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Preso por cuenta propia Jorge Olivera Castillo, Sindical Press LA HABANA, Cuba, abril (www.cubanet.org) - No puedo salirme de los límites de la desconfianza. Es un espacio con muchos candados y cerrojo adicional. A mi encierro llega la voz del retirado funcionario vinculado al sector cinematográfico Alfredo Guevara. Él niega la posibilidad de “que pueda construirse una sociedad a partir de dogmas, empecinamientos y desconocimiento de la realidad”. Le sigue el tono elocuente de la escritora y periodista Marilyn Bobes que pone en el colimador la programación de la televisión. Esgrime términos como frivolidad y aburrimiento con la idea de detallar lo que sucede en las proyecciones de la pantalla chica. Por su parte, el Premio Nacional de Literatura, Reynaldo González, arremete contra el pésimo estado de la pedagogía en Cuba. Describe un desastre en el que salen a relucir la falta de preparación de los profesores, las pésimas conductas de los alumnos y la violencia verbal que de hecho forma parte indivisible del comportamiento de muchos jóvenes. No logro descubrir entre las exposiciones alguna fórmula para alcanzar la solución. Solo planteamientos que van al grano, exposiciones que puntualizan una realidad con demasiadas réplicas en toda la isla. Echando a un lado la lírica, el poeta Alpidio Alonso arma su discurso con una prosa que devela la problemática en torno a las escasas opciones de esparcimiento para la juventud y la ausencia de rigor de las instituciones para satisfacer tales demandas. Con tales voces se estructura un coro con suficientes credenciales para interpretar las únicas melodías posibles dentro del esquema de crisis que abarca a todo país. El VII Congreso de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), estuvo más cercano a lo auténtico. Hubo debate, planteamientos con cierto grado de osadía e intenciones de aflojar el amarre de la cultura con la ideología. No obstante, considero prematuro batir palmas. Las voces que hoy se esparcen con acierto y soltura, mañana podrían ser cobardes susurros ante la mirada de la policía, el otorgamiento de algún viaje, la entrega de un premio u otra zanahoria. Por otro lado, ¿Quién de los ahora críticos tendrá la entereza de mantenerse firme si el garrote le viene encima? |