¿Cuántos creyentes habrá en Cuba?

José Manuel Caraballo, APLA

CIEGO DE ÁVILA, Cuba, febrero (www.cubanet.org) - En una conversación con un fidelista, se habló sobre la religión en Cuba; pero cuando el diálogo se convirtió en un monólogo por parte de nuestro "amigo" comunista, muy embullado, y pensando que había conquistado una victoria ante un disidente, le mostré una fotografía de la última procesión a La Candelaria, patrona de Morón, donde cientos de moronenses veneraron a la virgen sin que nadie se lo impusiera y tuvo que reconocer que hay mucha gente de pueblo que aún conserva sus creencias y que, aunque asistan a los desfiles programados por el régimen, no está de acuerdo con sus decisiones.

Una vez en casa, y buscando entre las decenas de periódicos que archivo, encontré un sondeo de opinión hecho en Cuba en el año 2006 por una dependencia del Estado, que afirma en sus conclusiones que 85 de cada 100 cubanos son creyentes. Sacando cuentas me pregunté: ¿Quiere decir esto que 15 de cada 100 cubanos son ateos?

Es cierto que el proceso político que hemos vivido durante 50 años, con sabor marxista y ateo ha marcado a varias generaciones, sobre todo debido al gran empeño puesto en reforzar los estereotipos del "hombre nuevo" a través de la enseñanza y los medios de comunicación dirigidos por el partido único.

Sin embargo, la realidad cubana actual demuestra que la mayoría de los cubanos somos católicos, bautistas, metodistas, testigos de Jehová, pentecostales, adventistas, santeros, espiritistas, hacemos promesas, bautizamos a los niños, vamos al Cobre o al Rincón, llevamos una estampita de la virgen o cualquier santo  en el bolsillo o en la cartera, nos gustan los crucifijos, las medallas y las oraciones, recibimos con gusto la bendición, quisiéramos que nuestros hijos se educaran como antes, con principios religiosos, "porque lo que enseña la Iglesia es bueno", vamos a las procesiones, ponemos cruces sobre las tumbas de nuestros difuntos y rezamos por ellos, o nos acordamos de Dios "cuando aprieta el zapato" y de Santa Bárbara "cuando truena".

La historia recuerda a los mambises con la Caridad del Cobre sobre el pecho, y a unos barbudos que bajaron de la Sierra Maestra con rosarios colgados a sus cuellos. Por ello hasta existe una canción conocida entre nosotros: "Hay quien dice que no cree en ná, ¡y va a consultarse por la madrugá!".

Hoy en día podemos ver la proliferación de cubanos y cubanas (algunos muy jóvenes, e incluso niños) que se “hacen santo” siguiendo los rituales de la religión afrocubana  y andan vestidos de blanco.

¿Y qué pensar de las supersticiones? Como aquello de no pasar por debajo de una escalera, de no mirar un eclipse la mujer embarazada, de los gatos negros, de las figuras de elefantes de espalda a la puerta, de herraduras, de lo malo de dejar un balance meciéndose solo, de los martes 13, de darle vuelta a la ceiba, de las tiritas coloradas colgadas de máquinas, camiones, bicicletas y bicitaxis, etc.

Reafirmo lo que escuché decir a un sacerdote una vez: "Quisiera que nadie fuera ateo, que viviéramos alejados de las supersticiones y de los falsos dioses, y creyéramos en el Dios verdadero, mas el mundo es así, hay de todo y vivimos en él”.

Luego de 50 años de revolución atea y marxista, ¿cuántos ateos habrá en Cuba?