Presidentes que no ven ni escuchan
Nelson Núñez Dorta
QUERÉTARO, México, junio, (www.cubanet.org) -¿Acaso no tienen oídos ni visión los presidentes de América que se proponen solicitar la integración de Cuba a la Organización de los Estados Americanos? ¿No han leído esos mandatarios lo escrito por el anciano y convaleciente dictador, no han escuchado las expresiones de su hermano, el General Raúl Castro, que sigue a pie juntillas las indicaciones de su histórico protector?
La arremetida del régimen contra la OEA ha sido violenta y los calificativos hacia dicha organización y sus miembros, altamente ofensivos. Recordemos algunos:
….. La OEA impuso la doble moral, la corrupción política y administrativa, hizo ingobernables las democracias, las convirtió en dictaduras y cuando no les sirvieron más, las reconvirtió en democracias más menguadas y lacayunas….
……Hay demasiado comprometimiento con la muerte, el genocidio y la mentira para que la OEA sobreviva a estos tiempos. Es un cadáver político…….
…….En cuanto a Cuba, no necesita de la OEA. No la quiere ni reformada. Nunca retornaremos a ese vetusto caserón de Washington, testigo de tantas vergüenzas compradas y tantas humillaciones……..
Sin dudas el revanchismo y el odio alimentan estas palabras, donde se pretende mostrar a una organización, que no ha evolucionado en el tiempo y un gobierno norteamericano con un poder absoluto y una actitud hegemónica sobre el Sur.
Cabrían en este tema muchas interpretaciones, una de ellas pudiera ser la siguiente:
Existe un grupo de países que consideran que demostrando buena voluntad a la cincuentenaria dictadura del Caribe, lograrán integrarla en el concierto de naciones democráticas y ayudar a una progresiva y lenta modificación en cuanto a los derechos y las libertades de su oprimido pueblo.
Estos son los que me parecen políticamente ciegos y sordos. Pues se equivocan completamente. En las citas del tirano y sus voceros tienen una clara respuesta. La vieja dictadura cubana, obsoleta, dogmatica, represora e inmoral no acepta sugerencias democráticas, la irritan, la incomodan y la hacen cada día mas agresiva, con sus interlocutores. Ejemplos recientes sobran; España, Canadá, México y la Comunidad Europea.
Pero hay un segundo grupo, con una estrategia muy peligrosa, en este se unen a la dictadura cubana, los gobiernos que han logrado alcanzar el poder en elecciones democráticas y ahora pretenden que esa democracia desparezca de sus países y de la región, para instaurar así sistemas de corte totalitario como el cubano.
Esos gobiernos perfectamente identificados son los que llevan el caso de Cuba a La OEA, con la intención de sembrar el conflicto, desacreditar, debilitar a la organización y pedir su disolución.
No es realmente su objetivo la integración del régimen al concierto de países democráticos, esto es solo una justificación, para lograr sus propósitos.
El tirano Castro en este caso ha mostrado la carta antes de iniciar el juego cuando escribió:
……..Desmantelarla y fundar una nueva organización de países latinoamericanos y caribeños, sin EE.UU., sería la única manera para que América Latina y el Caribe puedan determinar su destino sin poner en peligro su identidad y avance realmente hacia una gran patria unida, que Martí y Bolívar indicaron como meta histórica…….
Esta es la gran pretensión del dictador y sus seguidores, quizás la ultima en la vida de Castro, que sin dudas se convertirá en otra frustración como lo fue su gran aspiración de haber destruido a los Estados Unidos e imponer un mundo tal y como el lo imaginaba. Ahora pretende convertir a la OEA en OEDA (Organización de Estados Dictatoriales Americanos)
Cuando Fidel Castro descalifica y critica a la Organización de Estados Americanos, pareciera que esta describiendo su propio gobierno y sobre todo cuando utiliza el calificativo de “cadáver político”.
América toda, de Norte a Sur ha evolucionado y la OEA tiene que machar al ritmo de esa evolución, la palabra “cambio” esta hoy en el vocabulario de todos lo gobiernos democráticos del hemisferio.
Cuba, sin embargo, hace mas de medio siglo no conoce otros mandatarios que no sean Fidel y Raúl Castro y la palabra “cambio” se considera para la dictadura, propaganda enemiga y sujeto socialmente peligroso quien la tenga escrita en una prenda de vestir o un brazalete. Sorprende que aun así se este debatiendo el acercamiento de este régimen a la OEA.
Por eso, para los hermanos Castro y su sequito el gobierno de la isla nunca regresara a la “desprestigiada organización” pues ellos no estarán dispuestos jamás a dar cumplimiento a los postulados de la Carta Democrática Interamericana, incluyendo la protección de los derechos humanos y el respeto al estado de derecho.
Aunque hoy estamos seguros y confiados que “nunca y jamás”, son palabras que ya están indicando muy corto tiempo para ambos hermanos y la supervivencia de su engendro político.
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