El costo del otro bloqueo

Moisés Leonardo Rodríguez

LA HABANA, Cuba, abril (www.cubanet.org) - En vallas inicialmente destinadas a la publicidad comercial, y desde hace cincuenta años al adoctrinamiento, se muestran datos sobre supuestas pérdidas provocadas por el embargo norteamericano a la economía cubana.

Es constante en el discurso oficial sustituir el término embargo por el de “bloqueo” con el fin de reforzar la imagen de plaza sitiada del país. Con ello se persigue enmascarar la incapacidad del gobierno para dar satisfacción a las necesidades y demandas más elementales de la población. En las vallas referidas se hace también la inadecuada sustitución.

Una de ellas, ubicada en la avenida Rancho Boyeros, en la entrada de la Terminal 1 del aeropuerto José Martí,  asegura que 12 horas de bloqueo equivalen al costo de la insulina necesaria en un año para 24 mil pacientes diabéticos.

El embargo desde el exterior ha sido ineficiente en el logro de los objetivos que lo determinaron y actualmente hay consenso mundial sobre su eliminación. Es también cierto y goza de consenso entre la población cubana que el bloqueo real, el del gobierno cubano contra su pueblo ha sido, y sigue siendo, mucho más costoso que el embargo.

Aunque no aparecerá en vallas bajo el control estatal, como ocurre con todos los medios de información- que acá son de adoctrinamiento-  es bueno que se calculen los gastos del bloqueo real. Para comenzar se pueden plantear algunas preguntas.

¿Cuánto gasto innecesario ha causado mantener el bloqueo a la entrega de tierras en propiedad a productores individuales independientes, libres y responsables que podrían haber evitado la compra de alimentos en el exterior e incluso generar ingresos por exportaciones?

Si según los datos oficiales, en 2008 fueron destinados a la compra de alimentos 710 millones de dólares, entonces sólo en ese año se gastaron por causa del bloqueo real  63.39 dólares por habitante para productos que podrían ser producidos en el país o compensados con exportaciones hoy prácticamente reducidas a cero.

Lo que no aparece en ninguna de esas vallas es cuánto se afecta la deficiente alimentación de la población  cada 24 horas. ¿Cuánta proteína, cuantos vegetales, cuántas frutas y otras alimentos deficitarios, no precisamente por el embargo norteamericano, podrían consumir los cubanos si se levanta  el bloqueo del gobierno contra el pueblo?

Si el bloqueo real a las iniciativas privadas no existiera, ya por toda la isla circularían ómnibus recuperados en sustitución de los camiones en que se debe trasladar la mayoría de la población del interior del país con alto riesgo y notable afectación de su calidad de vida.

El daño moral que provoca la corrupción generalizada en el país podría haber sido disminuido si el bloqueo de los Castro contra su pueblo no mantuviera en manos estatales las producciones y servicios que, como el de la gastronomía, debía estar ya en manos de auto empleados y micro y pequeñas empresas.

El bloqueo del gobierno sí ha sido efectivo. Ha sumido al país en la pobreza y mantiene  a la nación alejada de su frontera de posibilidades de producción.

Si bien la suspensión del embargo depende del gobierno norteamericano, suspender el bloqueo interno depende de comenzar a respetar la soberanía nacional que debe aceptarse como la voluntad de los cubanos y no sustituida, como está ahora, por el capricho de un pequeño grupo de poder.

corrientemartiana2004@yahoo.com