Por conversar con turistas

LA HABANA, Cuba, 2 de febrero (Héctor Julio Cedeño / www.cubanet.org) - El aumento de la represión contra los jóvenes en Ciudad de la Habana, especialmente en los municipios Centro Habana y Habana Vieja, se ha convertido en una tarea cotidiana de la policía.

“Se ha multiplicado el número de carros patrulleros y hay policías por todas partes. ¿Qué pasara?” –comentó con este reportero un transeúnte mientras atravesábamos el Parque Central. 

Uno de los delitos que supuestamente persiguen es el llamado “asedio al turismo”, que consiste en conversar con turistas extranjeros. El ciudadano que es sorprendido mientras conversa con un español, italiano, canadiense, argentino, mexicano, es detenido y conducido a la estación de policía donde le levantan un acta de advertencia, y le comunican que no puede tratar con los visitantes. Si lo sorprenden varias veces le aplican la ley de peligrosidad pre-delictiva, y puede ser condenado a cuatro años de prisión.