¡America Latina , despierta!         

Ulises Larramendi

FRASE: Hoy, los comunistas han cambiado de nombre, pero siguen mintiendo para llegar al poder y establecer sus dictaduras diabólicas.

LOS ANGELES, California, febrero, (www.cubanet.org) –Supuestamente uno es de izquierda y el otro de derecha, pero en realidad los dos son socialismos y la principal diferencia entre el nazismo y el comunismo es el nombre. Ambos son tiranías totalitarias que llenan de sangre y miseria cualquier país donde se afiancen.
   
Tanto los comunistas como los nazis llegan al poder a través del engaño, y  mantienen el control a fuerza de mentiras, torturas y muerte. Para ellos, el fin siempre justifica los medios. Los dos son igualmente enemigos de la democracia, la justicia, la verdad y todo lo  que es bueno y honrado en este mundo.  Prometen un futuro que saben no darán y sumen a los países en las tinieblas, el abuso y la miseria.

Cuando Hitler creo su régimen diabólico, simplemente copió el sistema comunista, ya implantado en la antigua Unión Soviética. La pequeña diferencia es que fue más despacio en la confiscación de la empresa libre, pero el control total de la economía vendría después de su victoria en la Segunda Guerra Mundial.

Comunistas y nazis tienen chivos expiatorios, grupos que odian, a los que tratan de aniquilar. Hitler asesinó tanta gente como Lenin, Stalin más que Hitler y Mao más que Stalin. Sin excepción, todos los tiranos socialistas han sido déspotas y asesinos.

Después de largas investigaciones, historiadores honestos han llegado a la conclusión de que el comunismo es responsable por la muerte de más ciento cincuenta millones de seres humanos en el siglo 20 y la cantidad de víctimas sigue aumentando en el siglo  21.

Hoy, los comunistas han cambiado de nombre, pero siguen mintiendo para llegar al poder y establecer sus dictaduras diabólicas. Siguen ofreciendo lo que no van a dar, pues sólo dan abuso, dictadura y miseria.

Por desgracia, los pueblos no escarmientan por cabeza ajena y pronto se olvidan de la historia. Mientras en  Europa se ha desintegrado el comunismo,  la America Latina se deja ahora engañar por el discurso populista de los comunistas reciclados, que ahora llevan nuevos nombres.