El enemigo número uno

Odelin Alfonso Torna

LA HABANA, Cuba, enero (www.cubanet.org) - Dicen algunos compatriotas de la disidencia interna que el enemigo número uno del gobierno cubano es el ciudadano común. Sobran razones para que esto sea cierto. Después de los festejos navideños, observo cómo se aventuran a la calle o al trabajo. Se enrolan en arriesgadas jornadas de inventos e ilegalidades que trazarán sus nuevos proyectos de vida.  

En realidad, la mayoría hace caso omiso a los discursos y proyectos oficiales que salen del Parlamento Cubano con el voto unánime de la jauría de comunistas.  

“¡Lo dijo Raúl Castro!”, escuchamos decir a alguien cuando se avecinan nuevas leyes, se abren nuevas oportunidades en los servicios o el tema salario dicen, que ahora sí va en serio.  

Hasta quienes consiguen desmarcarse parcialmente de los controles y las trabas del régimen, la pita también suele enredársele. Para Natalia Roque, una joven ex bibliotecaria que vive en el municipio capitalino Cotorro, el nuevo año empezó algo torcido.  

Natalia decidió reservar un turno para casarse a mediados de febrero. Al llegar al bufete colectivo de su municipio tropezó con un cartel que decía: “A partir del primero de febrero las reservaciones para luna de miel de los recién casados quedan suspendidas”.

Marelys, una maestra que imparte clases en la escuela primaria Jesús Hernández, en el municipio capitalino Arroyo Naranjo, esperaba hospedarse en el balneario de aguas medicinales de Corralillo, provincia de Villa Clara. La reservación otorgada por Turismo de Salud quedó cancelada hasta nuevo aviso.   

Ahora, después de medio siglo de “sacrificios y deberes”, para y con el pueblo, los sesenta millones de dólares que invierte el Estado en “subsidios innecesarios” cada año, parecen ser parte de ese lodazal que mantiene a la revolución atascada. Resulta que Raúl Castro ve sin empañadura cómo se tira el dinero del contribuyente cubano o el del inversionista extranjero por la borda.  

¿Por qué no percibió tal derroche cuando andaba tras la primera butaca manejando con su ex yerno, Luís Alberto López Calleja, las nóminas de la dictadura? 

Lo que no queda claro en todo este listado de gratuidades y subsidios es cuáles son los que clasifican como “innecesarios”. Raúl Castro apenas enumeró alguna de estas regalías en su discurso de clausura en el segundo período ordinario de la Séptima Legislatura.

Vivo a escasos metros de uno de los moteles pertenecientes al Ejercito Occidental. El Motelito, como se le conoce, está situado en calzada de Managua y Reparto Eléctrico, municipio capitalino Arroyo Naranjo. Este recinto no repara en gastos para albergar y deleitar a la nomenclatura militar con shows nocturnos y una gastronomía de primera, todo esto a precios subsidiados por el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR). 

Después de conocer los casos de Natalia y Marelys, estoy por ver sí las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), principal  administrador del turismo nacional e internacional en la isla, despoje a sus oficiales de los restaurantes y las alcobas que ofrece a precios subsidiados. 

Quizás El Motelito y otros alojamientos para militares de mayor o menor rango, como Las Mercedes, el hotel Atlántico, o el famoso balneario de Tope de Collantes en el centro del país, se ajusten a la orden del Presidente.  
          
Natalia consiguió reservar un turno para el 18 de enero. Marelys vio frustrado sus planes para el año que recién comienza. Ambas forman parte del enemigo número uno, ese que embiste las posiciones del gobierno cada vez que este dicta sus leyes y presupuestos al cierre de cada año.