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Llega pero no te pases

Odelín Alfonso Torna

LA HABANA, Cuba, abril (www.cubanet.org) - No quisiera imaginar lo estresante que sería para un periodista oficial vagar entre sobredosis de deberes, mandamientos, cotizaciones sindicales o de milicias territoriales. Más aún cuando el orden del día, enviado en sobre lacrado desde el alto mando, les sugiere enfrentar aquellos capítulos de guerra que se anuncian en los simuladores del castrismo. 

Apenas llevo un lustro en el periodismo independiente y ya creo descifrar los ataques mediáticos que se vierten sobre la disidencia interna, esas tribulaciones propias del totalitarismo y su alcahuetería de oficio. Siempre que se descalifica a la “democracia cubana”, me refiero a la que profana el Gobierno, en determinados eventos internacionales de corte político, cultural o de derechos humanos, aparecen los “ofendidos”. 

Al parecer la prensa oficial no quiere, o no puede, abandonar el jelengue en torno al encuentro de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), celebrado en Asunción, Paraguay. 

La última descortesía periodística referente a este tema estuvo a cargo de la comunicadora Deisy Francis Mexidor. Su artículo (caricatura incluida) El verdadero rostro de la SIP, fue publicado el lunes 30 de marzo en el periódico Granma. Mexidor arremete contra quienes denomina “mercenarios de fila”, esa prensa que no cede terreno ante el acoso permanente y otras reprimendas que violan el derecho individual.  

Pero no quiero juzgar a quienes defienden, a cambio de vaya usted a saber qué, la causa del caballo con orejeras. Al igual que otros colegas de la prensa independiente, he tenido que renunciar a la tranquilidad familiar y a un empleo oficial, el único posible, para reportar o escribir sobre realidades que la prensa oficial mantiene congeladas. 

Ellos están supeditados, claro está, a monitorear la crisis económica global y sus paquetes de estímulos. Tienen luz verde para atacar a la prensa independiente y luz amarilla para reflexionar sobre literatura contestataria o sobre las recientes muestras gráficas en la X Bienal de La Habana, patrocinada por el Ministerio de Cultura. 

Aún si quieren expresar su opinión o investigar el móvil sobre las destituciones de Felipe Pérez Roque, Carlos Lage Dávila y demás piezas movibles del poder, no pueden hacerlo. Supongo que los temas marginalidad, migración o el derecho a la difusión e información, antes tengan que pasarlos por la criba de la censura. 

Me alegro de estar en la “fila” que refiere Deisy Francis Mexidor, la de los disidentes. También de tener un titulo de periodismo entregado por la Universidad Internacional de Florida y no por la “facultad de los revolucionarios”.  

Puedo escribir una reflexión y no una orientación sobre el tema que desee. Veinte años de prisión me pisan los talones, pero no temo correr la misma suerte de los 22 periodistas presos en las cárceles del régimen.

Debe ser bien seria la remuneración cuando pocos oficialistas, casi ninguno, cruzan la línea editorial. Puede que con esto de eliminar los subsidios innecesarios, los estímulos para vanguardias, la divisa adicional y los incentivos en ropa y comida, algunos vengan a mi fila. 
        
A Francis Mexidor, el consejo de un periodista vigilado y con el teléfono móvil bajo la escucha ilegal del régimen: llega pero no te pases.

odelinalfonso@yahoo.com