30 de mayo de 2008   IMPRIMIR   VOLVER AL INICIO
 

¿Habrá cambios en Cuba? (final)

Laritza Diversent Cámbara

LA HABANA, Cuba, mayo (www.cubanet.org) - Con el colapso de la URSS a principios de la década de 1990, la manutención del bloque soviético a Cuba llegó a su fin. El país cayó en una aguda crisis económica de la que no hemos salido. Esto obligó a recurrir a técnicas neoliberales que permitieran reactivar la economía y evitar una explosión social que pusiera fin al régimen.

Con este panorama, en el primer semestre de 1991, se realiza el IV Congreso. Al año siguiente, la reforma constitucional.  El único propósito de la misma era legalizar y dar seguridad jurídica a los negocios y propiedades de los inversionistas extranjeros. En esta etapa continua el proceso de rectificación, el que según la burocracia comunista no se debía a cambios políticos.

En 1993, en un intento por alcanzar una economía mixta, Castro aprobó reformas económicas limitadas que permitieron la legalización de algunas empresas privadas y la dolarización. Durante 1994 se produjo la denominada “crisis de los balseros” o maleconazo: miles de cubanos cruzaron el estrecho de Florida hacia los Estados Unidos.

La Ley No. 77 de Inversión Extranjera aprobada en 1995 consolidaba parte de las reformas emprendidas en 1992, a la par que troncha la iniciativa económica a los cubanos. En 1996 el Congreso de Estados Unidos aprobó la ley Helms-Burton, que agravó el embargo económico, al pretender penalizar a las empresas que mantuvieran relaciones comerciales con otras (filiales o no) radicadas en la isla.

En estas condiciones llega el V Congreso del Partido Comunista de Cuba, que se celebra en octubre de 1997. Castro reafirmó que Cuba no volvería al capitalismo. Lamentó las aperturas que su gobierno permitió debido a la caída de los principales regímenes comunistas. Comenzó a frenar todas las reformas emprendidas a principios de los 90.
Esto provocó un progresivo aislamiento internacional. A partir  de  2002, recibió una serie de sanciones de la ONU por la situación de los derechos humanos en Cuba. Se vio envuelto en varias crisis diplomáticas con gobiernos de Latinoamérica (México y Uruguay).

La Asamblea Nacional del Poder Popular aprobó una reforma de la Constitución, cuyo principal objetivo era establecer el carácter “irrevocable” del régimen socialista y reafirmar rotundamente que Cuba “no volverá más al capitalismo”. Un mes antes, los opositores pacíficos habían presentado 11 mil 20 firmas al parlamento cubano para pedir un referéndum que permitiera la instauración de la democracia  (Proyecto Varela).

En la primavera de 2003 el régimen cubano encarceló a 75 disidentes y ordenó fusilar a tres secuestradores de una embarcación. La consecuente crisis diplomática tuvo trascendencia internacional. Únicamente Venezuela rompía el aislamiento cubano. La población cubana no tuvo plena conciencia de esta situación.

La dolarización llegó a su fin en noviembre de 2004, cuando se suspendió la circulación del dólar estadounidense en todos los establecimientos comerciales de la isla. El peso convertible sustituía a la moneda norteamericana.

El 31 de julio de 2006, Castro, tras sufrir una hemorragia intestinal, delegó provisionalmente el poder en su hermano Raúl, quien le sustituyó, en funciones, como primer secretario del Partido Comunista de Cuba, como presidente del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros, y como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.

Como puede evidenciarse, a cada celebración de un congreso del partido  le  antecede una época de cambios. En cada congreso la militancia comunista, hoy anciana, proyecta las estrategias que le permitan mantenerse en el poder.

En medio de la caótica situación internacional, casi 11 años después, inesperadamente se anuncia para el 2009 el VI Congreso. ¿Que debemos esperarse para el futuro? ¿Habrá transformaciones importantes o simplemente se reafirmarán las mismas políticas?

La incertidumbre nos asalta. No debemos confiar demasiado. Después de medio siglo de totalitarismo aprendimos algo. Lo cierto es que ellos se las arreglan para invertir la situación a su favor, cuando todo parece acabarse. De todas formas hay que esperar hasta el próximo año para que se decida el futuro inmediato del país.

Haga click en la línea para leer la primera parte de este artículo

 

 

 

 
 
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