7 de mayo de 2008   IMPRIMIR   VOLVER AL INICIO
 
CRÓNICA
 

Fin de una etapa

Oscar Espinosa Chepe

LA  HABANA, mayo (www.cubanet.org) - Bajo la dirección del General Raúl Castro, segundo secretario del Partido Comunista de Cuba, se efectuó el VI Pleno de su Comité Central. Con las decisiones tomadas en este evento termina la etapa de provisionalidad iniciada el 31 de julio de 2006, pues conjuntamente  con la asunción de Raúl Castro a Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en la práctica emerge ahora como supremo líder  partidista y del país, cerrándose un ciclo de la historia cubana.  

Ahora, Fidel Castro queda sólo como “un soldado de las ideas”, según remarcara el nuevo Presidente.  Será una persona con cierta influencia en las decisiones importantes, pero la responsabilidad en primera instancia corresponde a su sustituto, un hombre pragmático, quien deberá estar consciente de que las medidas tomadas en las últimas semanas, aunque positivas y esperanzadoras, son insuficientes para detener la crisis y enrumbar a la nación hacia un futuro  próspero.   

En el Pleno se anunció que el congreso del PCC se efectuará a finales del segundo semestre de 2009, a 12 años del anterior. Una decisión  esperada, dados los cambios que se realizan, y que muchas organizaciones estrictamente controladas por el Partido han celebrado sus congresos. Llama la atención la decisión de integrar al Buró Político a tres personas, dos de las cuales, Salvador Valdés Mesa, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, y el General de Cuerpo de Ejército  Álvaro López Miera mantienen estrechas relaciones con Raúl Castro, mientras  el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, representa el evidente interés de sostener la continuidad histórica del período  iniciado en 1959.  

Sin embargo, mayor peso reviste la constitución de una Comisión del Buró Político, para que según se explicó con un número más reducido de integrantes haga más fluida  y funcional  la toma de decisiones. Se observa en esta novedosa instancia una abrumadora mayoría de dirigentes relacionados desde hace años con Raúl Castro, incluidos varios compañeros de armas del Segundo Frente Oriental Frank País, dirigido por él en la insurrección. 

En esta oportunidad también se acordó conmutar la pena de muerte a un grupo de condenados, a quienes se aplicará la privación perpetua de libertad, con excepción de aquellos que cometieron el delito antes de establecerse esa sanción en el Código Penal, por lo que deberán cumplir 30 años de prisión.

Al anunciar la medida, Raúl Castro aclaró que no significa la supresión de la pena capital en el Código Penal, lo que justificó con el  pretexto de la amenaza extrajera.  Resulta evidente que esta medida humanitaria es un paso más que las nuevas autoridades están dando para brindar una imagen distinta al mundo, más aceptable y en correspondencia con los tiempos que corren, y así por lo menos aminorar el repudio que el régimen ha cosechado con su contumaz política de violación de los derechos humanos. 

Es de esperar que además de esta decisión, que  puede calificarse como positiva, el gobierno, si quiere realmente conseguir un mayor grado de respeto internacional, deberá tomar medidas adicionales en el campo de los derechos humanos, iniciando un proceso de liberación incondicional de los presos de conciencia y políticos e, incluso, aboliendo del  Código Penal la pena de muerte, un instrumento que se ha comprobado en muchos países no ser eficaz en la contención de los delitos, constituyendo una forma de castigo vengativa, cruel y degradante.

Elemento  relevante en el VI Pleno, fue el nombramiento de José Ramón Fernández como vicepresidente del Consejo de Ministros “para atender,  controlar y coordinar la labor” de toda la educación comprendido el sistema de enseñanza militar.  La designación para esta tarea del experimentado y veterano general es una prueba de que se quiere detener la involución de la educación. Indeseable situación que amenaza con destruir uno de los llamados logros de la revolución, a causa tanto de la prolongada crisis  general que  ha afectado toda la sociedad, como de concepciones  descabelladas, basadas en la improvisación y el empecinamiento, con el predominio de métodos emergentes, sin solidez alguna o mediante la utilización en la enseñanza secundaria de profesores llamados “integrales” que, a la vez de preparados con precipitación, han sido utilizados para impartir la mayoría de las  asignaturas, cuando lo que se impone en el mundo es la especialización. Métodos que, unidos a una politización de la educación preñada de  conceptos vacíos de contenido, han redundado en la disminución de la calidad de la enseñanza a todos los niveles, a lo cual se agrega la subestimación del papel del maestro como elemento fundamental del proceso docente; errores que ponen en peligro el futuro del país, al afectarse un sector de tanta importancia estratégica.

Este Pleno del partido indica a las claras la consolidación política de Raúl Castro, que ahora  están mejores condiciones para desplegar sus aspiraciones reformistas.  No obstante, existe el riesgo de que se quiera esperar a celebrar el congreso a finales del próximo año para la aplicación  de transformaciones de mayor envergadura,  indispensables para el término de la crisis, tiempo excesivo para un país con tan serios problemas a resolver y adicionalmente afectado por las complejidades internacionales actuales.

 

 

 

 
 
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