www.cubanet.org
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente y su autor.
 

Ni bienvenidos ni favoritos

Tania Díaz Castro 

LA HABANA, Cuba, abril (www.cubanet.org) - No han sido muchos los nostálgicos del comunismo de Europa del Este que han visitado de forma relampagueante la única región del continente americano con un solo partido: Cuba, dejando sus penosos testimonios en la prensa castrista.  

La primera que recuerdo, según datos de mi archivo, es la comunista alemana Dagmar Enkelman. Visitó La Habana en febrero del pasado año. Confesó sin tapujos al periódico Juventud Rebelde, precisamente en un país donde apenas hay incentivos para el desarrollo económico, mucho menos competencia real, y donde se enmascara la realidad, que el desplome del comunismo alemán se debió todo a eso precisamente y a muchos otros factores. ¿Nos habrá querido dejar un mensaje la señora Dagmar?  

En noviembre de ese año, el vicepresidente del Partido Comunista de Bohemia y Moravia, señor Jiri Mastalka, expuso en el periódico oficialista Granma que en las elecciones regionales de la República Checa, realizadas por los días de su llegada a Cuba, su partido sólo obtuvo margen en tres de las doce regiones de ese país, y se queja de que no haya un diálogo en igualdad de condiciones, como si a los comunistas en el poder les importaran más los diálogos que los monólogos.  

Un poco después llegó Lotear Bisky, copresidente del partido La Izquierda, de Alemania, quien manifestó satisfacción a Granma porque los comunistas alemanes mantienen su viejo programa, no sin enfrentar -así dijo- los errores que cometieron en el pasado. Como sólo cuentan con un escaño en el Parlamento, están tratando de unificar fuerzas con otros partidos, y asegura que el debilitamiento del comunismo en Europa se debe a la división que existe en las organizaciones de izquierda. 

En marzo de este año el régimen castrista recibió a otro nostálgico: Josef Hdlicka, presidente del Partido Comunista eslovaco. Granma también se encargó de entrevistarlo, de repetir, aunque no fue nada conveniente que digamos, que la Revolución de Terciopelo fue como si dos  huracanes barrieran con el comunismo en Checoslovaquia.  
Se lamenta el señor Hdlicka de que actualmente la posición de los comunistas europeos es bastante difícil. Hasta perdieron -vaya derrota-, la escasa representación parlamentaria que tuvieron en 2006.  

Confiesa abiertamente que en su país crece por días el anticomunismo, y  piensa que si su partido es mal visto, es porque las agencias extranjeras hacen propaganda adversa con la intención de desacreditarlo.  

Muchos de estos visitantes ofrecen charlas en la Escuela Superior del Partido Ñico López, situada frente a la Marina Hemingway, en la inmensa zona residencial de Cubanacán, antes de la aristocracia habanera y hoy propiedad de Fidel Castro. 

Para la población cubana de a pie, que cada día sufre más porque no puede vivir de su trabajo debido a los bajísimos salarios, la doble moral de la sociedad, aceptada por el régimen, y la escasez de alimentos, estos personajes, que no convencen a nadie, no son bienvenidos ni favoritos.