A los presidentes de la Cumbre
Misiva dirigida por el Centro de Estudios Sociales Independiente de Cuba a los gobiernos iberoamericanos en ocasión de la Cumbre Iberoamericana próxima a celebrarse en La Habana
La Habana, 13 de septiembre de 1999
Majestad Juan Carlos I, Rey de España Excelentísimos Presidentes y Jefes de Gobiernos Iberoamericanos
Excelencias:
Desde que se acordó en Viña del Mar que la Novena Cumbre Iberoamericana sería celebrada en La Habana, grandes expectativas surgieron alrededor de este evento que podría coadyuvar a la búsqueda de soluciones a los grandes problemas económicos, políticos
y sociales que agobian a los cubanos.
Si se cumplieran los acuerdos tomados en las cumbres, podrían influir positivamente en la obtención de un verdadero Estado de Derecho, donde se consoliden la democracia y las libertades que reclamamos hace ya muchos años. Si el gobierno de Cuba honrara los acuerdos suscritos
en esos cónclaves ello significaría un avance práctico. Requerimos pluralismo político, elecciones libres y democráticas, libertad de expresión, de prensa y de asociación pacífica, con el propósito de que nuestros derechos civiles y políticos
sean respetados.
No es posible gobernar un país sin tener en cuenta las opiniones, deseos y aspiraciones de amplios sectores sociales y de los ciudadanos que a través de los grupos disidentes organizados de derechos humanos, sindicales y la prensa alternativa son perseguidos por expresarse pacíficamente
y se les niega el derecho de actuar en la legalidad.
Excelencias: Sería muy estimulante para nosotros poder saludarlos en nuestra tierra y exponerles con toda sinceridad nuestros puntos de vista. Pensamos que no sería de ninguna manera una humillación para las autoridades cubanas, pues, como todos sabemos, con plena libertad
los dirigentes gubernamentales de Cuba toman contacto con todos aquéllos que estiman oportuno cuando visitan vuestros países.
Consideramos que los cambios que necesariamente se llevarán a cabo en nuestra nación deben propiciarse por la vía pacífica, ordenada y cívica, por el pueblo cubano, sin injerencia extranjera, incluso el propio gobierno actual podría, si lo quisiera,
desempeñar un destacado papel.
Por último, les deseamos grandes éxitos en sus loables empeños con los cuales nos solidarizamos plenamente.
Reciban el testimonio de nuestra más alta consideración.
Por el Centro de Estudios Sociales Independientes, Héctor Palacios Ruiz |