Sentencia 289

Odelín Alfonso Torna

LA HABANA, Cuba, enero (www.cubanet.org) - “Si miento, quiero que me fusilen”, dijo Balbina Isabel Zayas ante su abogado, Abel Alejandro Solás, letrado asignado al bufete colectivo de 5ta F entre 110 y 112, municipio Playa. Balbina solicitó la revisión de la causa No. 21/06, sentencia 289/06, que condena a su hijo José Francisco Hernández a diez años de prisión. 

José Francisco, de 43 años de edad, que padece desde marzo de 1987 de esquizofrenia paranoide, fue acusado de robo con violencia e intimidación.

La víctima de este supuesto incidente, el ciudadano Rolando Fernández, nunca declaró que fue asaltado por José Francisco en la intercepción de 41 y 42, en el municipio capitalino Playa, el 18 de agosto de 2005. En su lugar, José Francisco fue acusado por los agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) Cesar Rodríguez, Pavel Batista y Orlando Pita, quienes ese día se encontraban de guardia operativa. 

En el momento de la detención, a José Francisco Hernández le ocuparon dentro de una bolsa de nylon 11 mil pesos en moneda nacional, que supuestamente le había arrebatado a la víctima. Según la declaración de los agentes, el procesado aprovechó que Rolando Fernández se encontraba en estado de embriaguez para despojarlo del dinero.

Apartando lo amañado o no de esta acusación, en la que no aparecen testigos oculares, el aspecto que hace violatoria la sentencia 289 es procesar e internar con rigor a un ciudadano que nunca ha estado en uso pleno de sus facultades mentales.  

Así lo certificó el doctor Reynaldo Duret Sotomayor, quien atiende el reclusorio Valle Grande. El 22 de septiembre de 2006, días antes de que José Francisco fuera trasladado a la cárcel capitalina de mayor rigor, Combinado del Este, Duret confirmó que este padecía de esquizofrenia paranoide. 

Después del diagnóstico  del doctor Duret y a solicitud de Balbina Isabel Zayas, el doctor en Medicina General Integral, Luis Manuel Valdés, envió una carta a Lorenzo Somarribas, entonces director del hospital psiquiátrico de La Habana (Mazorra), en la que hace referencia al estado de salud del recluso. Somarribas dejó el caso en manos del actual director, y aún no ha dado respuesta. 

Otro especialista en Medicina General, Joel Rodríguez Hidalgo, quien labora en la policlínica 28 de enero, municipio Playa, validó el diagnostico clínico enviando un resumen médico al Combinado del Este. 

¿Cómo es posible que un Estado que dice defender y respetar los derechos del recluso, tenga en prisión a un individuo que sufre frecuentemente crisis de esquizofrenia? 
Consta desde 1987 que José Francisco Hernández estuvo internado en el sanatorio San Juan de Dios y en el hospital psiquiátrico de La Habana, al menos en sus períodos de crisis. 

Balbina Isabel Zayas aún no pierde las esperanzas. El pasado 16 de enero la Comisión Nacional de Prevención y Atención Social se sensibilizó con el caso. Solicitó revisión de la causa 21/06 a la Fiscalía General de la República y a la Dirección General de Prisiones.       

Al parecer, la sentencia 289 no pasa de ser un arreglo. Según declaraciones de Balbina, de los 11 mil pesos ocupados a José Francisco, sólo 4 mil fueron devueltos a la víctima. Rolando Fernández Ramírez declaró en el juicio que no recordaba lo sucedido ya que se encontraba en estado de embriaguez. Los agentes a cargo del caso se encargaron de la reconstrucción de los hechos, lo que deja mucho que pensar.