I ESPAÑOL I ENGLISH I CONTACTO I ¿QUIÉNES SOMOS? I NOTICIAS POR E-MAIL
6 de febrero de 2009

 

OPINIÓN DE LOS LECTORES
 

La hora de la verdad

Adrián Leiva / Miami, Florida 

“A los que se aferran al poder mediante la corrupción y el engaño, silenciando la disensión, sabed que estáis en el lado equivocado de la historia, pero le tendemos la mano si estáis dispuesto a abrir el puño”  

Barack Obama

Estas palabras de Barack Obama, pronunciadas en su discurso inaugural como presidente 44 de los Estados Unidos, sientan las pautas de su política exterior y dejan claro que ha llegado a la Casa Blanca un estadista que debe afrontar, sin soluciones mágicas a su alcance, los retos de una compleja situación internacional. La crisis económica, la seguridad nacional y los conflictos en el Medio Oriente ocuparán su atención en los primeros meses de su administración. 

Más adelante en su discurso señala Obama, “nuestro poder por si solo no nos puede proteger,  ni nos da derecho a hacer lo que nos plazca”

En medio de la creciente ola de populismo en América Latina, que se nutre de la percepción de muchos de que la región es tratada por los norteamericanos como su traspatio, la figura de Barack Obama, con una política exterior de conciliación, crea un nuevo escenario. 

El tradicional lenguaje antiimperialista pierde sentido - al menos por el momento- con el discurso de Obama y su invitación al dialogo respetuoso con otros estados. 

En el tema cubano, se abre la posibilidad de un cambio en la relación entre los dos gobiernos que propicie quizás una flexibilización de la situación interna de la Isla, tanto en materia económica, como en el respeto a las libertades personales y civiles. Con una nueva política norteamericana el argumento de plaza sitiada utilizado por el gobierno cubano para justificar su inmovilismo, quedaría sin efecto ante los ojos de la opinión pública internacional y de la izquierda democrática. Esta idea es compartida por gran parte de la población dentro de la Isla, incluyendo un sector de la disidencia interna, y por un número creciente de cubanos radicados en el exterior 

La nueva administración norteamericana no ha tomado aun ninguna iniciativa de cambios en lo que respecta a la política hacia Cuba, pero se espera que haya un giro significativo en la misma. 

De cualquier manera, poner fin a la confrontación existente durante cincuenta años sería un paso de madurez política de ambos estados y permitiría abrir una ventana para la normalización y cooperación en diversos aspectos de imprescindible interés para los dos países, sus respectivos pueblos y toda la región. 

Barack Obama extenderá la mano, según anunció en su discurso inaugural. ¿Estará La Habana dispuesta a abrir el puño con que durante cincuenta años ha mantenido herméticamente cerrado a su propio pueblo?  

La hora de la verdad parece acercarse.  

 

REVISTA CUBANET
GALERÍA DE FOTOS
Fotos de Nury A. Rodríguez
GALERÍA DE ARTE
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material siempre que se le reconozca como fuente.