MOVIMIENTO CRISTIANO DE LIBERACION

Marzo 15, 2000


"Cuba no ha cambiado porque los cubanos no se han determinado a hacerlo"

Entrevista a Oswaldo Payá Sardiñas, coordinador nacional del Movimiento Cristiano Liberación

LA HABANA, marzo (Oswaldo de Céspedes, CPI) - El presidente del Movimiento Cristiano Liberación concedió a la CPI la siguiente entrevista.

OC - Ante todo deseo expresarle nuestro agradecimiento por concederle esta entrevista a la CPI. En primer lugar quisiera que nos aclare cuál es la posición actual del Movimiento Cristiano Liberación en la búsqueda de cambios democráticos para la nación cubana.

OPS - Gracias a la Cooperativa (de Periodistas Independientes) y a usted, Dr. Céspedes, por esta oportunidad para exponer nuestras ideas y posiciones. Creo que el periodismo independiente, a pesar de las dificultades, va ocupando el lugar de servicio al pueblo cubano en la verdad del cual estaba carente.

Respondo a su pregunta. La posición del Movimiento, en cuanto lo fundamental, es que los cambios democráticos sólo se van a lograr si una gran cantidad de cubanos, y no hablemos sólo de cantidad digamos que el pueblo cubano, se moviliza, trabaja y se determina a lograr esos cambios democráticos. Aquello de que los cubanos debemos ser protagonistas de nuestra historia que el Papa proclamaba ha sido una frase y una guía de este Movimiento de esa misma forma, con esa misma expresión, desde que nació. Entre la proclamación del Movimiento en 1988 está esa frase, en la publicación Pueblo de Dios - aunque no pretendemos hacer periodismo independiente tengo que decir que fue quizás la primera publicación independiente de esta etapa, perseguida y prohibida - hablábamos de este protagonismo del pueblo cubano. Esa posición el Movimiento Cristiano Liberación (MCL) no sólo la mantiene sino que todos sus proyectos, sus prácticas, su forma de actuar, están profundamente permeadas de ese espíritu. Es decir, no nos creemos un movimiento mesiánico ni concebimos los cambios políticos a partir de partidos, caudillos o de las concesiones que pueda hacer el gobierno, que está visto que no tiene ninguna voluntad de hacer cambios democráticos. Lo que tratamos de hacer con nuestro testimonio, como lo hace el resto de la oposición o disidencia dentro de Cuba -no creemos ser los únicos en esto- es tratar de promover esa toma de conciencia en el pueblo, en la persona, de su propia dignidad, la toma de conciencia de sus derechos, una liberación personal que lo lleve al ejercicio y la práctica de esos derechos, no sólo individualmente sino como en una condición solidaria con sus hermanos: los demás cubanos. Es decir, para romper esa atomización, esa dispersión que hay entre los cubanos y al mismo tiempo proponemos líneas específicas, por las cuales se puede guiar el ciudadano, como es ésta de reclamar y practicar sus derechos legales, es decir, la Constitución y las leyes cubanas tienen muchos defectos y han de ser transformadas, pero deben ser transformadas por el pueblo. Pero al mismo tiempo tienen valores, tienen derechos que están consagrados de manera explícita y que el gobierno viola sistemáticamente.

Para entender al MCL hay que comprender que todas nuestras prácticas, toda nuestra estrategia, nuestro quehacer es, para nosotros, primero que cualquier ideología, que cualquier método, que cualquier posición inclusive, es para la persona; ya en relación de la persona, el servicio al pueblo. Nosotros tenemos conceptos, defendemos ideales, pero más que ideales defendemos personas y por eso aclaramos constantemente que rechazamos esa teoría de que el fin justifica los medios. El fin es el cambio porque el pueblo lo necesita; la democratización porque es un derecho de los cubanos y porque la forma de vivir en sociedad para hacer feliz a la persona, para que la persona se realice en su propia dignidad, para que se logre el respeto y el orden no sobre la base del miedo sino sobre la base de la solidaridad, la concordia, es la democracia, una forma de vivir en la sociedad no en un sistema político, y este régimen que hay en Cuba es en la teoría, en la práctica, y en cada detalle antidemocrático. Por lo tanto, es el propio régimen el que está presionando al pueblo constantemente al negarle los espacios mínimos para que la persona, la familia, y la sociedad puedan vivir una vida digna.

CPI - El MCL hace más de un año ha venido desarrollando un proyecto ciudadano. ¿Qué repercusión interna, tanto en las agrupaciones opositoras como en la población no afiliada, ha tenido el Proyecto Varela y el documento Todos Unidos?

OPS - Primero hablaremos del documento Todos Unidos. El documento Todos Unidos es un manifiesto. Un manifiesto es un conjunto de ideas que expresan un sentimiento, una condición que es común en muchas agrupaciones independientes, opositoras dentro de Cuba. Es decir, no se hace un documento para que las personas que representan las agrupaciones lo acojan, que pudiera ser, sino que este documento brota de aquellos ideales, sentimientos y proyecciones en lo que ya la oposición está unida. Por lo tanto, el documento Todos Unidos es el testimonio de qué queremos los opositores, qué sentimos, y hacia dónde queremos que vaya nuestro país. Y cuando decimos nuestro país, hacia dónde queremos que vaya, ahí está claramente plasmado que el pueblo cubano debe tener la última palabra y por eso nosotros estamos defendiendo su derecho a tener las primeras palabras libremente y eso se lo han impedido hasta ahora.

El documento Todos Unidos no es de ninguna manera la base para una alianza, un bloque, sino es un manifiesto, una expresión de una unidad que ya existe. Muchas veces, y me extiendo un poco en esto, se ha criticado y se critica a la oposición cubana porque dicen que no está unida. La oposición cubana es blanco de estos ataques o de incomprensiones, porque muchos tienen una imagen de la unidad, o de una caricatura de unidad, que tiene que ser un bloque o una alianza con una jerarquía, con un programa como un gran partido, y eso no estaría mal, pero la propia experiencia nos dice que no es la forma de unidad, ni resulta importante. Y cuando se ha intentado eso ha sido boicoteado, se han llenado de intrigas las relaciones porque hay quien trabaja precisamente para eso. Y esa unidad, un bloque, una alianza se puede romper, se puede boicotear, se puede sabotear, pero la unidad básica que existe es la fraternidad entre nosotros los disidentes y opositores. Esa relación humana es una realidad, aún cuando no nos conocemos. La solidaridad, es decir, cómo una organización es solidaria con las demás en la persecución, muchas veces en la ayuda, digamos, humanitaria, y también en el acompañamiento que nos podemos dar hasta en el plano humano. Y por último, lo que pudiéramos llamar nuestra base estratégica, estamos unidos en lo fundamental, estamos defendiendo los derechos de todos los cubanos, queremos cambios pacíficos, queremos una sociedad donde sea el pueblo cubano el que defina cuál va a ser el modelo socioeconómico, queremos una apertura sin sangre, sin violencia, estamos trabajando por la reconciliación, estamos llamando a nuestro exilio, porque lo consideramos y es parte inseparable del pueblo cubano, a que comprenda que ésta es la opción nuestra. Y voy a decir más, la oposición está unida y esa unidad que no es un bloque, una alianza ni una organización, que no es tal comunidad de ideas, e inclusive este accionar cada uno por su parte dentro de esas líneas. ¿Por qué? No porque nos hayamos reunido para acordar algo, sino porque nacimos precisamente por una necesidad de la sociedad cubana que está silenciada, amordazada, comprimida, y el gobierno la mantiene de esa forma. Nosotros no creamos los problemas ni los inventamos, somos la expresión libre de los anhelos del pueblo cubano, somos la voz que denuncia las privaciones y las violaciones que sufre ese pueblo.

Con respecto al Proyecto Varela, lo he explicado pero lo explico en síntesis. Decíamos que el fin no justifica los medios. Si nosotros queremos una transformación democrática, si nosotros queremos un futuro donde haya una cultura cívica, es decir, donde el ciudadano respete la ley porque la ley ha sido hecha por los ciudadanos como un acuerdo en sociedad, buscando el bien común en medio del respeto a los intereses y derechos de los individuos. Si nosotros queremos sembrar eso que no tenemos hoy, para nosotros no es que sea nuevo, sino que es una meta, no lo podemos lograr por la violencia, no lo podemos esperar a partir de que el protagonismo y el gestor de esas transformaciones sea un elemento o un factor externo a Cuba, no lo podemos esperar del gobierno porque el gobierno, el régimen precisamente en su filosofía y en su práctica es un régimen de no derecho que concentra en sí mismo todo el poder que pertenece al pueblo, y con ese poder que tiene priva al pueblo de sus derechos. ¿Qué pretende el Proyecto Varela? Ser un instrumento en manos de la sociedad para que reclame los cambios por la vía legal. Muchos dicen: pero la Constitución está llena de defectos. Claro que está llena de defectos. ¿Hay que cambiarla? Hay que cambiarla. Número uno, ¿quién es el que tiene la exclusividad para cambiarla? El pueblo. ¿Puede cambiarla ahora? No, no puede cambiarla. Hay un sistema, un lazo cerrado donde esa atribución se le da a la Asamblea Nacional del Poder Popular, y esa Asamblea Nacional del Poder Popular es prácticamente designada. No nos vamos a extender aquí en lo que es la ley electoral, que no es ni siquiera una ley que define elecciones para diputados porque son prácticamente designados. Nosotros hicimos una demanda ante la Asamblea Nacional del Poder Popular denunciando la Ley 72 o Ley Electoral porque es antisoberana y viola la Constitución Cubana. El Proyecto Varela da un instrumento porque se plantea de esta manera: según el artículo 88 de la Constitución de la República si diez mil ciudadanos solicitan un cambio en las leyes, es decir, si tienen una iniciativa legal, la Asamblea Nacional del Poder Popular tiene que discutir. La ley que proponemos es un referendo, creo que todo el mundo tiene que estar de acuerdo en que eso tiene un gran valor moral y además que es incontestable. Vamos a preguntarle al pueblo cubano si quiere cambios y qué cambios quiere. Eso es lo que se preguntaría en el referendo, pero además no dejamos la iniciativa en manos de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Dejamos la iniciativa en el propio proyecto, la decisión se toma en el propio referendo porque hay cinco puntos que se someten al referendo: ¿Si se quieren cambios en las leyes para que los ciudadanos tengan libertad de expresión, de asociación, acceso a los medios de comunicación masivos? Usted sabe que los medios de comunicación masivos son del Estado, por lo tanto son del pueblo, por lo tanto hay una usurpación por parte del Partido Comunista al ser el único que expone sus ideas y sus criterios políticos cuando esas emisoras y periódicos y medios de comunicación los pagamos nosotros, el pueblo, con nuestro dinero. Por ejemplo la mayoría del pueblo cubano es creyente; ¿por qué esas emisoras que son del pueblo tienen que ser robadas por el Partido Comunista y por el grupo de poder, y sean sus criterios filosóficos y sus opiniones los únicos que se exponen ahí? Para dar un ejemplo, es decir no estamos reclamando el establecimiento del neoliberalismo, estamos reclamando los derechos fundamentales del pueblo cubano hoy, aquí y ahora. Lo mismo en la libertad de asociación, lo mismo para una amnistía para los presos de conciencia. Estamos reclamando que los cubanos tengan derecho a tener sus propias empresas. Esto no hay ni que analizarlo. Es algo espantoso o espantosamente humillante que los extranjeros, las empresas capitalistas extranjeras en nuestras narices están estableciendo negocios aquí en Cuba y que los cubanos no puedan tener sus propias empresas. Eso no sólo es un derecho, sino que por no respetarse el derecho de la libertad económica de los cubanos, es decir su derecho a crear, a producir, a fomentar empresas, a contratarse libremente, a buscarse el pan del día, este pueblo está empobrecido y se va empobreciendo, y está sufriendo. Lo otro es un cambio en la vía electoral por las razones que decía, una vía electoral que cumpla con la Constitución. La Constitución cubana dice claramente, en cuanto a la Ley Electoral es meridiana, y todos, no estoy diciendo textualmente, pero aclara que todo ciudadano tiene derecho a elegir y ser elegido, y la Ley Electoral actual lo viola, y nosotros damos un esquema de Ley Electoral donde eso se cumpla; que todos los cubanos tengan derecho a elegir y ser elegidos. Y por supuesto, elecciones bajo ese esquema.

Vuelvo ahora a la pregunta, si decimos tiene que haber cambios en la sociedad y queremos cambios pacíficos, vamos a utilizar las vías pacíficas porque para esperar una revuelta, para esperar un golpe de Estado, un alzamiento o como algunos dicen que no hay nada que hacer hasta que se muera Fidel Castro, todos nos vamos a morir un día, y no hay que sentarse a esperar a que muera nadie, nosotros somos protagonistas de la historia y tenemos que asumir ese protagonismo. Todas esas ideas son paralizantes como este ataque que se le hace al Proyecto Varela, que es muestra del abandono, la dejación, del rol que corresponde al ciudadano y al pueblo dentro de la historia y dentro de la vida. La expresión es esta: el Proyecto Varela puede ser muy bueno, pero no tiene sentido porque eso el gobierno no lo va aceptar. Cuando no, dicen hasta personalizando: eso Fidel Castro no lo va a permitir. Y nosotros contestamos: Ahí está parte del mito, y el centro de lo que somete al pueblo cubano, que toma la referencia en el poder y no en sí mismo. El Proyecto Varela, no quiero ser absoluto, pero creo que por primera vez pone la decisión en el pueblo cubano. No en el referendo, sino en un paso anterior, en el paso de pedirlo, que es lo que no hemos hecho hasta ahora como ciudadanos, como sociedad, como pueblo, pedirlo, exigirlo, y exigirlo legalmente. Nosotros no nos vamos a dejar paralizar ni por la represión ni por el escepticismo. El Proyecto Varela es un camino que puede abrir el cambio en Cuba, pero lo más importante no es que el gobierno lo conceda o no lo conceda; lo más importante es que los cubanos nos decidamos a pedirlo de esa manera cívica y abierta firmando esta petición.

CPI - Los últimos tiempos han representado para el MCL hostigamiento a partir del documento Todos Unidos y de que ustedes han tratado de multiplicar las fuerzas a favor del Proyecto Varela. ¿Nos puede dar una panorámica en relación a los actos represivos que la policía política ha cometido contra los activistas del MCL incluyendo su caso?

OPS - Ahora, la represión contra el movimiento es algo que quiero explicar, parece tener otro contenido, parece no, según la expresión de la Seguridad del Estado tiene otro contenido. Nosotros hicimos una solicitud de legalización apoyados en la Constitución y en la Ley 54 ante el Ministerio de Justicia en el año 95, donde hicimos algunos trámites, que no nos respondieron y finalmente presentamos los Estatutos del Movimiento (Cristiano Liberación) y la solicitud de legalización del MCL con la firma de 31 ciudadanos, es decir 31 ciudadanos pedíamos el reconocimiento jurídico del Movimiento. Violando la ley y la Constitución nunca nos respondieron. Coaccionaron y reprimieron y expulsaron del trabajo a muchos de ésos que firmaron. El 6 de octubre de 1999, doscientos cuarenta y un (241) ciudadanos ejercimos el derecho constitucional de hacer petición y el derecho constitucional a reclamar el reconocimiento jurídico de una organización o asociación que se llama Movimiento Cristiano Liberación (MCL) y que es una organización cívica, y presentamos la petición avalada por 241 ciudadanos, digo presentamos porque no es una petición que hacemos dos o tres y que la apoyan otros; es una petición que la hacemos los 241 personas que firmaron esto. ¿Qué ha hecho la Seguridad del Estado? Del 1 de octubre a esta fecha ya van casi cuatro meses, nuevamente el Ministerio de Justicia no sólo viola la ley al no contestarnos sino al actuar de esta forma tan baja, y que es violatoria de la ley, de pasar esta información a la Seguridad del Estado, y la Seguridad del Estado en un estilo gangsteril, porque lo que no es legal tiene que ser en este estilo gangsteril, comienza a citar, detener, a ciudadanos que hicieron esta petición. Algunos a montarles verdaderos shows o complots, como a la esposa de José Daniel Ferrer, en Palmarito, en el municipio de Mella, a una joven, madre de una niña, que trabajaba en un Círculo Infantil y la expulsaron del trabajo por una resolución del responsable de la Comisión de Educación del Comité Ejecutivo del Poder Popular, es decir un miembro del gobierno municipal firma una resolución llena de injurias donde dicen que esta muchacha puede ser un peligro para la formación de los niños por haber hecho una petición legal. Se le pregunta inclusive si ella persiste en apoyar a su esposo. Son hasta ridículos y miserables en esto. ¿A qué aspiran? ¿A que renuncie al amor y a la fidelidad a su esposo? Además, ella ha hecho esto como una ciudadana. Estoy hablando de esto para que se vean los estilos. Han estado coaccionando ciudadanos en Lawton, en el Cerro, en diversos lugares del país, en San Antonio, diciéndoles calumnias sobre mi persona, sobre otras personas del movimiento (MCL), para convencerlas de que se retracten de haber hecho esta petición y tratando de sembrar un malestar. Nosotros decimos que es humanamente posible que alguien por miedo, por confusión, o digamos mayormente por miedo, se retracte y hasta pueda ser manipulado, eso es humanamente posible, no nos asusta. Pero el hecho es que todos los que firmaron esta petición lo hicieron con plena conciencia de lo que hacían, sabiendo lo que es el MCL, y nosotros entregamos en el Ministerio de Justicia eso y sólo eso. Pero por otra parte advierto que nosotros daremos la respuesta legal adecuada. Fíjese qué contraste: los que representan la autoridad, los órganos policiacos, actuando contra la ley, el Ministerio de Justicia metido en este complot, que lo llamo así, de trasladar una petición ciudadana hecha abierta y cívicamente a la Seguridad del Estado para que nos reprima. Qué contraste. Y puede venir la pregunta: Pero bueno, ¿ustedes todavía confían en el gobierno? ¿Ustedes que ven que el gobierno responde de esta manera todavía piensan actuar legalmente? Digo: claro que sí, porque estamos defendiendo la persona, la sociedad, porque hay que rescatar a Cuba para una sociedad civil de la que usted me preguntaba, para un orden y no para que el gobierno sea sólo un poder, y ésa es la lucha cívica que muchos no comprenden porque han acostumbrado a los cubanos sólo a pensar en términos de poder y represión, y de que lo que no concede o permite el poder es imposible, y mientras tanto qué están haciendo: minando la sociedad. Mientras dicen ¡socialismo o muerte! viven como ricos los que tienen poder político y militar, y todo el mundo sabe que se están convirtiendo en los ricos del futuro, y tienen una manipulación de los recursos y los bienes que pertenecen al pueblo; y si no, vamos a ver de quiénes son esas sociedades anónimas porque el pueblo no tiene ni siquiera instrumento para reclamar o para decir cuál es el estado de cuenta de ese ciudadano que ahora vive en el Nuevo Vedado y tiene esa mansión que otrora perteneció a un rico y ahora pertenece a un dirigente que se convirtió en gerente, y ruedan carros que valen decenas de miles de dólares en Miami mientras nos dicen que nosotros estamos defendiendo el neoliberalismo. No, el neoliberalismo llegó a Cuba hace rato montado dentro de la dictadura del proletariado. Es decir, socialismo o muerte para nosotros y capitalismo dentro de la corrupción para ellos. Esto es un hecho, esto no es una teoría. Si no, vamos a decir como dice el Evangelio: salgan y cuenten lo que han visto.

CPI - ¿Cuál es la proyección futura, del futuro inmediato del MCL en la consolidación de una sociedad civil?

OPS - Creo que ya he hablado algo de eso, pero quizás pudiera especificarte un poco más. Por una parte, cuando se habla de sociedad civil se habla en términos muy amplios, no sólo del gobierno que es parte de esa sociedad civil, ni de Estados en cuanto a sus instituciones y sus estructuras, sino de organizaciones intermedias, de todo tipo de instituciones independientes, que participan del gobierno, que participan y actúan con responsabilidad en la vida de la sociedad en todos los sentidos, económico, cultural, en la preservación del medio ambiente, en la promoción humana, esa sociedad civil no puede esperar por el gobierno, porque precisamente el régimen cubano se siente agredido por la existencia, porque existe lo que está reprimida, dispersa, de esa sociedad civil. El régimen se siente agredido si el individuo escribe sin su control, si el individuo hace poesía sin su control, si el individuo viaja sin su control, si el individuo piensa sin su control, si compra o vende, si se muda, si tiene. Es un totalitarismo total. Un régimen que pretende abarcar todas las dimensiones de la vida de la sociedad. Eso requiere liberación. Para que se entienda, he hecho todo este recorrido para entender cuando se habla de la proyección futura del MCL se tiene que hablar de liberación. Liberación es camino y es meta. Liberación implica libertad, pero que cuando se hable de liberación es algo más, requiere de la acción consciente, personal, solidaria, de cada persona. Esa sociedad civil no se puede lograr sin participación. Y esa participación se logra moviendo a la persona individual y colectivamente, por lo tanto nuestro proyecto de trabajo, y ahora vuelvo a caer en el concepto anterior es, precisamente, no sólo con el testimonio, y repito en esto no estamos solos creo que en esto cada vez más toda la oposición dentro de Cuba coincidimos en esta línea de trabajo con un estilo o con otro. Pero el MCL habla de un programa de liberación personal que es imprescindible. Habla y trabaja en proyectos concretos como es el Proyecto Varela, y de una forma de trabajo que está invitando al ciudadano constantemente a que ejerza sus derechos civiles. Pienso que esto no será como, podemos decir sólo de manera espontánea sino que hay que orientarlo, no digo dirigirlo, hay que orientarlo, hay que visualizarlo, pero creo que la sociedad cubana, usted me pregunta del futuro y le voy a responder sin dramatismo pero con toda la celeridad que lleva este momento, ahora en este momento se está definiendo la orientación futura de la sociedad cubana a corto plazo. Estamos en un momento en que se está fraguando el futuro de Cuba, y puede quedar deformado ese futuro si el pueblo no interviene en su destino. Lo decimos así claramente. Por lo tanto éste es un momento de urgencia y nosotros estamos presentando proyectos concretos porque ya son cuarenta años, ya son diez años después de los cambios que hubo en Europa en el 90. Cuba es otro país, Cuba tiene una situación distinta, una historia distinta, y además un propósito distinto y propio, pero pienso que si los cubanos ahora no asumimos nuestro propio rol, no tomamos en las manos las riendas del futuro, de la evolución, del proceso de nuestro país, haciendo un paralelo en el orden genético, en el orden biológico, se puede producir, es más ya la corrupción y muchas deformaciones y degradaciones están pesando gravemente y pueden llegar a producir eso que llamaríamos una alteración genética, o una alteración de tipo psicosocial a nivel de nación. Por tanto, estamos en un momento dramático donde la solución tiene que ser radical para decirlo claramente. Radical no quiere decir violencia. Tiene que ser radicalmente pacífica, pero tiene que participar el cubano. Esto sólo se logra si los cubanos nos determinamos a hacerlo. Si pesa más el egoísmo, el miedo, el escepticismo que la solidaridad, el deseo de escape; no podemos salvar nuestra nación. Basta ya de que se nos diga que somos víctimas, que nos describan la realidad que estamos sufriendo, y cada cubano piense que eso no le toca o que no le corresponde.

Desgraciadamente oímos decir a muchos cubanos cosas como ésta: "este pueblo no se decide" o "este pueblo no se lo merece". Este pueblo sí se lo merece. Todo pueblo merece la libertad porque Dios nos la dio, pero también nos dio la capacidad para conquistarla cuando la perdemos. Y en esta generación no la tendremos mientras los cubanos no se decidan a tenerla, y basta ya de que cada uno mire para los lados y piense que esto que estamos diciendo no le toca y que no tiene responsabilidad. Yo no voy a hablar con demagogia. Cuba no ha cambiado porque los cubanos no se han determinado a hacerlo, y yo no soy de los que creen en el desarrollo inexorable de los procesos históricos.

Yo creo en la voluntad humana como creo en la voluntad de Dios que está por encima de ésa, pero creo en la libertad del hombre también. Y los cubanos tenemos que responder a este desafío al menos por amor a nuestros hijos, para no entregarlos como esclavos en el tiempo que les corresponde vivir a ellos. Porque, prácticamente los cubanos no estamos viviendo, estamos siempre en una espera, en una insatisfacción, en una postergación, de el deseo de la imagen, o miramos para atrás o miramos hacia un futuro que no acabamos de ver. Y no quiero filosofar más porque su pregunta es muy concreta.

CPI - El pasado 25 de febrero fue condenado el Dr. Oscar Elías Biscet. Quisiera que nos diera su consideración con relación a ese juicio.

OPS - Primero hablemos el hombre, del hombre que es testigo o que da testimonio con su vida, con un verdadero apostolado, que es ese hermano nuestro Oscar Elías Biscet, no sólo sin hacer daño a nadie sino en una actitud estoica pero muy consciente, muy libre, creo yo, que lo he conocido, somos hermanos en definitiva todos los que luchamos en esto, que todo esto lo ha hecho siempre con una paz inmensa, y él la transmite, sin odios, reclamando el derecho de la vida de los que no han nacido, que él tiene un valor inmenso en hacer esto de defender a los más débiles, que son aquellos que no han nacido y no se les deja nacer. ¿Por qué el gobierno se siente agredido en eso que él hace? Saliendo con un cartel a la calle, sentándose en un parque mientras es golpeado, injuriado, por una turba de cientos de "valientes"; ésas son escenas miserables, eso de hombres y mujeres, algunos de la Seguridad del Estado, del Ministerio del Interior, otros que son convocados para esto, y con que vileza se prestan, como una verdadera jauría, para perseguir, hostigar, golpear, insultar, a dos o tres personas indefensas. Yo desafío a esas personas a que algún día tengan el valor de pedirle perdón a sus hijos si los tienen por estas fechorías tan cobardes que han hecho al atacar a hombres como Oscar Elías Biscet.

Cuando hablo de la justicia cubana es una forma de decir las cosas. Yo diría más bien que es la injusticia de un régimen, y eso no tiene categoría de juicio, y sobre la conciencia de esos jueces y todos los que participaron en este proceso, no lo voy a llamar juicio porque si fuera juicio lo primero que habría que establecer es dónde está el bien y dónde está el mal en la acción de este hombre. Creo que lo condenan y lo persiguen porque representa en esa persona, digamos desde el punto de vista de la fuerza humana, indefensa, un hombre liberado y que es signo de liberación porque ha vencido el miedo, pero no sólo ha vencido el miedo sino que es capaz de actuar por amor, y no quiero quitar ningún mérito al decir que no es una persona extraordinaria, lo extraordinario es el amor con que esa persona ha abrazado la causa de los derechos de sus hermanos. Digo esto de que no es una persona extraordinaria porque pudiéramos pensar: para hacer lo que ha hecho Oscar Elías Biscet, no digo en ese estilo, cada cual puede tener su estilo de trabajo, de lucha, según su personalidad, si pertenece a alguna organización, según sus líneas estratégicas, tácticas, pero lo ejemplar en él es esa paz profunda con que lo hace, ese amor por su pueblo que demuestra, esa limpieza, esa transparencia en sus acciones. Yo creo que eso es lo está tratando de combatir el poder, y se equivoca, se ha cometido un grave error en descargar toda esa fuerza sobre una persona porque esa persona es defensora no de sus derechos sino de los derechos de todo un pueblo. Y en algún momento el pueblo lo va a descubrir.

CPI - En el pasado mes de febrero, el día 23, tuviste un encuentro con un congresista norteamericano llamado Peter Deuschdt y con una asesora del Congreso que venía acompañada por dos expertos. ¿Qué nos puedes decir al respecto?

OPS - Vamos a aclarar los antecedentes de esta visita o de este encuentro. Y lo primero que tengo que aclarar en esto es que no tenía antecedente ninguno, es decir yo llegué a mi casa que estaba haciendo alguna gestión porque es el día que mi hijo más pequeño cumple años, y me encontré a dos personas. Una de ellas hablaba español y la otra era el Congresista por un distrito del sur de la Florida, Peter Deuschdt. Yo no sabía que estaban en Cuba. En ese momento conozco a la persona, no sabía de su existencia anteriormente ni tampoco de todos estos antecedentes que me enteré después por radio porque en ese momento no me lo explicó. Me dijo que estaba en Cuba, que no estaba en visita oficial, es decir, que sus palabras fueron: "no he venido como un congresista, he venido como turista". Por supuesto le saludé, y quiero advertir que para mí es un honor que este ilustre visitante vaya a mi casa como cualquier representante no sólo de Estados Unidos sino diputados de otros países europeos y latinoamericanos que se han encontrado conmigo y para mí siempre es un honor encontrarme con personas que representan a su pueblo y que han sido elegidos democráticamente. Por lo tanto, conversamos, y me propuso que le explicara sobre la realidad cubana, sobre la situación de derechos humanos, sobre las perspectivas de la sociedad cubana. No voy a hacer la exposición completa de lo que yo le dije, ellos la grabaron, y yo les dije que yo no tenía dos posiciones, una pública y otra privada, que si la querían divulgar podían divulgarla, y hubo de mi parte una exposición sintética, hablamos quizás una media hora o un poco más sobre la realidad cubana en el orden socioeconómico y político tal como yo la entiendo, que creo que se puede leer y explicar en otros documentos y en otra parte, también sobre la situación de los derechos humanos en Cuba, y le hablé también acerca de la política de Estados Unidos hacia Cuba, les hablé de nuestra posición con respecto al embargo, le pregunté entonces yo cuál sería la posición futura del gobierno de Estados Unidos, es conocida nuestra posición en el documento "Tiende tu mano a Cuba" acerca del embargo y de la relación de otros países con Cuba, donde nosotros decimos que nosotros no queremos el aislamiento, y así mismo se lo expliqué, no queremos el embargo y también exigimos que cualquier relación de inversión de turismo, de intercambio cultural, exija la participación digna y libre de los cubanos los cuales ahora no tienen derecho, por lo tanto, le expliqué que la solidaridad con el pueblo cubano y con nosotros en especial, que defendemos los derechos del pueblo cubano, nosotros proponemos, es decir cuando se nos habla de solidaridad lo que proponemos es que se apoye nuestros proyectos, se apoye las posiciones y las iniciativas que estamos teniendo nosotros dentro de Cuba, que apoyen política y moralmente, porque el rol, el papel, le corresponde a los cubanos en cuanto a buscar los cambios dentro de Cuba. Todo esto se lo expliqué. Él no me dio muchas opiniones, creo que esto se repite en general con los representantes tanto del gobierno como del Congreso de los Estado Unidos, donde a veces tienen como referencia las leyes que han establecido, las políticas que han establecido, y nosotros les decimos que esa es nuestra opinión, eso no es parte de la solución que nosotros estamos buscando. Nos despedimos amigablemente, y le dije que mi casa estaba abierta para él, y para todo el que quisiera venir a conversar con nosotros.

Ese mismo día fui visitado por estas tres personas, una de ellas asesora del congresista norteamericano y dos expertos. Tuvimos una conversación más larga, bastante larga porque después llamaban a un taxi que no venía y por problemas de ese servicio se extendió casi una hora más la conversación, cosa de lo que me alegré. Hablamos quizás con más calma, precisamente, no sólo acerca de la realidad cubana sino de nuestra concepción de la solidaridad. Yo leí en un informe recientemente y entonces les comenté acerca de cómo hay organizaciones en los Estados Unidos que reciben determinada ayuda financiera para su función allí, muchas de ellas organizaciones que tratan de promover la solidaridad, los cambios democráticos en Cuba, la divulgación, y yo les decía como le he dicho a otros representantes del gobierno norteamericano, que para nosotros es una situación difícil, difícil porque no tenemos medios para expresarlo de otra manera, que tanto el gobierno cubano como a veces desde los Estados Unidos se hable de millones de dólares destinados a apoyar la disidencia interna y eso no es verdad. Lo dicen algunos funcionarios en Estados Unidos y lo dice el gobierno cubano después acusándonos de mercenarios, y está claro para el gobierno norteamericano, para algunas ONGs que se relacionan o que tienen como compelido la realidad cubana, que ese dinero es para organizaciones que están en los Estados Unidos porque dos de esas personas que me visitaban representaban, que tienen vínculos con organizaciones no gubernamentales, que yo les abordé el tema, ellos me aclaraban como sus proyectos se desarrollan prácticamente dentro de los Estados Unidos y así lo hacen todas las organizaciones que reciben dinero. Esto quiero aclararlo dentro de este punto, aunque no tiene que ver con la entrevista, porque muchos disidentes, la mayoría están sin trabajo, pasan hambre, tienen serias dificultades, y además son calumniados. No porque no tengan derecho a recibir ayudas y solidaridad internacional, sino porque además de que no lo recibimos, de que no hemos tenido la ayuda, se dice que la estamos recibiendo y se tergiversa por completo la realidad. En esta entrevista con estas tres personas yo me extendí un poco más a explicarle de nuestro proyecto, en qué orden estabamos trabajando dentro de Cuba, y cómo queríamos llegar a la opinión pública norteamericana que nos parece a veces que fuera de Miami, donde están nuestros hermanos, desconocen el quehacer de la disidencia interna, como se desconoce internacionalmente que dentro de Cuba hay un movimiento cívico, no me refiero al MCL sino a todas las organizaciones que llevan años trabajando y que tienen una propuesta de cambio pacífico por la cual están luchando, y que es eso lo que hay que apoyar política y moralmente y no desgastarse a veces en acciones, posiciones, que no acaban de vincularse con los cambios que nosotros queremos y que no corresponden porque tratan de asumir un rol protagónico que sólo corresponde a nosotros los cubanos.

CPI - ¿Quiere agregar algún otro aspecto?

OPS - Sí, quiero agregar algo. Y es distinguir que cuando hablamos de que ese dinero no viene a Cuba no es una queja, sino que es una realidad y no hay por qué decirlo de otra manera. Otra cosa es que el exilio cubano, nuestra diáspora, sí es solidaria; a veces a título personal, a veces algunas organizaciones o grupos de personas que envían medicinas u ocasionalmente alguna ayuda económica. Pero otra cosa es decir que ese dinero tan ansiado que asignan diferentes instituciones dentro de los Estados Unidos se realiza en proyectos dentro de Cuba o en los bolsillos de los que estamos luchando dentro de Cuba, porque eso no es verdad.

CPI - Muchas gracias, Oswaldo Payá Sardiñas, a nombre de la CPI.



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