Palo porque boga…

Luís Alberto Ramírez

MIAMI, Florida, diciembre, www.cubanet.org -La política de Estados Unidos hacia Cuba ha sido una especie de cachumbambé en el cual el pueblo cubano siempre ha quedado debajo de uno de los dos extremos, aplastado cada vez que baja y sofocado cuando sube. El gobierno cubano siempre ha tenido una justificación a su política agresiva en contra de la gente y el embargo se ha convertido, después de la caída del socialismo soviético, en su arma sagrada.

Allá por los años setenta y ochenta nadie hablaba seriamente sobre el “bloqueo” incluso el mismo Fidel hubo de decirle a una periodista americana de apellido Kennedy, que ellos tenían la forma de esquivar las sanciones económicas, que no le hacían ningún daño. Fidel en un discurso por el 26 de julio hubo de sentenciar ¿Con qué nos pueden amenazar los imperialistas, si tenemos un campo socialista que nos asiste en todo? Y tenía razón. El Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) asistía al gobierno de Cuba en todo. No fue hasta que esa asistencia “gratuita y desinteresada” acabó, que se supo a nivel nacional de la existencia de un “bloqueo”. Sin embargo, ese “bloqueo” ha servido a ambas políticas. Por la parte que nos corresponde a los anticastristas, nos ha dado la herramienta necesaria para seguir luchando a favor de la democracia, ha sido una especie de acicate que nos incita a pensar que aun tenemos apoyo americano. Por el otro lado, por la parte totalitaria, le ha dado el combustible suficiente para seguir avivando el fuego represivo que mantiene viva a la “revolución”.

El embargo económico norteamericano contra los hermanos Castro no ha tenido el impacto necesario, principalmente porque siempre, a través de los últimos cincuenta años, ha habido circunstancias que han obstaculizado sus resultados. Primero el campo socialista, que en treinta años los asistió en todo, y después la llegada de apologistas del castrismo al poder en Latinoamérica. Pero no ha sido factor principal ni lo uno ni lo otro, lo esencial, a mi juicio, es el comportamiento simbiótico que existe entre ambas políticas.

Para nadie es un secreto que para Castro la sola existencia de Estados Unidos es un elemento básico para mantenerse en el poder; si no fuera por la justificación que da la existencia americana a los regimenes totalitarios de izquierda, ningún trasnochado socialista latinoamericano hubiese llegado al poder. Estados Unidos es el ogro maligno en el cual se ampara la izquierda para someter a las masas. Fidel Castro y su discípulo Hugo Chávez han sabido usar con maestría esa coyuntura histórica.

Ahora bien ¿Qué gana Estados Unidos con el papel de ogro internacional? No podría afirmar categóricamente pero, me gustaría traer a colación aquel dicho popular que reza así “A río revuelto, ventaja de pescadores” ¿Por qué cada vez que el gobierno de Castro está a punto de explotar como un siquitraque viene el Ogro y le tira la toalla? En el año ochenta por poco arde Cuba de punta a punta, solo salvó al régimen de La Habana el éxodo del Mariel. En el noventa y cuatro sucedió lo mismo, llegó de nuevo el ogro y lo sacó del agujero. He visto como luchadores entrenados por la CIA, armados y achuchados por los americanos han sido abandonados a su suerte, a merced de la agresividad castrista. Dentro de Cuba existen infinidad de luchadores anticastristas abandonados por los Estados Unidos y en las garras de la dictadura, desamparados, sin la posibilidad siquiera de emigrar, sin embargo, castristas que hasta torturadores y secuestradores de naves aéreas han sido, se pasean por las calles de Miami con todo y ayuda gubernamental. En las negociaciones migratorias siempre el régimen de La Habana se lleva el gato al agua.

En este momento, justo cuando la juventud cubana está tomando conciencia de que el camino para arrebatarles el país a los once viejos que se lo robaron hace cincuenta  años es arrebatarles las calles, viene de nuevo el ogro del norte y le da a la tiranía el alimento que precisa. Congela toda la ayuda que asignaba a grupos de enlace en Miami, levanta las restricciones de viajes y remesas, recorta el acceso a Internet en la Oficina de intereses de La Habana, prohibiendo al mismo tiempo su acceso a ciudadanos americanos y levanta la prohibición de comercio sin pago adelantado, permitiendo el flujo de mercancías hacia Cuba sin la necesidad de que el pago se realice antes de que el envío salga de los puertos estadounidenses. Esto último le da el aliento necesario al comité de ancianos represores de Cuba para aumentar el presupuesto dedicado a la opresión.

Sin embargo, en La Habana se defecan en eso y hacen como si no hubiera pasado. Estados Unidos se ha convertido en el quinto socio comercial de Cuba y en la Isla los ancianos represores actúan como si sucediera todo lo contrario. Por la parte americana se desviven para ayudar a la tiranía y ésta se envalentona y los sigue culpando por todos los males de la Isla, y Washington como si nada.

Los cubanos debimos haber hecho algo peor que el pueblo judío, no escampa para nosotros, nos dan palo por todos lados. Palo porque boga, y palo porque no boga. Cada vez que estamos a punto de parir nuestra democracia, viene el sordo y nos jode el concierto.

Veamos después de esta ultima medida a favor de la tiranía por parte del gobierno americano cual viene, supongo que será el levantamiento de las restricciones de viajes de los americanos a Cuba. De ser así: cada administración, una nueva política, cada ofensa castrista, un respuesta blandengue desde la Casa Blanca; ya, ¿qué sentido tiene el embargo?, ¿sólo  darle una justificación a los Castro?