¿Por qué se queman las tiendas?

Aleaga Pesant

LA HABANA, Cuba, enero (www.cubanet.org) – El ruido de la sirena del camión de bomberos sacó a los caminantes de la tranquilidad provinciana de la capital.  A toda velocidad avanzaba por el malecón hacia el estuario del río Almendares. El humo del incendio ascendía en columnas hacia las nubes.

Concentrados junto al muro del malecón, los transeúntes miraban las operaciones de extinción del fuego de una de las tiendas por departamentos de la ciudad, La Puntilla, perteneciente a la corporación estatal de comercio en pesos convertibles.

La fortuna sonrió en menos de dos horas. Los bomberos controlaron el incendio, sin víctimas mortales, y en medio de las festividades de fin de año. Sin embargo, luego de la emoción, los observadores cuestionaron este tipo de accidentes en instalaciones recién construidas, supuestamente con las últimas tecnologías para evitar desventuras, según informes de la prensa. 

Un especialista de la empresa especializada en prevenir estas catástrofes, refirió las constantes violaciones de los códigos e instrumentos destinados a evitarlas, tanto en centros laborales como en fábricas y tiendas. Señaló el funcionario que  “la inmediatez, el descuido y lo coyuntural definen la actuación de administrativos y encargados de la seguridad”.

Más cínica y emotiva, vox populi desconfía de estas opiniones. Para ella, los incidentes se relacionan con casos de corrupción, y son una forma de encubrir faltantes en moneda y productos. Su criterio parte del la frecuencia de los incendios en las tiendas, en una sociedad donde apenas ocurren, y los altos niveles de corrupción entre vendedores y administradores, quienes lucran directamente con los bienes bajo su custodia.

Afirma la voz del pueblo que los trabajadores de los comercios que operan en divisa tienen niveles de vida demasiado altos, no justificados por los bajos salarios que paga el estado a los trabajadores.

Según la prensa oficial, en 2008 ocurrieron dos grandes incendios en tiendas. En el mes de abril fue El Encanto, en la ciudad de Camagüey, donde hubo una víctima fatal y la destrucción total del inmueble. En diciembre le tocó en La Puntilla, en el barrio Miramar. Los escépticos manifiestan que sobre el incendio de Camagüey no se informaron los motivos ni los recursos legales utilizados contra los encartados en el fuego. Lo mismo se espera sobre el incendio de La Puntilla. 

Extraoficialmente se habla de la destrucción a causa de otro siniestro de una importante tienda en el municipio capitalino La Lisa, a principios de año, y otro de menor cuantía, en el prestigioso Centro de 3ra y 70, de Miramar, el mismo día en que se quemó La Puntilla.