El concierto de Juanes y el Estado Policial

Rafael Álvarez Echavarría 

MADRID, España, septiembre, www.cubanet.org -Culminado el Concierto por la Paz de Juanes e invitados y calmados los ánimos al respecto, toca pasar balance y contrastar los hechos con las posiciones previas dentro de la comunidad cubana.

Para los que estaban de acuerdo, el concierto, con sus limitaciones técnicas, fue una oportunidad para romper el ostracismo al que esta sometido el pueblo de Cuba, ponerlos en contacto directo con figuras destacadas de la canción en un contexto despolitizado: nada de batallas, combates ni lucha antiimperialista. Los jóvenes cubanos disfrutaron y por unas horas tuvieron un paréntesis en su duro bregar por la subsistencia. 

Para los que estaban en contra, alegando las violaciones de derechos humanos en Cuba, que sería contribuir con el castrismo, ésta fue una ocasión para que el mundo conociera de primera mano las barbaridades de un estado policial que una gran masa de público de todos los países ha tenido ocasión de ver por los noticiarios.

Los “plantes” de Juanes y Bosé se han trasmitido por todos los canales de la televisión hispana (cuando menos) y otros muchos países. Se evidenciaron las manipulaciones y espionaje del régimen cubano y las posturas decididas y firmes de ambos ante tales pretensiones. 

A pesar de sus compromisos, aparentemente cumplidos, el gobierno cubano  intentó poner sus reglas: habitual espionaje a los huéspedes, vigilancia permanente, pretender dar sitios privilegiadas a sus incondicionales (miembros de organizaciones políticas, escuelas militares y otras organizaciones), pretender prohibir el acceso a quienes no vistieran de blanco (esto constituía una violación de “las orientaciones”)

En las imágenes del conciertos resultan evidentes, para ojos adiestrados por experiencias previas (visita del Papa, por ejemplo), la presencia de parejas de “asistentes” con facies pétrea y actitud contemplativa entre el público que hacían saber al verdadero público “aquí estamos, pórtate bien, no te pases” 

Para aquéllas personas que no han conocido una dictadura de la categoría de la “dictadura del proletariado, estos hechos si les son narrados constituirían exageraciones o mentiras malintencionadas, pero son la realidad cotidiana para los cubanos.  

El mundo ha podido ser testigo de como un grupo de hombres y mujeres, artistas reconocidos fueron objeto de las habituales reglas de un régimen para el que no existen límites en cuanto a intromisión en las vidas ciudadanas y manipulación de los acontecimientos. 

Felicito a Juanes y a Bosé  por su actitud intransigente y habilidad para defender sus posiciones. Queriéndolo o no,  pusieron en evidencia al régimen cubano.