El cuerno de la abundancia 

Aleaga Pesant

LA HABANA, Cuba, enero (www.cubanet.org) - Juan Carlos Tabío  y Arturo Arango  presentaron en la capital su última producción fílmica: El cuerno de la abundancia, aclamada por el público que abarrotó el cine Yara durante su estreno comercial.

Se trata de la segunda obra exitosa del dúo (la primera fue Lista de espera), donde Tabío (director) y Arango (escritor y guionista) logran un fresco de la cotidianeidad bajo la dictadura, a partir de la comedia de enredos. Si Lista de espera se basa en un cuento homónimo de Arango,  El Cuerno de la abundancia parte de una historia real, ocurrida durante la crisis de los 90 del siglo XX,  recreada por el guionista. 

En medio de la miseria que asolaba al país, cuando los cubanos se lanzaban al mar en balsas de neumático de tractor, o se aferraban a cualquier historia para mantener sus sueños, se corrió la voz de que los descendientes del apellido Equis eran herederos de una gran fortuna, guardada en un banco británico.

Para la realización del filme, Tabío se vale de reconocidos actores: Vladimir Cruz, Jorge Perogurría, Laura de la Uz, Mirta Ibarra, Paula Alí, Patricio Wood, Héctor Quintero, y conforma un elenco de actualidad: el castrista estúpido, el ambicioso, el nuevo rico, representado en el gerente de una cafetería propiedad del Estado y al centro de todo, el ciudadano común, con sus miserias, desencuentros y sueños.

El seguro triunfo de taquilla de El cuerno de la abundancia tendrá relación con su criollismo, expresado a través del lenguaje, como en el caso de las placas de los autos, que comienzan con la letra Ñ, las escenas de sexo y desnudo, llenas del desparpajo propio del trópico, o la burla solapada a un sistema de historias y leyendas que componen lo real maravilloso de la nación.

La película se enriquece con la fotografía, la dirección artística, y la locación de Santa María del Rosario, pequeño poblado a veinte minutos del centro de la capital, cargado de imágenes pueblerinas: la iglesia, el parque, las casas de madera y mampostería en ruinas, características de la realidad nacional.

Con una larga hoja de vida como realizador, Juan Carlos Tabío (Se permuta, Plaff,  Fresa y chocolate, Guantanamera, El elefante y la bicicleta, Lista de espera), incorpora a El Cuerno de la abundancia sus influencias cinematográficas, principalmente la de su amigo Tomas Gutiérrez Alea y la de Humberto Solás, en filmes como La muerte de un burócrata, y Lucia.

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