¿Quiénes son los verdaderos  patriotas? (I parte)

Oscar Espinosa Chepe

LA HABANA, Cuba, marzo (www.cubanet.org) - En Cuba casi todo ha sido trastocado por la manipulación y la mentira tras decenios de totalitarismo. Muchos conceptos  han sido deformados y hoy la controlada prensa los utiliza con sentidos diferentes, a fin de engañar a la población. Ideas como “patriotismo” y “revolución” se han transfigurado en un marco de demagogia y falsedades. 

Ejemplo de eso lo encontramos en la reciente reunión del Consejo de Derechos Humanos, donde se evaluó la ejecutoria del gobierno cubano. Allí, representantes gubernamentales, ante el reclamo de países para que liberaran a los prisioneros encarcelados injustamente por expresar pacíficamente sus ideas, respondieron con la gastada fraseología de que en Cuba no hay presos políticos. Se sabe que están en las cárceles 54 personas reconocidas como prisioneros de conciencia por Amnistía Internacional y su detención declarada arbitraria por el Grupo de Trabajo de Detenciones Arbitrarias de la ONU, ambos desde junio de 2003, así como cerca de otros 200 prisioneros políticos pacíficos.

Ha sido una práctica que toda persona que expresara sus opiniones, por moderadas que fueran, haya recibido la inculpación de contrarrevolucionario y agente de Estados Unidos. Incluso se ha dado el caso de personas que desde hace muchos años se han caracterizado por criticar la política norteamericana hacia Cuba, quienes en espurios juicios fueron falsamente acusados y condenados por un supuesto apoyo al embargo y la Ley Helms-Burton. 

El esquema gubernamental habla de un supuesto enemigo externo para justificar la represión y mantener el poder a toda costa. El grupo que se encuentra al mando rompió con los principios originales de la revolución triunfante en 1959, y tras décadas de continuados desaciertos ha llevado a la nación al caos total. Su retórica, supuestamente nacionalista y progresista, es sólo un barniz que trasluce la verdadera esencia conservadora y reaccionaria en total contradicción con los intereses del pueblo cubano.

Si alguien en Cuba actualmente es verdaderamente contrarrevolucionario, resulta ser el régimen que, atrincherado en sus dogmas, se niega a cambiar un sistema disfuncional, promotor de un desastre material y humano que hace peligrar hasta los cimientos de nuestra soberanía e identidad nacional.  Ni en los peores momentos de la historia  anterior a 1959, los cubanos marcharon en masa al extranjero como sucede desde hace muchos años, lo cual se acrecienta por el acelerado derrumbe de la sociedad y la falta de fe de los ciudadanos, en especial “del hombre nuevo”, en los destinos de la patria.

A esto se suma el impacto extraordinariamente negativo sobre  los valores espirituales y morales, debido a la prolongada crisis y la acumulación de la miseria, fenómeno promovedor del crecimiento galopante de la corrupción al imposibilitarse a las personas  ganar el sustento con el trabajo honesto. Además de estar acosadas por la existencia de absurdas prohibiciones y cansadas de fingir apoyo a un sistema que ha perdido totalmente la credibilidad.

Asimismo, la vida cultural está excesivamente politizada, y muchas relevantes figuras -algunas fallecidas- del arte, la música, y las letras están prohibidas: Celia Cruz, Bebo Valdés, Guillermo Cabrera Infante, Paquito D’Rivera, Arturo Sandoval y muchísimos más,  injustamente vedados por sostener opiniones distintas a las oficiales y haber decidido radicarse en el extranjero. Proceder que lesiona el desarrollo de los verdaderos talentos -al carecer de  insustituibles referencias- , y promover la mediocridad y el clientelismo cultural.

Estimulante resulta que, a pesar de esas nefastas condiciones creadas por la hipocresía oficial, surjan jóvenes figuras y se mantengan excelentes creadores que contribuyen al impulso de la cultura nacional.