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Reclama Cuba reforma real de Naciones Unidas

Mario J. Viera   

PORT CHARLOTTE, Florida, octubre, www.cubanet.org -Hago mío el titular que encabeza una nota aparecida en el más oficialista periódico de la prensa controlada de Cuba, el Granma del 6 de octubre.

De acuerdo con la nota, el gobierno usurpador de los Castros reclamó que “la reforma de las Naciones Unidas no debe convertir a la organización en un instrumento en función de los intereses de los países ricos y poderosos”. Filtrando lo que pueda esconderse de veneno ideológico dentro de esta exigencia se puede estar de acuerdo con la misma; salvo que debió agregar algo más,

La Organización de las Naciones Unidas no debe responder en general a los particulares intereses de uno o de varios países que forman parte de su pacto, ya sean ricos o subdesarrollados o situados en el margen del Tercer Mundo. Su objetivo está bien definido: Mantener la paz y la seguridad internacionales; fomentar relaciones de amistad entre las naciones basadas sobre el principio de la igualdad de derecho  y la autodeterminación  de los pueblos y, realizar la cooperación internacional en la solución de los más importantes problemas internacionales y el estímulo del respeto de los derechos humanos.

Continuando con la información del órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (que no de los cubanos todos), se dijo que el Sr. Pedro Núñez Mosquera, representante permanente de los usurpadores del gobierno de Cuba, sostuvo que la principal necesidad es revitalizar el papel rector de la Asamblea General y citó las palabras del diplomático referidas a la Asamblea General: “… único órgano de las Naciones Unidas donde no hay lugar para hegemonías, donde todos tenemos voz y voto…”

Aquí es precisamente donde está el meollo de la reforma necesaria de la ONU. La Asamblea General es el único lugar donde todos tienen voz y voto, incluidos los países gobernados por usurpadores como Cuba, violadores de los derechos humanos, dictatoriales y continuistas, tales como Irán, Libia, Siria, Corea del Norte, entre otros. La reforma de la ONU debe plantearse de tal modo que los gobiernos usurpadores, violadores de los derechos humanos, dictatoriales y colaboradores con el terrorismo internacional no cuenten con voz y voto en la Asamblea General hasta tanto no se reorganicen como estados verdaderamente democráticos y legítimamente sean representativos de la autodeterminación de sus propios pueblos.

No es concebible una asamblea, cualquiera la que sea, donde los delincuentes posean los mismos derechos de ejercer influencia con sus votos que los poseídos por las personas decentes. Sería absurdo que los carteles de la droga que desangran a México tuvieran representación en el Congreso Mexicano, o que las Maras del Salvador tuvieran cabida en el Legislativo de ese país.

Si se rechaza el ejercicio del veto que poseen algunas naciones dentro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas es tema que debe ser dilucidado sobre la base de la seguridad de la paz mundial.

Sí, definitivamente, la Organización de las Naciones Unidas debe ser reorganizada sobre nuevos criterios y no darle cabida a delincuentes internacionales como los que se han apoderado del gobierno en Cuba.




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