Papas por la libreta de racionamiento

LA HABANA, Cuba, 26 de febrero, (Frank Correa / www.cubanet.org) -Luego de haber capitaneado la lista de productos ausentes en los agromercados  por  buen tiempo, en el día de ayer trajeron a La Habana el primer cargamento de papas para vender a la población.

El camión llego al poblado de Jaimanitas, al noroeste de la capital, sobre las diez de la mañana y la venta no comenzó hasta las dos de la tarde. El pesaje de la mercancía fue exhaustivo, saco por saco y no por lotes, como era la antigua costumbre.

La cola frente al establecimiento estatal que popularmente llaman “El Puesto” creció en proporciones inusuales, debido a la demora que  derivó del control  físico de las viandas y por ser la primera vez en el año que el estado vende este preciado tubérculo.

Antes de comenzar la venta hubo un murmullo general y protestas por parte de los consumidores, cuando el administrador de “El Puesto” escribió con tiza  en la tablilla de información que la papa se vendería a razón de libra por consumidor nada más, y exigió de forma rigurosa que los compradores debían presentar su libreta de racionamiento.

Se había vuelto una costumbre prescindir de esta libreta para comprar papas y venderla sin limitaciones de cantidad, pero con los golpes de los huracanes pasados a la agricultura se observa  un cambio notable en las formas de distribución en este establecimiento estatal, el único sobreviviente de todos los agromercados de Jaimanitas. Hace poco los kioscos particulares que antes vendían viandas, frutas y vegetales, fueron  demolidos luego de permanecer por un periodo de varios meses cerrados por falta de productos.

Una libra de papas equivale a aproximadamente  a sólo dos papas y esa es la cantidad asignada por la libreta de racionamiento a cada consumidor. A muchos les pareció ridículo esperar una hora de cola para llevar  cantidad tan ínfima. Las protestas  y los comentarios se hicieron agresivos, pero los elementos de “respuesta pasiva”  -técnica utilizada por el gobierno para neutralizar los síntomas de malestar  y disgusto en la población, para lo cual emplea retirados de las Fuerzas Armadas, el Ministerio del Interior y los viejos militantes comunistas que abundan en las colas- hicieron su labor,  manifestando que algo era mejor que nada, que esto sucedía por ser el primer envío del año y tenían que racionarlo para que alcanzara para todos, que ya era hora de ponerle fin al robo y a la malversación de los empleados estatales sobre los productos que el estado produce con tanto esfuerzo y sacrificio para el pueblo que “trabaja y construye”.

Buró Informativo de la Agenda para la Transición y la Unidad Liberal de la República de Cuba.