3 de noviembre de 1998 Reunión entre representantes
europeos y disidentes cubanos
LA HABANA, 3 de noviembre de 1998 (Oswaldo Payá Sardiñas) - En el día de
hoy se celebró una reunión entre representantes del cuerpo diplomático de la
Unión Europea y representantes de movimientos políticos de la disidencia interna de
Cuba. Estaban presentes por la parte cubana: Manuel Cuesta Morúa, Fernando Sánchez,
Oswaldo Alfonso y Oswaldo Payá. Por la parte de la Unión Europea estaban representados
los siguientes países: Austria (como presidente), Francia, Italia, Portugal, Holanda,
Alemania, España y Grecia. Se celebró un diálogo, que duró más de
tres horas, muy animado y franco, donde cada parte expuso sus opiniones, aún dentro de la
diversidad de matices por la parte cubana, y se manifestó un vivo interés en las
preguntas y opiniones por parte de los diplomáticos europeos.
A nombre del Movimiento Cristiano de Liberación expres{e nuestra preocupación por
el hecho que después de la visita del Papa, la imagen de que la posición de la Unión
Europea da un respeto irrestricto a nuestra autodeterminación y, por eso también, una
voluntad de cooperar para el progreso de los derechos humanos en Cuba y para la transición
pacífica se estaba diluyendo. La preocupación del Movimiento es que este cambio de
imagen es el que se está proyectando actualmente.
Nosotros, el MCL, expresamos claramente que no estamos por el aislamiento, pero sí
llamamos a una reflexión en toda la Unión Europea para que se revisara y se buscara un
seguimiento en esa línea de consenso, a la que se le llamó posición común,
y además llamándolos para que se proyecte una relación con Cuba que para
realizarse necesite de la participación de los ciudadanos cubanos, libre, y según los
derechos que son reconocidos en esos países europeos. Esto tanto en el orden económico,
cultural y político.
Esto provocó una animada conversación entre ambas partes, donde cada miembro de la
disidencia interna y los del cuerpo diplomático europeo participaron con mucho interés.
Los representantes europeos también se interesaron en los diferentes proyectos y las
intenciones de los miembros de la disidencia en cuanto a cuál debe ser el futuro de Cuba.
La disidencia, sin previo acuerdo, sino por una comunión en cuanto a aspectos
fundamentales, expresamos claramente, en una u otra voz, que queremos la reconciliación, que
estamos abiertos al diálogo, que estamos reclamando y exigiendo los derechos para todos los
cubanos, dentro y fuera de la Isla. Por eso, la situación más importante es la del
pueblo cubano y que nos preocupa por la tendencia a la corrupción, a la descomposición
que existe en nuestra sociedad.
Fue una verdadera oportunidad de diálogo entre representantes de la comunidad europea y
la disidencia interna.
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