Directivas y decretos

Víctor Manuel Domínguez, Sindical Press

LA HABANA, Cuba, junio (www.cubanet.org) - Los gobernantes de los países de la unión Europea pecan de soberbios. Presumir que en las 27 naciones que la integran  existen los mayores niveles de democracia y xenofobia a escala mundial, es como querer tapar el sol con un dedo.

No dudo que sea democrático aplicar la Directiva Retorno a los  miles de inmigrantes que arriban a las tierras de los conquistadores Hernán Cortés y Vasco de Gama, pero no hay que exagerar el mérito.

También es falta de humildad que se jacten de encerrar sólo hasta por 18 meses a senegaleses, peruanos, kurdos y cuantos ilegales de otras naciones no europeas busquen el maná en ese continente.

No es justo que promocionen esta directiva como la más efectiva y humanitaria de la tierra, sin siquiera mencionar el nivel alcanzado en ambos rubros por algunos estados de la Unión americana.

Además, deben mencionar a Cuba, que si bien no obtiene la excelencia en la xenofobia  (si no en la xenofilia), los supera en el trato migratorio de sus nacionales.

Nuestro Decreto Ley 217, más conocido por “Calabaza, calabaza, cada uno pa´su casa”, es tan cruel y degradante como la Directiva Retorno de los europeos.

Comprendo que no sea lo mismo devolver a su lugar de origen a un pinareño que pise capital, que encerrar a un turco por año y pico, y luego devolverlo a Estambul con una patada en el trasero.

 Ni tampoco que envíen de retorno a sus provincias en un tren a decenas de orientales mareados de darle vueltas al capitolio, cuando se electrifican en Melilla las cercas que los divide del Magreb.

Y menos comparar el elevado sentido de identidad que siente un cubano al ser expulsado de la capital de su propio país, si decenas de africanos, asiáticos y latinoamericanos sucumben en frágiles balsas y cuanto artefacto flotante los conduzca al paraíso.

Así que no presuman tanto de democracia y xenofobia, pues su Directiva Retorno y nuestro Decreto Ley 217 o “Calabaza, calabaza, cada uno pá su casa”, aunque con diferente collar, muerden desde un mismo perro.

Nunca olviden esto: La Habana se encuentra cerca de Londres, Bruselas o Madrid, y no sólo geográficamente.