: Cuba: Razones para un concierto por la Paz en Cuba
  I ESPAÑOL I ENGLISH I CONTACTO I ¿QUIÉNES SOMOS? I NOTICIAS POR E-MAIL
 

Razones para un concierto por la Paz en Cuba

Adrián Leiva                  

“Es honra del hombre evitar discusiones,  más cualquier necio puede iniciarla.” Proverbios. 20.3. 

MIAMI, Florida, agosto, www.cubanet.org -Nosotros los cubanos tenemos la virtud de complicar lo sencillo. Lo normal en cualquier lugar del mundo, para los cubanos no lo es. Necesitamos darle a todo un toque de complicación. 

Así sucede con el anunciado concierto del cantante colombiano Juanés que se efectuara el próximo día 20 de septiembre en la Habana.  

En contra de toda lógica razonable, algunos cubanos en Miami, han protagonizado actos contra el cantante Juanés, que en su diseño no difieren de los métodos fascistoides utilizados por el gobierno de Cuba. 

Además de insultos y amenazas, ha habido rotura de discos del cantante colombiano. Una versión circense de la noche de los cristales rotos, protagonizada por un reducido grupito de cubanos cuyo único aporte fue desacreditar al exilio cubano antes los ojos de la opinión publica mundial. Un buen regalo al gobierno de La Habana.  

Estos acontecimientos dan una imagen distorsionada de la cultura y el respeto de los cubanos hacia los artistas y demás miembros de las diversas nacionalidades que residen en Miami. Los cubanos somos hospitalarios, respetuosos y solidarios.  

La contaminación política de cualquier aspecto de la vida social fue inoculada en cada cubano por el fidelismo. Si bien es cierto que cada ciudadano tiene el derecho de protestar, al hacerlo debe considerar el resultado final de sus actos. En ocasiones, se termina, sin desearlo, dando una terrible imagen a la opinión pública; invirtiendo los roles entre los verdaderos victimarios y las victimas. 

La mayoría de la comunidad cubana y varias organizaciones del exilio han respaldado de una u otra manera el concierto de Juanes en La Habana. 

Cuba, la Cuba de todos los cubanos, vive desde hace cincuenta años la mayor polarización de su historia. Si tenemos presente que la familia es la base de toda sociedad, queda claro que la sociedad cubana está simplemente enferma.  

Cuantas madres lloran, la pérdida de sus hijos muertos en el Estrecho de la Florida, fusilados o presos. Cuantos hijos o padres residentes en el extranjero no pueden visitar a sus familiares en Cuba porque el gobierno cubano nos niega el derecho a entrar a nuestra Patria, a veces hasta para asistir al funeral de un ser querido. 

La ineficiencia del sistema económico y político imperante en Cuba ha generado la peor crisis de valores humanos y material que hay conocido nuestro pueblo. ¿Puede existir paz en el alma y el corazón de una nación que vive el desgarramiento de su familia? Sencillamente: NO. 

De está triste realidad de un pueblo dividido no escapa ni la familia del ex gobernante cubano Fidel Castro. Una de sus hermanas, una hija y una nieta, viven exiliadas en Miami. Otros altos dirigentes históricos de la revolución también tienen familiares allegados que han elegido el exilio o la emigración. ¿Por que tanta ceguera y sordera, de parte de un gobierno que tiene  el poder de terminar con está bochornosa  y negra página de nuestra historia? 

Quizás en la máxima de que quien no quiere a su familia, no quiere a nadie, radique la causa de nuestra desgracia nacional. 

La juventud cubana vive tiempos de desolación y desorientación a falta de un futuro incierto dentro de Cuba.  

El pueblo cubano de adentro y de afuera está hambriento de paz. La paz que debe brotar del alma para poder sanar las heridas que laceran su corazón y guiarnos por el camino de la reconciliación. 

Nosotros los desterrados, los que conocemos el dolor del destierro, los que sufrimos la confiscación de la Patria, debemos clamar por la salud y paz para esas almas enfermas, que dividen y destrozan las familias cubanas negándoles la paz interior que todo pueblo y ellos mismos necesitan. 

Por eso y por mucho más, no uno, sino miles de conciertos por la paz necesitamos los cubanos, y sobre todos aquellos a los que la miopía del odio les impide razonar. Sólo en un clima de paz y armonía podremos hallar el camino de la reconciliación que tanto necesita la sufrida y dividida familia cubana. 

Lastimosamente importante músicos cubanos residentes en el exterior se verán impedidos de brindar su arte al pueblo cubano debido a que el gobierno cubano les prohíbe entrar a Cuba. 

Carlos Varela, Pedro Luís Ferrer, Frank Delgado y otros músicos cubanos residentes en la isla tampoco encuentran escenarios donde llevar su música al público cubano. Incluirlos en el concierto sería un buen regalo al pueblo cubano que tanto disfruta de su arte. 

Efectuar un concierto simultaneo en Miami, que se hermane espiritualmente con el La Habana en un clima de amor y paz, alejado de consignas y confrontaciones políticas, de las que estamos saturados, sería un buen regalo al pueblo cubano y enviaría un claro masaje de unidad y paz. 

El mensaje de amor y de reclamo al derecho que tenemos todos los cubanos nuestra patria quedaría claro, ante los promotores del odio y el desgarramiento de la familia cubana. 

La Plaza Cívica José Marti, la misma donde su santidad Juan Pabló II dijo a  todos los cubanos “Ustedes deben ser los protagonistas de su historia”, será nuevamente el escenario de un clamor por la Paz.  

Canten Juanés y sus invitados como embajadores de la paz y que llegue su canto al corazón de todos los cubanos; los de adentro y los afuera, porque somos un solo pueblo. 

 

 
 
 
 
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material siempre que se le reconozca como fuente.