Subordinación e independencia

Laritza Diversent

LA HABANA, Cuba, febrero (www.cubanet.org) - El presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Raúl Castro, anunció en el segundo periodo de sesiones de la actual legislatura de la Asamblea Nacional, correspondiente al año 2008, la creación de la Contraloría General de la República.  

La propuesta de creación de la Contraloría se concretará en el próximo periodo de sesión parlamentario. Sin embargo, poco conocen los cubanos sobre el nuevo órgano. Nunca antes había existido tal denominación para una institución del Estado. 

No obstante, organismos semejantes forman parte de la estructura de varios países de América Latina: Venezuela, Costa Rica, Chile, Panamá, Paraguay, Colombia, Nicaragua, Perú, Honduras. 

La creación de la Contraloría General de la República es  una de las transformaciones estructurales y de conceptos que serán  analizados en el VI Congreso del Partido Comunista. ¿Qué beneficios o retrocesos implicará la misma para los cambios democráticos que necesita el país? 

Todo depende de las funciones y atribuciones que se le otorguen. Se prevé que asuma las funciones del actual Ministerio de Auditoría y Control, y se le agregarán otras. Pronostican darle más facultades que las que tiene en otros países, limitadas fundamentalmente al control de los fondos públicos.

Efectivamente, la Contraloría es el órgano de control de las actividades económicas y financieras del Estado. Lleva las cuentas nacionales. Fiscaliza los actos relativos al empleo de los fondos y otros bienes públicos. Realiza inspecciones y examina la contabilidad.

Sea un Tribunal de Cuentas, o la Contraloría, el país necesita de una herramienta de este tipo que supervise la ejecución del presupuesto, las operaciones de la deuda pública y los actos de las instituciones estatales.  

¡Cuidado! Necesitamos de algo que tenga reconocimiento constitucional e independencia funcional, que deba obediencia sólo a la ley. En el sentido de que ésta sea la que le atribuya las facultades, la forma, el contenido y limite sus actuaciones.  

Parece que este no va a ser el caso de la nueva Contraloría General de la República, pues se prevé que sea jerárquicamente superior a los organismos de la administración central, pero subordinada directamente al Consejo de Estado. 

Implica esto que no tendrá reconocimiento constitucional. Y que en el cumplimiento de sus funciones atenderá a los intereses de la clase política que tiene el poder, a la que está subordinada; perdiendo así la independencia e imparcialidad, indispensables en una institución de este tipo.

laritzadiversent@yahoo.es