: Cuba: Baloncesto o “Muerte” 
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Baloncesto o “Muerte” 

Rafael Álvarez Echevarría

MADRID, España, agosto, www.cubanet.org -Reproduzco el titular de un artículo del diario español El País, que nos refiere la vida cotidiana de los cuatro jugadores de baloncesto de la selección nacional cubana que recientemente desertaron en España.


Viven acogidos por un solidario compatriota en un pequeño piso de un barrio popular, duermen en colchones en el suelo y según éste, devoran los anuncios y promociones de las “nuevas tecnologías” mayoritariamente desconocidos para ellos. Llenos de ilusión, cifras sus esperanzas de una vida mejor, en poder jugar baloncesto en alguno de los equipos españoles.

Ellos son el último eslabón de la larga cadena de deserciones de deportistas de élite cubanos insatisfechos con el régimen que impera en la isla. El gobierno cubano los tilda de traidores y, como a cualquier desertor en “viaje oficial”, están sujetos a una posible sanción  de privación de libertad por siete años.  

Es importante señalar que todos los profesionales cubanos que viajan al extranjero caen dentro de esta categoría, que incluye a médicos, ingenieros, maestros, profesores y casi cualquiera que tenga vida laboral activa, aunque el viaje se deba a una invitación de alguna entidad internacional o extranjera y el gobierno no haya aportado un céntimo para ello.

Es decir, el individuo es un “medio básico” del gobierno cubano mientras tengas un hálito para “trabajar para el pueblo” (léase, el gobierno) y como tal deberá guardar fidelidad a “la empresa” (nuevamente, el gobierno). 

Cuan diferente es la postura de los españoles ante lo que el gobierno cubano calificaría de “deserción” de Pau Gasol  para jugar en la NBA, cuanto orgullo popular y oficial por la entrada de otros valores españoles a esa liga.

Gasol ha sido homenajeado por el Rey, el Presidente del Gobierno, su pueblo natal, su Comunidad; lejos de ser un estigmatizado, es un héroe nacional. Sus dotes de baloncestista, son suyas, tiene libertad para jugar donde lo estime conveniente, solamente está limitado por los compromisos contractuales que el acepte y rubrique.

En el béisbol profesional norteamericano hay decenas de dominicanos, panameños, y jugadores de otros países, que constituyen motivo de orgullo para sus nacionales y no pierden sus derechos ciudadanos en su país por jugar en Grandes Ligas.  

Por último, aplaudo la iniciativa de un equipo local de baloncesto canario de promover la ayuda a estos deportistas cubanos.
¡Chicos, buena suerte!   

 

 

 
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