Mil millones de dólares

Leafar Pérez 

LA HABANA, Cuba, febrero (www.cubanet.org) - Los datos aportados por Eusebio Leal, historiador de La Habana, sobre el grave deterioro de la  ciudad, representan un llamado de alerta ante el desastre que se avecina.

Hacinados en viviendas inseguras, vivimos los habaneros junto a fortalezas coloniales, modernos hoteles construidos a lo largo del litoral, edificios que bordean la Plaza de la Revolución y dos o tres barrios exclusivos donde residen funcionarios de alto rango del gobierno. Este es un aspecto de la realidad, pero sólo a través de las palabras de Leal es posible comprobar hasta qué punto el deterioro de la capital ha subido de tono en los últimos tiempos.

En el programa de la televisión cubana, Hurón Azul el pasado jueves el historiador aseguró que la mala estrategia de los organismos estatales y la indolencia de las autoridades comprometen el futuro de más de dos millones de personas que viven en La Habana, miles de ella en condiciones precarias.

Informó que un sesenta por ciento de las viviendas se encuentran en mal estado. Situación que se agrava en municipios como Habana Vieja, Centro Habana, Cerro y Diez de Octubre, donde las construcciones de más de un siglo no han recibido el mantenimiento adecuado. Y afirmó que si uno de los huracanes que devastaron el país el pasado año hubiera cruzado sobre la Habana, la situación hubiera requerido decretar la Ley Marcial, y dejar al ejército el control de la ciudad.

En situaciones normales la basura se acumula en las calles. Las redes de agua potable son insuficientes y las que existen están en muy mal estado. Esta situación se agrava en los barrios marginales que se levantan en la periferia de La Habana. 

Un promedio de tres derrumbes ocurre diariamente en la ciudad. Incluso se ha llegado al absurdo de establecer un orden de prioridad para las demoliciones. Las construcciones apuntaladas son parte del paisaje cotidiano en las calles habaneras, aún en  las principales avenidas.

Luego de un derrumbe ocurrido en el edificio situado en la calle Durege, en Santos Suárez, un funcionario del Instituto de la Vivienda dijo a las familias afectadas:
-Resuelvan para dónde irse porque los albergues están por lista de espera
Siete adultos y diez niños, entre ellos uno menor de un año, abandonados a su suerte junto a lo poco que pudieron rescatar de entre los escombros. A diario suceden hechos de esta índole, y las autoridades muy poco hacen para cambiar el panorama.

Al terminar la entrevista Eusebio Leal pidió al Estado mil millones de dólares que se destinarían a salvar y rehabilitar miles de viviendas y servicios básicos como las redes eléctricas, agua potable y viales.

Ahora está en manos de las autoridades salvar una ciudad que pronto cumplirá cinco siglos. De no hacerse, sólo dejaremos a los que vengan un montón de ruinas, como recuero de lo que fue La Habana.