Mi personaje favorito

Tania Díaz Castro

LA HABANA, Cuba, mayo (www.cubanet.org) - Como nadie me ha preguntado jamás quién es mi personaje favorito, voy responderme a mi misma: Alina Fernández, la hija rebelde de Fidel Castro Ruz.

Admiro a esa mujer valiente y de gran sensibilidad que prefirió hacer fila en el exilio, junto a los desterrados del régimen de su padre, a llevar en La Habana una vida de privilegios, cautiva de la Seguridad del Estado.

Pero la admiré aún más cuando mi colega Juan González Febles me comentó su amistad con cubanos disidentes, allá por los años ochenta, su respeto y solidaridad con artistas insumisos y descontentos de la política castrista.

Desde que Alina escapó de Cuba en 1993 disfrazada de turista española, destruyendo así el mito de que la Seguridad del Estado cubano se las sabe todas, he seguido cuando he podido, aunque bien de lejos, sus declaraciones en la prensa, sus entrevistas y leí su libro autobiográfico publicado en 1998, que lamentablemente perdí.

Su programa radial Simplemente Alina, que trasmite la emisora de Miami WQBA nunca he podido escucharlo. Mucho menos sus comentarios políticos en la cadena CNN y el Canal 41. En la isla sólo tenemos libertad para ver y escuchar los canales de televisión y las emisoras de radio propiedad de su padre.

Pero no solamente siento una gran simpatía por esta mujer excepcional al estilo de George Sand, Frida Khalo o las hermanas Bronte. Me consta que muchos de los que pertenecemos al Movimiento de Derechos Humanos sienten lo mismo. Es más, si Alina se atreviera a sustituir a su tío Raúl en unas elecciones libres y directas, postulándose como presidenta para una transición democrática como la que propone la Unión Liberal de la República de Cuba, cuyo coordinador general es el ex preso político Francisco Chaviano, creo que saldría con éxito.

Por estos días la firma productora Artists Relations Group -ARG- anunció su propósito de llevar al cine la historia de Alina, basada en un guión a cargo del escritor de Hollywood Bobby Moresco, quien obtuvo un Oscar en 2004. Creo que esto es algo que debió haberse hecho hace ya mucho tiempo.

Ojalá este filme esté a la altura de Alina y satisfaga a todos los que la admiramos, tanto en el exilio como en su querida isla.