1 de septiembre de 2008   IMPRIMIR   VOLVER AL INICIO
 

Los invitados de Pablo Milanés

Leonel Alberto Pérez Belette

LA HABANA, Cuba, agosto (www.cubanet.org) - A muchos habaneros no les sorprendió que el pasado jueves la oficialista Asociación Hermanos Sainz auspiciara un concierto del cantautor cubano Pablo Milanés, junto a algunos artistas considerados polémicos por el régimen y otros abiertamente comprometidos con la dictadura, como el puertorriqueño Andy Montañez y la cubana Omara Portuondo. Algunos atribuyen la insólita mezcla a la necesidad de convocatoria de las autoridades, mientras otros piensan que fue un acto de buena fe en tiempos de cambio.

Para agregar la inevitable nota política al espectáculo, la UJC escogió como escenario la Plaza de las Banderas; situada frente a la Sección de Intereses de los EEUU, a la que los cubanos llaman con sarcasmo “el protestódromo”, debido a que allí se realizan la mayoría de las demostraciones políticas anti norteamericanas organizadas por el gobierno. 
Bajo un inusual despliegue policial cientos de jóvenes disfrutaron de las actuaciones de Pablo Milanés, Santiago Feliú, Los Aldeanos, Polito Ibáñez, Andy Montañez, David Blanco, Haile y algunas de las hijas del anfitrión.

El público se molestó debido a que los organizadores subieron el volumen del coro acompañante y la música de fondo durante la actuación del grupo de rap Los Aldeanos impidiendo que las controversiales letras de los raperos se pudieran entender; hecho que no pareció casual. Pablo intervino y, ante la imposibilidad de remediar la situación, terminó por abrazar a los muchachos.

Omara Portuondo, la diva del Buena Vista Social Club, dedicó su actuación a la fallecida y legendaria cantante Elena Burke, condenada al ostracismo oficial durante mucho tiempo, con quien compartió durante muchos años en el cuarteto Las D’Aida.

Estudiantes extranjeros y un considerable número de turistas asistieron al espectáculo; no obstante, en comparación con conciertos anteriores ofrecidos por Pablo Milanés, la cantidad de asistentes pareció pequeña. En opinión de algunos esto pudo ser consecuencia de la connotación política del escenario escogido, o de la incertidumbre creada por la amenaza de la tormenta tropical Gustav. Lo cierto fue que no cayó ni una gota de lluvia y de igual forma los asistentes disfrutaron del espectáculo.

Al finalizar el espectáculo la policía desalojó al público del área, a pesar de tratarse de una plaza pública, y algunos decidieron proseguir la fiesta en la Avenida de los Presidentes,  a donde han sido relegados los amantes del rock y algunos bohemios.

El despliegue policial se debió –se dice- a que el concierto se celebró en la víspera del juicio a Gorki Águila, cantante y líder de la contestataria banda punk ¨Porno para Ricardo¨, a quien las autoridades amenazaban con condenar a prisión bajo el presunto delito de peligrosidad social, por el contenido de su música. En esta ciudad, donde a falta de información fidedigna abundan los rumores, se comentaba que Gorki había enviado una carta a Pablo Milanés con el fin de que el trovador la leyera en público. Ninguno de los músicos confirmó dicho rumor y durante la presentación no se habló del tema.

En la mañana del viernes, día siguiente al concierto, se supo por diferentes vías que durante el mismo se había producido una protesta en el público asistente en la que participaron seis personas, entre ellas los miembros de la banda de Gorki y la bloguera Yoani Sánchez, quienes sacaron un cartel con el nombre de Gorki y corearon su nombre. Desde el lugar donde me encontraba no pude percibir el hecho que aparentemente duró pocos minutos debido a la rapidez y violencia con que actuaron las fuerzas represivas. También se supo que Gorki finalmente no fue condenado a prisión; sino multado y liberado el viernes por la tarde, probablemente debido a la, un tanto inesperada, ola de solidaridad internacional que provocó su arresto.

 

 

 

 
 
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