¿Qué busca Sarkozy en Cuba?

Aleaga Pesant

LA HABANA, Cuba, marzo (www.cubane.org) - La visita del político francés Jack Lang a La Habana se mantuvo en secreto durante cinco días, y aclara interrogantes sobre la percepción internacional del escenario cubano.

Lang fue Ministro de Cultura en el gobierno de François Mitterrand. Por sus buenos lazos con la dictadura, fungió en este viaje como emisario especial  del Presidente Nicolás Sarkozy.  Según sus propias palabras, viajó al Caribe para reactivar las relaciones entre los dos estados y facilitar el diálogo entre la isla y los Estados Unidos y con la Unión Europea.  Pero, “sin actuar como intermediario”.

Curiosamente, mientras halagaba a Raúl Castro, y calificaba su encuentro como “amigable, cordial y sin formalidades”, indicaba que Francia estaba dispuesta a ayudar a la plena inserción de la dictadura en la comunidad  internacional, y hacerle propuestas al nuevo gobierno yanqui, para el cambio de su política hacia la tiranía. Perversamente sugiere cambios a la democracia y no a la dictadura familiar más larga de América Latina.

Luego del relajito de las visitas latinoamericanas a La Habana en el primer trimestre del año, con los ridículos estrellatos de los presidentes de Chile y Guatemala, parece que los europeos comienzan a montarse en la carroza.  La visita del canciller irlandés, el ascenso de la misión Noruega al rango de embajada, y ahora la visita de un enviado especial del Presidente de Francia pueden ser los indicadores.  

Cualquier transición en Cuba pasa por el interés del grupo de poder por hacer concesiones a las fuerzas morales de la nación, en el interior y el exterior, en una primera etapa. Las muy discretas medidas adoptadas luego de un año de gobierno formal, son sólo el reconocimiento a la represión y exclusión que existe en Cuba. Al gobierno no le interesa asumir las reformas necesarias para modernizar el país.

¿Puede la diplomacia francesa servir de mediadora en las relaciones de Cuba y Estados Unidos? Por ser Francia  una potencia de segundo orden, debe ser una petulancia de Sarkozy arrogarse  ese derecho. Pero como la política es un ajedrez, la visita pudiera vincularse, a los favores debidos a Hugo Chávez, en su mediación con la guerrilla comunista de Colombia, para la liberación de Ingrid Betancourt.

Sin lugar a dudas, el presidente galo busca aumentar su peso en la región. Quiere desplazar a los españoles, cuando disminuye al mínimo la influencia norteamericana. Ambiciona luchar a codo partido con chinos y rusos. Pretende aumentar su influencia dentro de la comunidad europea en sus relaciones con Latinoamérica. Para ello aprovechan el poder simbólico de la dictadura comunista dentro del escenario de la izquierda continental, en momentos de lujuria populista. Por eso viaja Jack Lang a la Habana. Pero lo más importante es que, en su apego al realismo político, los políticos franceses no ven alternativas a la construcción democrática de la nación. 

aleagapesant@yahoo.es