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26 de febrero de 2009
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Muerte en el cubículo 7

Moisés Leonardo Rodríguez

LA HABANA, Cuba, febrero (www.cubanet.org) - Magaly Norffi recibió la noticia de  que su hijo Ezequiel Rodríguez, de 28 años, fue encontrado ahorcado a las 3 de la madrugada en el baño del cubículo 7 de la prisión de Aguacate, en el municipio Quivicán, provincia La Habana.

La información la recibió a las ocho de la mañana en su domicilio de boca del segundo jefe de la cárcel y del jefe de orden interior, capitanes Quintana y William.

La señora Norffi declaró a este reportero que los oficiales le explicaron que el reo que encontró el cuerpo de Ezequiel avisó inmediatamente a las autoridades penitenciarias y fueron los peritos de criminalística los que lo bajaron y quitaron la soga del cuello.

El capitán Quintana le había comunicado el día anterior por teléfono a la madre de Ezequiel que le habían impuesto una nueva condena de 25 años por una causa pendiente y por la riña que tuvo con un guardia de la prisión de Guanajay.

Aclara Norffi que no sabe a qué riña se referían, pues lo que realmente ocurrió es que su hijo fue golpeado brutalmente el 26 de mayo de 2008 mientras estaba en una celda de castigo en Guanajay, por un guardia que previamente le había esposado de pies y manos a la reja de la celda.

Su reclamo ante la dirección del penal de Guanajay y otras instituciones gubernamentales, incluido el Ministerio del Interior por este trato cruel, inhumano y degradante, determinó el traslado de su hijo a la prisión en la que falleció.

Entre las respuestas oficiales a la queja, afirma la madre que se incluyó la garantía de que al hijo no le pasaría nada como resultado de este incidente violento. “Ahora lo condenan porque dice el guardia que lo agredió que tenía una cuchilla en la boca. Si esto fuera verdad se habría cortado la boca con la paliza que le dio”.

Después de pasar por el Departamento de Medicina Legal provincial, en San Antonio de los Baños, y por la funeraria de Santiago de las Vegas, el cuerpo fue entregado a la familia a las 4 de la tarde para ser velado en su domicilio de la  calle 212 entre 409 y 413, en el reparto La Catalina, en Santiago de las Vegas, municipio Boyeros de Ciudad de la Habana.

Al revisar el cuerpo de su hijo la madre comprobó que le faltaba un diente superior y cuatro inferiores, la tráquea estaba intacta, y tenía sendas heridas a ambos lados del cuello, así como hematomas en la espalda, la frente y la cara.

Denunció esta situación al segundo jefe de la prisión, quien le dio una nueva versión de los hechos que contradice la inicial: el preso que lo encontró cortó de inmediato la soga por lo que el cuerpo recibió dichos golpes al caer.

Argumentó el oficial que el ahorcamiento se había realizado con un “tilín” (nombre dado a las cuerdas confeccionadas por los presos con el tejido de sacos de nylon), lo que explica las heridas del cuello.

El jefe de la prisión de Aguacate, teniente coronel Tomás Vargas, se presentó al día siguiente en el domicilio del fallecido y dijo a la madre que Ezequiel había dejado cartas explicando el por qué de su decisión. Que no se las entregarían hasta terminar las investigaciones que se llevaban a cabo.

Magaly refiere que antes de la visita del jefe de prisión se habían presentado en su casa oficiales del Departamento de Criminalística, los cuales, después de oír los argumentos que hacen pensar a la madre que no hubo tal suicidio, le dieron la razón y le explicaron que por eso el caso estaba bajo investigación. Que le harían saber los resultados la semana próxima.

A lo anterior se suma el hecho de que el padre del fallecido, Ezequiel Rodríguez, recibió una llamada telefónica de un reo (que no identifica por temor a su integridad) en horas de la tarde del 19, que le dijo que fuera urgentemente, pues su hijo había tenido problemas en el destacamento.

La madre espera que se esclarezcan las causas reales de la muerte de su hijo. Ella esta convencida de que no se trata de un suicidio. Varios indicios favorecen su criterio.

La señora Norffi concluyó manifestando que acepta la pérdida de su hijo como irreversible pero, a pesar de ello, “no dejare de hacer lo que sea  hasta que se conozca la verdad y paguen los culpables de la muerte de mi hijo”.

corrientemartiana2004@yahoo.com

 

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