: Cuba: Las constituciones no mueren, las asesinan vilmente los dictadores
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Las constituciones no mueren, las asesinan vilmente los dictadores

Nelson Núñez Dorta

QUERÉTARO, México, julio. www.cubanet.org -El Sr. Fidel Castro,  después de medio siglo de gobierno totalitario,  se muestra preocupado por la crisis que ha tenido lugar en Honduras y la  institucionalidad en América Latina.

Lo que está realmente en juego hoy en América son las libertades y la democracia que supuestos reivindicadores sociales con ambiciones dictatoriales, aspirantes al poder absoluto y totalitario, quieren abolir. Esa no es la forma de acabar con las desigualdades, ni las injusticias.

Los Mesías populistas se aprovechan de la difícil situación de los pueblos, de la falta de voluntad de los gobiernos tradicionales y los poderosos que, en su egoísmo y ambición, también pretenden mantener el poder y enriquecerse a costa de  más pobreza y desigualdad; pienso que  estos últimos señores, son responsables del surgimiento, desarrollo y parcial éxito de los llamados movimientos sociales y sus caudillos.

En un artículo sobre las crisis de Honduras, el dictador vitalicio de Cuba afirma que, “si el presidente Manuel Zelaya no es reintegrado a su cargo, una ola de golpes de Estado amenaza con barrer a muchos gobiernos de América Latina o quedarán éstos a merced de los militares de extrema derecha”.

El convaleciente ex- comandante en jefe, que únicamente enfermo dejó a un lado su cargo y su  uniforme militar, aunque no su poder ilimitado, se dedica ahora a lanzar sus campañas mediáticas llamadas “reflexiones”, donde utiliza su conocida  y obsoleta retórica anti imperialista. En este caso,  asume la defensa del depuesto presidente hondureño,  declarándose partidario del  " derecho de los pueblos de América Latina a elegir a sus gobernantes”. Al parecer Castro no considera a Cuba y su pueblo como latinoamericanos.

Recordémos solamente tres artículos de la Constitución impuesta a la nación  Cubana:
Artículo 5o.- El Partido Comunista de Cuba, martiano y marxista-leninista, vanguardia organizada de la nación cubana, es la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado…….

Artículo 62o.- Ninguna de las libertades reconocidas a los ciudadanos puede ser ejercida contra lo establecido en la Constitución y las leyes, ni contra la existencia y fines del Estado socialista, ni contra la decisión del pueblo cubano de construir el socialismo y el comunismo. La infracción de este principio es punible.

ARTICULO 137. Esta Constitución sólo puede ser reformada por la Asamblea Nacional del Poder Popular mediante acuerdo adoptado, en votación nominal, por una mayoría no inferior a las dos terceras partes del número total de sus integrantes, excepto en lo que se refiere al sistema político, social y económico, cuyo carácter irrevocable……

Constituciones  dogmáticas, intolerantes y liberticidas como ésta, que no dan ninguna opción a la diversidad ideológica y política,  son las que pretenden imponer los nuevos caudillos latinoamericanos a sus pueblos, agregándoles un elemento  más,  que en la dictadura cubana no fue necesario: la posibilidad de permanencia indefinida en el poder.

Eso es lo que pretenden Chávez, Correa, Evo, Ortega  y quizás algún otro,  que,  junto al régimen cubano, se muestran como  los mas preocupados porque la solución del conflicto hondureño no pase por el diálogo o la concertación entre el depuesto presidente y el actual mandatario. Claman por la imposición inmediata  de Zelaya, cualquier otra solución representaría  un rotundo fracaso pero, estemos claros, no precisamente de la democracia, sino  del proyecto totalitario hemisférico,  al que se había unido el mandatario de Honduras.

No escucho el mismo tono, retador y agresivo,  en otros presidentes latinoamericanos, como el de Brasil, que no tiene intenciones de reelegirse indefinidamente, ni la de Chile, por mencionar algunos. Ambos se manifestaron en contra de la expulsión de Zelaya, también encabezan en sus países proyectos de izquierda, pero hay una notable diferencia, son políticos que confían el la voluntad popular y  en sus partidos como institución para mantener la continuidad de sus ideales; no parecen tener entre sus aspiraciones el poder absoluto. 

Lo contrario sucede con estos señores que hablando de derechos, democracia y libertades, pretenden  abolirlos una vez que se  les ha permitido llegar a la presidencia, a cumplir un mandato constitucional. Entonces,  comienzan a mostrar sus verdaderas intenciones, que conjugan la ambición, la autosuficiencia y el desprecio por las libertades, expresando  que requieren de más tiempo para llevar adelante sus proyectos. Proponen la “refundación” de sus naciones, con nuevas constituciones que, lejos de ser más democráticas, les atribuyan amplios poderes, hasta para pisotear cuando les venga en ganas esas mismas constituciones que han logrado imponer.

El régimen de La Habana rechazó la  invitación para reincorporarse a la OEA;  lo detiene únicamente el tener que suscribir y cumplir la Carta Democrática de dicha organización, que ignora y viola a diario.

En Cuba,  se presentó  a las autoridades una propuesta de cambios, el “Proyecto Varela”; esta  solicitud,  absolutamente legal, se acompañaba con la firma de más de diez mil ciudadanos, como esta previsto en el artículo 88 de la constitución. ¿Y cual fue la respuesta que dio la dictadura? Pues, además del silencio oficial,  sus firmantes fueron y continúan hoy siendo amenazados, perseguidos y reprimidos, además, de inmediato se reformaron los artículos que permitían solicitar algún cambio al sistema dictatorial.


¿Que preocupa tanto al dictador del Caribe? ¿Por qué defiende  a un presidente que intentaba modificar la constitución de su país,  en artículos tan parecidos  a los que en el año 2002 fueron declarados también artículos  pétreos de la constitución cubana?


Podemos condenar el método utilizado contra la persona del presidente de Honduras; quizás debió ser detenido y juzgado acorde a las leyes de la nación, pero no creo que la defensa a ultranza y los consejos de confrontación que recibe,  de estos personajes de la nueva izquierda bolivariana sean  la mejor vía para la solución del problema. Han sido precisamente  estos cercanos consejeros, los que han logrado, o intentan, asesinar y enterrar las constituciones y las instituciones democráticas en sus naciones.

Honduras necesita diálogo y concertación, no imposición, América Latina toda  necesita, equidad y  justicia social, pero estoy seguro que  nunca se lograrán   entregando el poder a   dictaduras de cualquier  color político, ni a oligarquías de derecha, ni de izquierda. Esa no será la solución para nuestras naciones.

 

 

 

 
 
 
 
 
Diario del preso Normando Hernandez Héctor Maseda Gutiérrez
Un libro escrito desde la cárcel
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