Leonel Alberto Pérez Belette

LA HABANA, Cuba, mayo (www.cubanet.org) - Un coloquio denominado “Por el respeto a la vida de los periodistas” ha tenido lugar en esta ciudad, durante la primera quincena del presente mes, auspiciado por el  Instituto Internacional de Periodismo. Durante el mismo los ponentes abordaron los hechos que costaron la vida de 15 reporteros del continente, pero irónicamente omitieron que en las cárceles cubanas  hay un número mayor de comunicadores, junto a otros presos políticos y de conciencia. 

Peter Phillips, sociólogo norteamericano director del proyecto “Censurado”, explicó que 1700 periódicos y 5000 programas radiales de su país hacen caso omiso de lo que acontece en Irak, los planes militares en América Latina, de lo que él presume es consecuencia del 11 de septiembre. Además, habló sobre la dependencia de esos medios de difusión. Los panelistas disertaron sobre la manipulada libertad de expresión en los Estados Unidos. Las ponencias y comentarios fueron aplaudidos por Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional.

Resulta irónico que el señor Phillips haya escogido una plaza tan escabrosa como Cuba para hablar de libertad de prensa, de manipulación de la información y para exponer sus paranoicas hipótesis conspirativas. Los participantes en este evento pasan por alto que un tiro no es la única forma de aniquilar a un ser humano.

El señor Phillips regresará a su país donde continuará su vida sin sufrir ningún tipo de represalia por su participación en este evento. En Cuba, quienes expresan ideas diferentes a las oficialmente aceptadas, se exponen a ser hostigados de muchas maneras; incluso hasta ser  anulados completamente.  

Deberían el señor Phillips y los extranjeros participantes en este coloquio seguir la habitual sugerencia del historiador Eusebio Leal, e “intrincarse en los callejones de La Habana”; o mejor, en la cotidianidad del cubano. Tal vez eso les ayude a ver más allá de sus narices, aunque si no ven algo tan obvio, es simplemente porque no quieren.