Acerca del Embargo

Andrés Andrés

MIAMI, Florida, febrero, (www.cubanet.org) -En el día de ayer se ha hecho pública la carta del Sr. Richard Lugan, Senador Republicano por el Estado de Indiana, en referencia al embargo de Estados Unidos contra Cuba.

Mr. Lugan piensa que USA debe analizar su política al respecto por varias razones. Esgrime que el embargo le ha servido de chivo expiatorio a la dictadura castrista para mantenerse en el poder y ha sido ineficaz en su propósito. Esta carta, o algo similar, eran de esperar en estos meses. Es lógico que el grupo de inversionistas americanos que está metido ya hasta el cuello, comerciando con los mafiosos de La Habana, diera este paso. Lo que pretenden es colocar a la administración de Obama contra la pared para así obtener lo que quieren y darle el puntillazo final al asunto.

Saben bien que el Presidente ha dicho que no planea cancelar el embargo unilateralmente por el momento, sólo eliminar las medidas de la administración Bush sobre los viajes y las remesas, que tanta controversia causaron en la comunidad de cubanos en Estados Unidos. Es fácil entender el mensaje: Si ibas a aflojar un poco, ahora yo quiero más...Ese es el mensaje implícito en esta jugada política de Mr.Lugan y su comparsa. Este Sr. ahora será presentado en Cuba como hombre honesto y reconciliador, poseedor de las mejores intenciones hacia los cubanos.

Estoy completamente convencido de que el pueblo cubano no sabe como funcionan los cabilderos y los grupos de interés en Estados Unidos y por eso se tragará la píldora del “buenazo senador americano”. Doy por sentado también que muchos utilizarán la militancia del señor en el partido republicano para sacarle beneficio, ya que históricamente se ha asociado el embargo a ese partido y a los “cubanos terroristas y mafiosos de Miami”. El gobierno de Cuba presentará esta carta como una contradicción partidista entre los extremistas del ala derecha. De todas formas la carta, tanto como el que la escribe, adolecen de lo más elemental requerido para abordar el asunto: la honestidad.

No es honesto el senador cuando hace un pedido unilateral. Según su criterio, Estados Unidos debe de doblar sus rodillas ante el victorioso viejito que le sigue revolviendo el traspatio, aún en su lecho de muerte. No hay ni un mínimo pedido en su carta hacia el gobierno de los mafiosos del PCC, ni una pizca de crítica al atroz bloqueo interno que padece el cubano, ese al cual la policía le pide la identificación en la calle por el solo hecho de cargar algo en un bolso, al que no puede vender su casa aunque tiene un título que dice que es el dueño. Ni un pedido sencillo por los presos de conciencia o por darle acceso a las organizaciones religiosas cubanas a los medios de difusión masiva. Lo digo y lo repito, es deshonesta, y más que eso vil, la carta y también su autor.

Mi posición acerca del embargo ha sido diáfana y certera. No la he cambiado nunca. La formé en Cuba, para ser más específico, en los debates políticos que en secreto se hacían en el parque Barceló. En aquel entonces algunos no me comprendían. Espero que ahora estén más abiertos a mi idea. El embargo debe de ser eliminado totalmente o aplicado totalmente. Cualquier paso que se dé para eliminarlo debe ser condicionado a la cancelación del embargo interno imperante en el país que tantas lágrimas y desconsuelo ha causado a la familia cubana. Por los errores en la política de USA se ha llegado a este engendro legislativo que existe ahora, el cual establece que los agricultores negocien con quien históricamente ha sido el enemigo numero uno de Estados Unidos en America Latina, sólo porque paga en efectivo. El peso del embargo comunista sobre las espaldas del pueblo cubano debe de ser eliminado y de no ser así entonces se debe de aplicar en su totalidad el embargo estadounidense, conjuntamente con otras naciones. Cero comercio, cero relaciones deportivas y culturales. Cero de todo, si no se le devuelven los derechos civiles a los cubanos. De seguro que muchos criticarían esa política,  pero lo van a hacer igual si no se hace nada.

Recientemente, en una línea para pagar en Walmart, pude ver a un señor que definitivamente estaba recién llegado de Cuba exigiendo a la cajera que le diera la “propiedad” de la bicicleta que había comprado. La cajera, asombrada, le preguntaba de qué hablaba él, porque el recibo de ventas era lo que ella debía proporcionarle, nada más. El hombre insistía en rechazar el recibo y pedir la propiedad de la bicicleta. Ella le preguntó si quería comprar una garantía y el tozudo caballero, algo furioso ya, le dijo que no le vendiera nada más, que le diera la propiedad. Como ya estaban a punto de llamar al gerente, decidí intervenir en ayuda de la cajera y le expliqué al señor que en Estados Unidos no es necesario eso para andar en su bicicleta por la calle, o para demostrar propiedad sobre la misma, que esos disparates suceden en Cuba solamente. El hombre me miró algo avergonzado y se retiró sin decir más.

La anécdota anterior habla por si misma de cuan profundo y abusivo es el embargo interno del gobierno de Cuba contra sus ciudadanos; tanto, que los cubanos llegan a pensar que las absurdas leyes impuestas allí son lógicas y legales, hasta fuera del país.
El clan geriátrico que reina en La Habana se babea, ahora que no tienen el subsidio soviético, para obtener créditos americanos que les permitan mantener su dictadura. Parece que se les ha olvidado cuanto se burlaron del embargo en discursos y entrevistas. ¿Cómo es que ahora lo quieren eliminar? Son hipócritas al querer comerciar con quien consideran su enemigo ideológico histórico.

Tanto el Sr.Lugan como los dictadores del gobierno cubano, actúan hipocresía y pretenden tapar el sol con un dedo.