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Y más de Juanes, y sus desmanes. ¡Otra vez!

Rolando D. H. Morelli, Ph.D.

FILADELFIA, Pensilvania, febrero, www.cubanet.org -Parecería tratarse de una saga de televisión, o de ésas que se anuncian en el cine acompañadas de su inseparable número romano (I, II, III, IV) sin el cual no alcanzaríamos a saber que no se trata exactamente de la misma película, sino de su secuela. El mismo Día de los enamorados, este pasado catorce de febrero, “Juanes desata una nueva polémica” anuncian algunos diarios entre ellos El Herald en español que se edita en la ciudad de Miami. Con arreglo a una cifra supuestamente ingeniosa y mediante un mensaje de su twiter, llamó “hijo de puta” al dictador venezolano. A la convocatoria parece haberse sumado, según se afirma, otra figura de la música, el puertorriqueño Willie Colón. Entre los improperios que se leen a manera de comentarios en las páginas de El Herald, con cualquier motivo o a propósito de cualquier artículo o comentario, y el último despropósito de Juanes no hay mucha diferencia. Porque la señora madre del dictador venezolano no debe ser objeto de ataques contra su dignidad por el mero hecho de ser la madre del sujeto.

En la guerra se proscribe el empleo indiscriminado de las armas contra civiles y gente desarmada. Juanes se pasó. ¡Mejor estuvo el rey de España al preguntar al gobernante venezolano en tono nada retórico, y en un cónclave regional: ¿Por qué mejor no te callas?  Juanes es sin dudas muy valiente, muy arrojado y muy combativo cuando se trata de apostrofar desde Miami a los cubanos del exilio, a quienes insultó con sus mentiras y medias verdades y diciéndose acosado por “su intolerancia”. En La Habana se mostró menos belicoso y más conciliador con las autoridades de la tiranía con tal de que le permitieran hacer aquello a lo que había ido, según él: a cantar. ¡Lástima para Juanes, que en Cuba sólo se graba (es decir, en tratándose de discos, que otras grabaciones van por cuenta de la casa) a quienes les interesa promocionar, y que esas grabaciones no produzcan dinero a los artistas!

Ahora querrá seguramente re-colocarse a la luz del fracaso para su carrera de semejante empresa y nuevamente desde la comodidad de un medio llama a Chávez lo que le parece mejor, y no es otra cosa que insultar a su madre. Este “argumento” del cantante colombiano resume mejor que ninguno otro a que haya echado mano anteriormente, la meridiana claridad de su inteligencia e integridad humana. ¡Seguramente se necesitan más Juanes que luchen “por la paz” a toda costa! ¿No les parece así? La cretinada ésta de “la paz”, de “la lucha por la paz” (aunque se trate de la paz de los cementerios o de la paz impuesta por las narco-guerrillas o las tiranías) como si pudiera tratarse verdaderamente de algo que uno puede conseguir con solo desearlo no es ni siquiera una aspiración original de Juanes. Ha sido una más de las coartadas del comunismo internacional y sus compañeros de viaje durante la llamada “Guerra Fría”, mientras se armaban hasta los dientes y oprimían a todos aquellos que caían bajo su radio de acción: países enteros tragados por la voracidad del Gran Hermano; antes y después de colocar ojivas nucleares en Cuba que a punto estuvieron de causar la aniquilación de media humanidad.

Juanes no pasa de ser un intrigante más en una constelación opaca de usurpadores y perorantes que a falta de más talento con que enfrentar los numerosos retos de la popularidad están dispuestos a postularse a cualquier ruedo. O a lo mejor, quién sabe si Juanes no ha comenzado ya a ilusionarse con la posibilidad de hacer política en Colombia y lo que busca es foguearse en estas lides, sin riesgo verdadero, como cuadra a los politiqueros de siempre. Que trata de reconciliarse con muchos que compraban sus discos y han dejado de hacerlo a raíz del viaje que hiciera a La Habana para congraciarse con los hermanos Castro, no caben dudas. Sea de ello lo que fuere, política, o dinero por sus discos, es difícil imaginar una caída tan en picada para cualquier persona que se precie de serlo. Putear ahora gratuitamente a la madre del dictador de Venezuela sólo refleja la mala calaña de quien insulta y demuestra que no es inteligente sino vano y oportunista, aunque todo eso ya lo había probado con anterioridad.

Rolando D. H. Morelli
Escritor, académico e intelectual cubano residente en Philadelphia. Es también el fundador y Director General de las Ediciones la gota de agua.