El futuro cercano

José Antonio Fornaris, Cuba-Verdad

LA HABANA, Cuba, marzo (www.cubanet.org) - Atilio Boron y Fidel Castro  se entienden a las mil maravillas. Quizás la empatía que sienten el uno por el otro se deba a que ambos tienen predilección por adornar sus nombres con títulos y cargos. 

Castro ostentó durante casi medio siglo, de forma oficial,  los cuatro cargos políticos más importantes del país. Boron, por su parte, es Doctor en Ciencias Políticas, profesor titular de Teoría Política y Social y director del Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales. 

Ambos están de acuerdo, cuestión lógica, en que  “nos hallamos ante una crisis general capitalista. Es una crisis que trasciende con creces lo financiero, lo bancario y afecta la economía real en todos sus departamentos”. 

Como esas personas son tan encumbradas hay que darles un gran porcentaje de credibilidad a esas afirmaciones. Así que el futuro inmediato para los países capitalistas no es nada envidiable. 

Dentro de muy poco, casi seguro,  impondrán la cartilla de racionamiento para los productos de primera necesidad. Construirán muchas cárceles donde encerrarán a muchos jóvenes, principalmente a los de piel negra. Las calles y las aceras se llenarán de huecos. No habrá posibilidad de rentar ninguna vivienda porque el déficit habitacional será millonario. 

La prostitución y la corrupción alcanzarán altos niveles. La gente se irá por millones, aunque en este caso no se sabe muy bien a dónde irán a parar. Los salarios, como promedio, serán de unos veinte dólares mensuales, y construirán mirillas telescópicas “Vilma” para los fusiles. 

Las tierras aptas para la agricultura se infestarán de marabú. Las redes hidráulicas y de alcantarillados se deteriorarán de forma alarmante. La tasa de divorcios llegará al 60 por ciento, la gente se volverá mal hablada y violenta y los jóvenes no tendrán motivación para trabajar. 

Se repartirán medallas y diplomas a manos llenas. Habrá muchos graduados universitarios que no resolverán nada, y la mayoría hará esfuerzos para conseguir empleo como taxistas o como servidores a los extranjeros en algún hotel o centro turístico. 
Todo eso y más se evita con una economía centralizada y socialista. Como la de Cuba. En la isla, el Estado, como un padre bueno, entregado y sacrificado, se ocupa de todo. Eso garantiza el confort y la felicidad para todos los ciudadanos.  

Según he escuchado, en Corea del Norte también están resueltos todos los problemas económicos y financieros que afectan  los principales departamentos de la vida de una nación, y se navega, como en la isla, hacia éxitos permanentes. 

Castro lo aseguró mucho antes de que se derribara el Muro de Berlín, y el doctor Boron parece que lo secunda sin ningún tipo de titubeo: “El futuro pertenece por entero al socialismo.