26 de mayo de 2008   IMPRIMIR   VOLVER AL INICIO
 
Nunca es tarde

Tania Díaz Castro

LA HABANA, Cuba, mayo (www.cubanet.org) - Como conservo todas las Reflexiones de Fidel Castro publicadas y republicadas en la prensa escrita y transmitidas y retransmitidas en los medios audiovisuales, volví a repasar la titulada Los vivos y los muertos, del pasado 23 de abril.

Había escrito yo con lápiz, entre el título y el texto: Destruir hombres. Es su especialidad.

Me estaba refiriendo a la manera brusca que ha empleado siempre el ex presidente cubano para rematar a los hombres que caen en desgracia.

Al referirse en dicha Reflexión al señor Luis Ignacio Gómez Gutiérrez, quien según el ex gobernante pensaba que su pequeño barco avanzaba río arriba, en medio de una corriente mucho más fuerte, y a la sustitución como ministro de Educación de que fue objeto, lo acusa, prácticamente, de contrarrevolucionario, desde el momento en que –dice el comandante-, Gómez Gutiérrez “había perdido energía y conciencia revolucionaria”.

Además de ser sustituido de su cargo, el exministro fue destruido. Una vez más se repite el mismo estilo de destrucción de seres los humanos. Lo hemos visto a lo largo de medio siglo de castrismo.

Pero ahora viene lo mejor. Gómez Gutiérrez, mientras avanzaba en su pequeño barco río arriba durante diez años, más de setenta veces viajó al extranjero. Y lo que es peor: durante los últimos tres años lo hizo con la frecuencia de un viaje por mes. ¡Increíble, pero cierto!

Así lo dice Fidel Castro, en tono de reproche, en su Reflexión Los vivos y los muertos.  Y termina diciendo que ya no se tiene confianza en Gómez Gutiérrez. Más claro todavía: ninguna confianza. Es de suponer que no podrá dirigir ni un timbiriche estatal donde se fabrican las clásicas croquetas explosivas. 

Y me pregunto: ¿Esa Seguridad del Estado que vigila, reprime y organiza actos de repudio contra los opositores pacíficos, ¿no vio la cumbancha de viajecitos a los países libres que se daba el ministro de Educación?  ¿O es que viajar es una manía de los dirigentes comunistas en el poder, algo que sólo llama la atención cuando terminan su ciclo de vida en la política nacional?

Nunca es tarde para reflexionar.

 

 

 

 
 
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