23 de mayo de 2008   IMPRIMIR   VOLVER AL INICIO
 
CRÓNICA
 

Una república nunca olvidada

Tania Díaz Castro

LA HABANA, Cuba, mayo (www.cubanet.org) - El pasado 20 de mayo pudimos haber celebrado en Cuba el aniversario 106 del nacimiento de nuestra República. Ese mismo día, pero en 1902, en la Plaza de Armas de La Habana don Tomás Estrada Palma, amigo de José Martí y de Estados Unidos, recibía de manos del gobernador general Leonardo Wood el traspaso de poderes como primer presidente de la isla y la bandera cubana se izó en una de las fortalezas de la bahía capitalina.

Pero nada ocurrió el pasado 20 de mayo en los medios de comunicación oficialistas, excepto el comienzo de otra campaña de descrédito contra el pacífico Movimiento de Derechos Humanos de Cuba, tal vez porque recibe precisamente la solidaria ayuda de los Estados Unidos, así como de la Unión Europea. 

En realidad, nada complace al castrismo recordar aquella fecha, y sobre todo, que el presidente de Estados Unidos, Theodore Roosevelt, terminara el acto deseándole los mejores éxitos al nuevo gobierno cubano e hiciera sinceros votos por las futuras relaciones entre su país y Cuba.

Alega el castrismo que se trataba de una república neo colonial porque la economía cubana había quedado en manos de los yankis. Pero, ¿en qué otras manos cayó la isla con el triunfo del castrismo, cuando el mismo Historiador de la Ciudad, señor Eusebio Leal, expresó públicamente que nunca habíamos sido tan independientes como cuando se desmoronó la Unión Soviética?

Si al comenzar el siglo Estados Unidos era el segundo inversionista en el país con una cifra calculada en 215 millones de dólares, hoy es el tercer socio comercial de Cuba. Si Estados Unidos adquirió 32 de los más importantes centrales azucareros durante la República, hoy la producción de azúcar ha sido destruida durante los últimos años.

Economistas cubanos, como por ejemplo Oscar Pino Santos, considera que  “aquellos fueron, en efecto, años de un auge sin precedentes de las fuerzas productivas”.

Algunos datos económicos que se conocen de aquella República y de los años actuales hablan por sí solos: en 1958, con una población de seis millones de habitantes, el país tenía una deuda externa per capita de menos de  $50 (dato del Banco Nacional de Cuba). En 1996 la ONU reportó una deuda externa cubana de más de 35,000 millones, que dividido entre once millones de personas muestra que cada cubano debe, gracias a la fracasada economía castrista, 3 mil 182 dólares, y según cálculos conservadores de economistas extranjeros, la isla ha contraído una deuda que asciende a 60 mil millones.

En una reciente encuesta anual difundida por la Fundación Heritage, Cuba quedó en el último lugar de Latinoamérica y penúltimo del mundo respecto a economías prósperas.

¿Acaso ha sacado usted en conclusión que aquellos amos de la República, resultaron mejores que el amo que tenemos hoy?

 

 

 

 
 
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material siempre que se le reconozca como fuente.