poco, sus noticieros se trasmiten una hora antes que los demás, a la una y seis de la tarde, sólo con informaciones del ámbito cultural.  

Después de la visita de Papa Juan Pablo II a Cuba, en 1998, CMBF trasmite una vez al más un programa de carácter religioso. 

Mientras la música estridente inunda las frecuencias de onda larga y modulada del país; cuando salen al aire las voces de locutores mal preparados, es preciso agradecer a CMBF, la preservación de importantes valores culturales que hacen de ella una emisora con sello propio.

Lamentablemente, su audiencia es minoritaria. La competencia de la capitalina Radio Enciclopedia popular le roba oyentes. Pero CMBF constituye un loable esfuerzo del Instituto Cubano del Radio y Televisión, quizás la única que queda fuera de la interminable politización que es el sello de los medios de comunicación cubanos.