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13 de enero de 2009
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Lotería 

Yosvani Anzardo Hernández 

HOLGUÍN, Cuba, enero (www.cubne,org) - No tengo ni idea de cómo funciona la lotería en ninguna parte del mundo, pero sí conozco mi país, y el folio, como aquí le llamamos, es una parte importante de la vida de los cubanos.  

Son pocos los que no han jugado un número por lo menos una vez; y no existe ni uno solo que no sepa cómo hacerlo.

Un amigo peroraba hace poco sobre la posibilidad de una organización nacional de jugadores de folio. “Sería –dijo- tan grande como los Comités de Defensa de la Revolución.

Antes de 1959 la lotería era legal. Luego pasó a ser clandestina, pero nunca dejó de existir, tan solo se reestructuró. Se continúo jugando todos los días excepto los domingos y en Semana Santa. Se dan tres números: uno fijo y dos corridos. Por lo general casi todo el mundo juega el fijo. Con un peso puedes ganar 60 mil, aunque esto es relativo. Los banqueros nuevos, para captar clientes comienzan pagando 70 y 80 mil pesos, y a veces se paga proximidad, porque acertar un número entre 100 no es fácil.  

Debo aclarar que pese a que el número se toma de una emisora extranjera, nuestra lotería es nacionalista porque sólo se paga en moneda nacional. 

Durante muchos años los números válidos los daba la lotería del Táchira, en Venezuela; con Hugo Chávez en el poder las cosas cambiaron. Entonces se tomó como referencia la emisora La poderosa, de Miami. Pero el folio no es sólo un número del cual se habla en símbolos. Para que se tenga una idea de su arraigo y masividad, baste saber que durante la guerra en Angola, el mando cubano supuso que la UNITA (Unión Nacional para la Independencia Total de Angola) se había hecho de alguna manera con las claves de comunicación. A partir de ese momento la clave de emergencia fue la charada, porque, ¿qué cubano no sabe que el 1 es caballo, el 2 mariposa, y así por el estilo hasta el número 100? 

También todos los días se vende a 2 la adivinanza que le da a los fanáticos una idea de cuál será el número ganador ese día. Dentro de la estructura del juego está el banquero, el hombre que tiene suficiente dinero para comenzar, y puede o no tener contadores a su servicio. Luego están los listeros que venden los números y ganan un 20 por ciento de lo que recogen. Y existe un listero especial que es el único que tal vez conoce al banquero y tiene un salario fijo. La gran mayoría de los banqueros no juegan con listas abiertas, o sea, no puedes poner todo el dinero que quieras a un número, sino sólo la cantidad que el banquero acepta, de ahí que haya listas de 5, 10 ó 20 pesos el número, como máximo. 

La policía tiene montada su guerra contra los partidarios del juego, pero es imposible combatir a tantos y pretender ganar los combates. Por otra parte, es muy extraño que las autoridades den con un banquero, porque se trata de cualquier individuo con suficiente dinero. Así que ya sabe: dígame con quién anda y le diré qué quiere. Y si quiere jugar al seguro, póngale 10 pesos al bacalao con boniato, porque el tasajo no da más.

 

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