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La capital de todos los cubanos

Leafar Pérez

LA HABANA, Cuba, abril (www.cubanet.org) - Esta frase da la bienvenida a la persona que llega por carretera a la capital cubana. También es ampliamente divulgada por los medios. Sin embargo, el juicio que presencié hace apenas unos días contra tres cubanos me hizo dudar de que realmente La Habana sea la capital de los cubanos.

El único delito de estos muchachos, Ricardo Moreira, Yosmany Betancourt y Yoelkis Silva, es haber nacido en Guantánamo, la provincia más oriental de Cuba. La fiscalía los acusó de ser residentes ilegales en la capital. La sanción: deportados dentro del mismo país. Durante tres años no podrán salir de su provincia. De no cumplir lo establecido por el tribunal, enfrentarán una sanción, pero internados en una prisión.

“Me siento como un espalda mojada. Compay, es como si La Habana fuera otro país. Mejor les dieran a ustedes los habaneros un pasaporte. Y después dicen que todos somos iguales, que vaina. Nos botan por ser orientales. Aquí algo ‘tá muy mal y no somos nosotros. Aquí hay muchos orientales que tienen inclusive cargos en el gobierno y, sin embargo, ellos no son deportados”  -comentó Moreira.

La Constitución establece que son ciudadanos cubanos todos los nacidos dentro del territorio nacional, en las catorce provincias y el municipio especial Isla de la Juventud. Sin embargo, requerir permisos especiales para vivir en la capital, coloca a todo el que no haya nacido en la misma como ciudadano de segunda clase.

La pérdida de los subsidios del extinto campo socialista, la planificación económica y el hecho de ser un país pobre y subdesarrollado, son parte de las causas que provocan que miles de cubanos emigren para la capital en busca de oportunidades para mejorar su vida y la de sus familias.

Los orientales, para subsistir, desempeñan los trabajos más difíciles y mal remunerados, y siempre de forma ilegal. En ocasiones han tenido que sobornar a funcionarios del Carné de Identidad por mil pesos cubanos para  falsificar el documento y que aparezca como ciudadano residente en la capital. Sólo así tienen derecho a conseguir trabajo en La Habana. Los más afortunados son traídos por las autoridades por un tiempo para realizar algún tipo de trabajo que los habaneros no quieren desempeñar. Tal es el caso de los policías y choferes de ómnibus.

Debido a que en Cuba los ciudadanos cubanos no podemos comprar viviendas, porque  sólo tienen derecho los extranjeros, los orientales que no trabajan para el gobierno residen en las decenas de asentamientos ilegales que rodean a la ciudad. Cuartos pequeños construidos con materiales precarios. En estos barrios las drogas, la prostitución y los delitos violentos son algo cotidiano.

Por otra parte, los medios de comunicación no ayudan. Durante años los habitantes del oriente del país son llamados “palestinos”. Un esquema que va acompañado casi siempre de toques marginales o satíricos sobre su origen. Durante el séptimo congreso de la UNEAC (Unión de Escritores y Artistas de Cuba) varios participantes manifestaron su preocupación sobre ese tipo de manifestaciones.

Urge redescubrir Cuba, lugar de donde somos originarios todos los cubanos. Como también apremia cambiar leyes y decretos que no funcionan igual para todos sus habitantes. La nación abarca desde San Antonio a Maisí.

cubano2000cisd@yahoo.es